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Una antena telefónica será desmontada tras nueve años sin licencia

Un juez ratifica el cierre que decretó el Ayuntamiento de Móstoles, aún sin ejecutar

Oriol Güell

La empresa Vodafone deberá dejar de utilizar una antena de telefonía móvil instalada en la azotea de un edificio en Móstoles y que funciona desde 1997 sin licencia de actividad. Así lo ha decretado un juzgado, que confirma la decisión del Ayuntamiento de Móstoles dictada en diciembre de 2004 y aún no ejecutada. Algunos vecinos culpan a la antena de varios casos de cáncer en la zona, pero un estudio de la Consejería de Sanidad lo negó.

La estación de telefonía móvil, situada en la azotea del número 1 de la calle de Julio Romero de Móstoles, es motivo de discordia entre algunos vecinos, el Ayuntamiento y la compañía desde 1997.

Aquel año, la comunidad de propietarios y la empresa acordaron la instalación de una antena, por la que la compañía pagaría a los vecinos 3.600 euros al año. En los años siguientes, sin embargo, algunos vecinos empezaron a desconfiar de la instalación.

"Primero había sólo una antena. Luego pusieron tres. Ahora hay nueve y muchos generadores y baterías", explica Antonio Gómez, un vecino. "Lo peor, sin embargo, fue el aumento de los casos de cáncer entre los vecinos", denuncia Gómez, que sufrió un tumor maligno en el colon y que lidera la oposición vecinal a la antena.

Según este vecino, en la zona cercana a la antena han aparecido un centenar de casos de cáncer. "Primero detectamos 25 casos en los edificios situados bajo la antena. Pero luego, como hay otras dos antenas a menos de 200 metros, ampliamos el círculo y hemos encontrado muchos más casos", afirma. Pese a las denuncias de Gómez, convencido de la relación entre la antena y los tumores, las dos investigaciones realizadas hasta la fecha -una de la Consejería de Sanidad sobre 17 casos y otro de la Universidad Rey Juan Carlos- han concluido que esta relación no existe.

Un portavoz de la empresa telefónica Vodafone reiteró ayer que "todas las mediciones realizadas demuestran que en la zona la radiación es un 99% inferior a los máximos fijados por la Organización Mundial de la Salud".

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Situación irregular

Las denuncias de los vecinos, sin embargo, pusieron en evidencia la situación irregular de la antena: la empresa había pedido una licencia de obras para instalarla, pero no la de funcionamiento. Esto llevó al Ayuntamiento de Móstoles a decretar el 14 de diciembre de 2004 "la suspensión cautelar" de la instalación y su "cese de forma inmediata".

Según un informe realizado por técnicos municipales, "en el Ayuntamiento no se ha localizado ningún expediente que ampare la autorización de apertura y funcionamiento de la instalación".

El informe, sin embargo, no aclaraba cómo el Consistorio de Móstoles había permitido que la antena funcionara durante casi ocho años sin tener la licencia.

Vodafone, sin embargo, recurrió la decisión municipal, lo que le ha permitido mantener la instalación en funcionamiento. El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 19 ha desestimado ahora el recurso de la compañía y ha confirmado su cierre. "A ver si la clausuran ya de una vez", afirma Gómez.

Éste, sin embargo, está decidido a seguir adelante con las demandas contra Vodafone y las otras dos empresas de telefonía que tienen antenas cerca. "Lo llevaré por la vía penal porque es necesario investigar más los casos de cáncer y los fallecimientos", concluye.

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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