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Vecinos de Carabanchel intentan linchar a un hombre que alberga en su casa perros callejeros

Un numeroso grupo de residentes en el inmueble número 16 de la calle de Dolores Armengot, en el barrio de Carabanchel Bajo, intentó agredir en la madrugada de ayer a su convecino Fernando Martín, a causa de las molestias que causan a la comunidad los numerosos perros callejeros que Martín alberga en su vivienda. El miércoles por la tarde, el protector de animales depositó en el portal de la finca los cadáveres de dos canes, y ese gesto fue la chispa que incendió los ánimos del vecindario. El incidente se prolongó durante unas 10 horas. Los agresores propalaron el rumor de que Martín también tenía en su casa una enorme serpiente, y sólo la presencia de numerosos efectivos policiales impidió que fuera apaleado.De Fernando Martín cuentan sus vecinos que tiene unos 50 años, trabajó durante mucho tiempo en Alemania, está separado de su mujer y vive solo. Dicen que fue conductor y que ahora cobra una pensión por incapacidad laboral permanente. Hace año y medio, ya separado, Fernando Martín empezó a llevar perros callejeros a su vivienda, una planta baja con patio de la citada finca. Martín contó a sus vecinos que se le partía el corazón al ver animales maltratados, y la mayoría alabó los buenos sentimientos del solitario, pero torció el gesto al escuchar los primeros conciertos nocturnos de ladridos. En el inmueble hay unas 50 viviendas, muchos de cuyos habitantes son trabajadores que se levantan a las 6 de la madrugada. Con el tiempo, menudearon las hostilidades verbales e incluso las denuncias. Indiferente a las quejas, Martín siguió alojando canes desvalidos.

El miércoles, hacia las seis de la tarde, Fernándo Martín comenzó a sacar todos los muebles de su casa y los apiló en el portal de la finca, sin que se conozca el porqué. La respuesta de los vecinos fue depositarlos en mitad de la calle para llamar la atención de la policía sobre el conflicto. Luego alguien advirtió el nauseabundo olor que salía de una caja que el extraño vecino había dejado en el portal y que, pronto se descubrió, contenía los cadáveres de dos perros. Al menos durante dos horas la final de la Eurocopa distrajo la atención del vecindario.

Comienzan los golpes

Al término del encuentro de fúrtbol volvieron a agruparse los vecinos, esta vez en número que la policía cifra en 200. Discursos e improperios fueron calentando los ánimos y, sin que nadie haya podido informar de cómo ocurrió, unos cuantos hombres intentaron golpear con manos y palos a Fernando Martín, que se salvó refugiándose en un bar. De allí le rescató, a las 0.55 horas del jueves, un importante contingente policial. La calma, según informó la policía y confirmaron los vecinos, no llegó hasta las cuatro de la madrugada, tras firmarse una denuncia contra Martín en la comisaría de Carabanchel. Entretanto, los recogedores de basura habían retirado los cadáveres de los dos perros.

La ira colectiva suele provocar desmesurados rumores. En la madrugada del jueves, con los 15 perros que Martín tenía en casa ladrando como enloquecidos, la pestilencia de los cadáveres flotando aún en el portal y los nervios a flor de piel tras muchas noches insomnes, nadie sabe quién dijo que los dos perros fallecidos habían sido matados por una enorme serpiente, grande como una pitón, que Martín tenía en casa. Muchos creyeron que era cierto, pero la policía puso las cosas en su sitio: los agentes descubrieron en la vivienda una culebra, disecada. En la mañana de ayer, una docena de los animales protegidos por Fernando Martín fueron trasladados a las perreras municipales.

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