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Los arreglos tendrán que esperar

La Consejería de Educación y la Complutense se reúnen para estudiar los desperfectos en los colegios mayores pero no llegan a ninguna solución

Pablo de Llano Neira

Cumbre de instituciones para arreglar un techo de escayola. Los desperfectos de los colegios mayores de la Universidad Complutense, aireados esta semana por los residentes y reconocidos entre dientes por el rectorado, no tienen de momento una solución planificada. Responsables de la Consejería de Educación (que inspeccionaron los colegios el jueves) y de la Complutense se reunieron ayer por la mañana para buscar soluciones y únicamente acordaron arreglar el techo del colegio Santa María de Europa, una obra que ya había previsto la universidad antes de esta cita. "No se ha hecho una lista de obras prioritarias", explicó un portavoz de Educación. "Pero habrá más reuniones después de Semana Santa".

Ambas instituciones se enzarzan en una lucha por ver quién paga las obras

Reuniones y más reuniones. Justo antes de que el viceconsejero de Organización Educativa se reuniese con técnicos de la Complutense, la consejera de Educación, Lucía Figar, charló con representantes de la Plataforma por la Defensa de los Colegios Mayores sobre sus reivindicaciones. Figar repitió, como anteayer, su tesis sobre la razón de ser de los problemas: "Es inaceptable que la universidad diga que han faltado fondos; desde 2003 han recibido 143 millones de euros para obras". Y resaltó los datos de un documento que le entregaron los colegiales, una lista de quejas y propuestas que los alumnos enviaron esta semana al rectorado. "Está firmado por un 92% de los residentes", dijo Figar. "Así que no estamos hablando de una minoría". Los colegiales atendieron luego a la prensa, precisaron los fallos de sus edificios ("techos caídos, humedades, goteras...", relató su portavoz, Javier Zaldívar, del colegio Santa María) y se confiaron a los acuerdos que pudiesen alcanzar Educación y la Complutense. Pero nada cambió después de la reunión.

"Los seis millones que tenemos para obras están comprometidos. Si la Comunidad quiere que hagamos más en los colegios, que nos dé soluciones", comentó ayer un portavoz de la Complutense. Pero su idea rebota contra el frontón del Gobierno regional, que se aferra a la suya: "La universidad tiene un presupuesto asignado y debe asumir los gastos", juzgó la consejería. Ambas partes, paradójicamente, coincidieron en que hubo un tema que no se tocó en la reunión: de dónde saldrían los fondos para obras en colegios mayores. Parece olvidada la idea que lanzó el jueves el vicepresidente de la Comunidad, Ignacio González, de que el Gobierno emprendiese las obras y le descontase luego el coste a la universidad de su partida anual.

Hasta después de Semana Santa, si es que hay más reuniones entonces, la única obra que se hará será la del techo del colegio Santa María. Quedan pendientes más techos defectuosos, dos comedores cerrados, grietas, goteras, humedades y familias de cucarachas, según comentan los colegiales. El "plan urgente" que lanzó Educación el jueves se ha enfriado.

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