11 años fugado y 48 de cárcel

David Lozano Martínez, el último imputado pendiente de juicio por el crimen de la discoteca Amnesia, se sentará hoy en el banquillo de los acusados en la Audiencia Provincial. Justo 11 años y medio después del mortal tiroteo que acabó con la vida de una persona. Durante este tiempo ha estado fugado en México y en Málaga. La policía le detuvo en septiembre en Benalmádena (Málaga) con un pasaporte falso a nombre de David Arévalo.

Lozano, de 33 años, se enfrenta a una petición fiscal de 48 años de cárcel por delitos de homicidio consumado y otro de tenencia ilícita de armas, entre otros. El crimen se remonta a la madrugada del lunes 10 de mayo de 1999. Un grupo mafioso, conocido como la banda de los iraníes, acudió a la discoteca Amnesia, en la Puerta de Toledo. Los cinco criminales conducían un BMW que detuvieron junto a la entrada del local, custodiada por cuatro porteros.

David Lozano huyó a Cancún donde se operó la nariz y los pómulos

La policía lo detuvo cuando visitaba a sus parientes en Benalmádena

La banda atacó a los vigilantes con bates de béisbol y machetes. También llevaban pistolas. "Sin mediar palabra y con el fin de darles muerte, comenzaron a disparar", relata el escrito del fiscal. "Los procesados Alfonso Taborda y David Lozano golpearon con un objeto punzante a Víctor Manuel Pozo Patón, mientras Babak Mehdizadeh le disparaba con una pistola en el tórax y en el brazo derecho", añade.

Lozano efectuó un disparo contra Juan José Zacarías, quien resultó herido y tardó 90 días en recuperarse. El que falleció fue Víctor Manuel Pozo Patón, que fue tiroteado en el hemitórax derecho. "Fue una herida mortal, al ocasionar una hemorragia fulminante en el tórax, que le ocasionó la muerte. Recibió otro impacto en el brazo derecho", recoge el escrito del fiscal.

El tiroteo fue a la entrada del local y en las inmediaciones se produjo un violento tiroteo. Los agentes de la Policía Científica encontraron 24 casquillos de cuatro calibres diferentes. Junto al cadáver de Víctor Manuel Pozo había una pistola de la marca CZ modelo 83. Otras dos armas de fuego fueron decomisadas por los investigadores en los domicilios y los coches de los detenidos. Todas carecían de números de serie.

Detrás de este enfrentamiento se escondía la presión de la banda de los iraníes para hacerse con el control de la vigilancia en las discotecas de Madrid y poder vender en ellas drogas, en especial éxtasis. Es la tesis que mantuvo la policía. El grupo protagonizó otro crimen en 1998. Lozano fue detenido a principios de julio de 1999 en su casa en Torrejón. La policía halló dos cuchillos, una navaja y un puño americano. Estuvo en prisión cuatro meses. Después quedó en libertad a la espera de juicio, tras pagar 6.000 euros de fianza. Pero el día de la vista oral no compareció. La Audiencia Provincial dictó el 28 de enero de 2004 una orden de busca y captura contra él.

Lozano ha estado huido durante estos años en América. Allí supuestamente se hizo retoques quirúrgicos en nariz y pómulos. Hace unos meses los investigadores del Grupo de Localización de Fugitivos de la Policía lo encontraron en Cancún (México). Los jueces dictaron una orden internacional de detención.

El acusado cometió el error de volver a Benalmádena a visitar a sus familiares. Ese fallo permitió su arresto. El 11 de septiembre de este año fue capturado en un local de ocio del puerto deportivo Puerto Marina. Llevaba documentación falsa. Ingresó en la prisión de Alhaurín de la Torre (Málaga).

El abogado que defiende a Lozano ha presentado un escrito negando su participación en los hechos. Por ello, piden la libre absolución del imputado.