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DANZA | La semana por delante

Diez años de Cruceta

Durante una década la compañía Cruceta Flamenco ha tratado de buscar una identidad propia en su lenguaje de danza española, buscando un estilo personal donde se pueda mezclar exitosamente la experiencia ancestral del flamenco con las posibilidades más libres de la escena contemporánea. De ahí que Mariano Cruceta y María José Sanz no teman el riesgo y siempre encontremos sorpresas formales en sus obras. Esta vez estrenan La confidencia (teatro de Madrid, 4 y 5 de marzo, a las 20.30) dentro del ciclo Cartografías de la danza. El elenco se completa con Gustavo Hoyos (Kaos) y Roberto Manzano (Roborob) contando con la dirección musical y la mayoría de las composiciones son de Carolina Planté con un grupo de música en directo. Los coreógrafos plantean La confidencia como un espectáculo intimista que pretende relacionar activamente al espectador. Partiendo de ritmos y estructuraciones tradicionales, como pueden ser una farruca o un fandango, un solo de zapateado o una guajira, Cruceta y Sanz trufan las nuevas coreografías con citas propias de sus obras anteriores.

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