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Tengo una pregunta (preparada) para usted

Asesores de Simancas reparten entre simpatizantes cuestiones para plantear al candidato

A Rafael Simancas le gustaría ser espontáneo. Escapar de su traje gris, desanudar la simetría de su corbata bitono, hacer trocitos el manual de campaña. Pero no le dejan. Ayer, el minucioso plan semanal del candidato socialista al Gobierno regional trazaba una curva inesperada: reunirse con escolares y universitarios y someterse a sus preguntas espontáneas, sin papeles ni cifras, en un aula de la Escuela de Relaciones Laborales de la Universidad Complutense.

La estrategia responde a que "no hubiera momentos vacíos, que no decayera el debate"

Una charla cara a cara que sólo pudo cumplir a medias. Seguramente ni el propio candidato lo sabía, pero al menos la mitad de las cuestiones habían sido redactadas por miembros de su partido y distribuidas entre jóvenes de las juventudes socialistas o de otras organizaciones próximas.

El resto sí eran auténticos chicos llegados de tres institutos: uno de Carabanchel, otro de Fuenlabrada y otro de San Blas. A estos, unos 80, no les llegó el folio troceado que el cabecilla de los jóvenes distribuyó entre los suyos por si se quedaban en blanco.

Fuentes socialistas indicaron que la estrategia sólo pretendía que "no hubiera momentos vacíos, que no decayera el ritmo del debate". Algunas preguntas alcanzaron tal grado de sofisticación que mencionaban decretos de ley regionales.

Simancas mostró un sincero interés por las cuestiones fuera del guión y trató de bromear. También insistió en sus propuestas en materia educativa. La más novedosa fue la idea de que los alumnos se mantengan en el mismo centro desde el primer curso al último de la enseñanza. Algo que, como señaló el candidato, ya sucede en los privados. "Cambiarse es molesto para los padres y te quedas sin amigos", señaló.

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Con una gestualidad y una prosodia en el discurso marcadamente pedagógicas, incluidos los ejemplos y las repeticiones, el candidato tuvo la suficiente cintura como para reconocer "los riesgos de caer en el adoctrinamiento" si se implanta una asignatura sobre valores. También desgranó sus ideas sobre vivienda. Un muchacho de los que llevaba la pregunta preparada describió las dificultades de comprarse un piso trabajando en una cadena de pizzerías y Simancas, aparte de sonreír, expuso su idea de vender pisos a 100.000 euros, precio "razonable", y alquilarlos a 300 euros al mes, renta "asumible". Simancas estuvo acompañado por Javier Gómez, diputado regional que fue quien organizó a sus cuadros juveniles y a quien los chicos buscaban con la mirada cuando surgía cualquier incidencia. También le acompañó Adolfo Navarro, responsable de Educación del PSOE madrileño, que aseguró que el director del centro de Formación Profesional de San Blas sufrió "presiones" para que sus alumnos no acudieran al evento.

El único aplauso de la mañana fue para un redactor de Telemadrid que aguantó sonriente las críticas de los muchachos a la "manipulación informativa". Simancas se dio cuenta de la decepción: "Es curioso que lo que más os ha hecho reaccionar sea una cuestión de libertades y no sobre la comunidad escolar", reflexionó en voz alta desde su taburete y con el fondo de 10 chicos escogidos -mayoritariamente militantes- para figurar como decorado.

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