_
_
_
_
_
Reportaje:

"El alambre es una metáfora de la vida"

Les Colporteurs estrena en España el espectáculo autobiográfico de un equilibrista lesionado en la pista

Rosa Rivas

El francés Antoine Rigot (47 años) empezó a los 17 su travesía personal y artística sobre un cable de acero. Pero un día, en 1999, el circo se le volvió del revés. Una caída acabó con 20 años de equilibrios y le ocasionó una lesión medular que le dificulta la movilidad. "Fue una cosa estúpida, como todos los accidentes. Y no tenía que ver con la seguridad. El día antes hice acrobacias a 10 metros de altura. Cuando me caí estaba a metro y medio del suelo", cuenta Rigot.

Pero su potencial de artista no se hundió y ahora ayuda a otros a mantenerse sobre el alambre. Con la compañía Les Colporteurs (www.lescolporteurs.com) puso en escena en 2006 un espectáculo con retazos autobiográficos, Le fil sous la neige (El hilo bajo la nieve), que hoy se estrena en España, en el Circo Price de Madrid, dentro del Festival de Otoño.

"Mi vida no sería la misma sin el circo. No tengo otro modo de expresión"

Siete personas a la vez evolucionan sobre cables de 12 milímetros con pies descalzos, con zapatillas, con puntas de ballet, con zapatos de tacón... Los cables cruzan la pista a distintas alturas y sus extremos se adentran en el patio de butacas. "No es un espectáculo para comer palomitas. Es una proposición de dramaturgia, con un encuentro muy preciso entre la música (en directo) y las imágenes", advierte el director y narrador del montaje. Su voz subraya el comienzo y el final de la obra.

Es un espectáculo que tiene la belleza y la fragilidad del riesgo, "pero ese riesgo no es la base, no está buscado", precisa Rigot. "El circo no es sólo piruetas, acrobacias y desafíos. Son infinitas formas de expresión". Un elemento clave es el humor y muchas escenas evocan imágenes del cine mudo que el funambulista vivió en su infancia. "No teníamos tele, mi padre (pintor) no quería, pero nos llevaba a ver películas de Charlot y Buster Keaton", recuerda este hombre, que construyó un "cable pequeñito" para que una de sus hijas (hoy violinista) jugara de pequeña. Esas historias burlescas y mímicas que bebió en el cine fueron alimentadas después por sus estudios circenses con un colaborador de Jacques Tati, y se notan en la producción Le fil sous la neige.

Detrás de las aparentes torpezas que provocan risas se esconde una técnica depurada, pero libre, que entronca con la manera "anárquica, sin academicismo" con la que Rigot abordó el circo desde sus comienzos. "Cada personaje es realmente una personalidad, con los rasgos de distintos caracteres. En conjunto ofrecen un abanico de posibilidades interpretativas muy grande. Ellos escriben sus ideas y luego las pasan por el cuerpo, las traducen en movimiento", afirma Rigot sobre su equipo. "Son sensibilidades orquestadas que conducen a lugares sorprendentes. He tenido la oportunidad de trabajar colores más allá de los que yo podía ofrecer", reconoce humilde.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Precisamente el trabajo en talleres con artistas jóvenes, que reclamaban sus conocimientos, fue lo que le hizo reconducir su vida artística. "Después del accidente me planteé un montón de preguntas. Cuando pensaba en un espectáculo me veía siempre yo actuando. Pero gracias al proceso formativo de otros artistas pude embarcarme en un espectáculo y tener una mirada externa sin ser yo intérprete", cuenta Rigot. No obstante, abordará un papel de actor en su próximo proyecto, donde trasladará al alambre un viaje de Edipo. Sólo habrá una mujer equilibrista.

Él compartió cable con su mujer en la vida real y lo que sucedía ahí arriba "era muy potente". "Una pareja marca otro trabajo de estabilidad. Crea una situación emocionante, muy simbólica. El equilibrio en el alambre es una metáfora de la vida. El arte del cable es un lenguaje. Se crea a través de una técnica que se supera para llegar a otra cosa. Nos permite contar historias", insiste.

Alguna vez pensó "se acabó. Lo dejo todo". "Pero llegué a la conclusión", dice, "de que mi vida no sería la misma sin el circo. No tengo otro modo de expresión".

Les Colporteurs. Le fil sous la neige. Del 12 al 16 de noviembre. Teatro Circo Price (ronda de Atocha, 35). www.esmadrid.com

Antoine Rigot, en el Circo Price.
Antoine Rigot, en el Circo Price.MANUEL ESCALERA

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Rosa Rivas
Periodista vinculada a EL PAÍS desde 1981. Premio Nacional de Gastronomía 2010. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense. Master en Periodismo Audiovisual por Boston University gracias a una Beca Fulbright. Autora del libro 'Felicidad. Carme Ruscalleda'. Ha colaborado con RTVE, Canal +, CBS Boston y FoolMagazine.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_