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Reportaje:

Un atraco de 75 segundos

La policía cree que los ladrones de IKEA son 'aluniceros' españoles

Son españoles, no están muy entrenados y desconocen cómo moverse en un gran centro comercial. Ésas son las principales hipótesis que maneja el Grupo XIII, dedicado a la lucha contra los atracos, de la Policía Judicial de Madrid, que investiga el atraco perpetrado la tarde del domingo en el centro comercial IKEA del Ensanche de Vallecas. Los agentes han centrado sus pesquisas en el BMW en el que huyeron los atracadores, ya que está a nombre de un viejo conocido de la policía, un supuesto especialista en alunizajes (empotrar un coche contra un local para robarlo).

El atraco fue visto y no visto. Así lo demuestran el vídeo de un minuto y 15 segundos de duración que captaron las cámaras de seguridad de IKEA. "Todo fue como en una película". El joven guarda de seguridad se frota las manos. No es por el frío. Aún recuerda nervioso cómo se sucedieron los acontecimientos. Minutos después de las siete y media de la tarde del domingo.

Los asaltantes se apoderaron de unos 5.000 euros en efectivo

Eran las 19.20 y el centro comercial estaba abarrotado, con unas 2.000 personas que aprovechaban el domingo para comprar. "De pronto, vi que había gente que venía corriendo y saltaba por encima de las cajas para entrar al fondo de la tienda. Segundos después llegó el coche. Se empotró contra la salida y entró hasta dentro", relata Luis, un hombre de mediana edad.

Las imágenes de las cámaras de seguridad muestran cómo en el interior del vehículo viajan cinco encapuchados. Por su complexión, todos parecen ser varones, según fuentes de la seguridad de IKEA. Tres de los atracadores se bajan a toda velocidad del todoterreno Jeep Grand Cherokee y se van directamente a la línea de cajas. Mientras uno de ellos se dirige a la caja central, otros apuestan por dos cajeras. Uno de ellos llevaba una maza de hierro. El otro, una pistola. "Dispararon en un par de ocasiones y todo el mundo se tiró al suelo. Fueron momentos de mucho miedo", continúa el testigo, que se encontraba entonces en una de las cajas, a punto de pagar sus compras.

Mientras los ladrones se dirigieron a las cajas, situadas a apenas 10 metros de la salida contra la que estrellaron el vehículo, el que quedó en el interior del Jeep Grand Cherokee maniobraba para dejarlo dirigido hacia la salida. Fuentes de IKEA afirmaron que los atracadores desconocían el funcionamiento del centro. Fueron a la caja central, cuando ahí no hay ningún dinero en efectivo. Se dedica a atender a los clientes para solucionarles sus problemas. "Varias cajeras se quedaron debajo de las cajas y vieron a los ladrones cómo las rompían para llevarse el dinero", añadió Marisa, una empleada del centro comercial. "Fue un susto tremendo", añadió.

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"Las chicas de la caja gritaban que no tenían dinero, pero las amenazaban con su arma", continuaba Luis. A su lado, otra empleada del centro comercial miraba a los niños que se encontraban en la tienda. "Quería ir a por los niños, pero yo la sujetaba e intentaba calmarla", prosigue el cliente, quien recuerda que "por la megafonía hablaban de no sé qué código".

También allí, en el suelo, refugiándose tras cualquier columna se encontraban varios trabajadores de limpieza del centro. Uno de ellos, de complexión fuerte y estatura baja, recordaba ayer que todo le pareció "muy rápido". "No nos dio tiempo a ver casi nada. Nos tiramos al suelo y casi ni mirábamos hacia arriba", describía. "Junto con algunos trabajadores de IKEA comencé a llamar a la gente hacia los sitios por los que podían salir hasta que escuché el ruido de los disparos, lo que provocó mayor susto", explicó Marisa. Algunos responsables del centro comercial creen que las balas de los atracadores eran de fogueo.

Debido al aumento de los robos en el Ensanche de Vallecas, un coche patrulla estaba en las inmediaciones del centro comercial. Los agentes observaron cómo salían varias personas de forma apresurada. "Hay gente dentro con pistolas" les gritaron los afectados.

Uno de los policías entró pistola en mano en IKEA, momento en el que fue apuntado por uno de los atracadores. El agente, que ha ingresado este año en el cuerpo, pegó dos tiros al aire. El atracador no hizo ningún ademán de deponer su actitud. El policía hizo otros cinco disparos, sin alcanzar a nadie. A continuación el delincuente se montó en el todoterreno. "No pasaron ni dos minutos cuando, a toda velocidad, salieron por la calle lateral de la tienda hacia la carretera seguidos por un turismo negro", explicó una testigo.

Los ladrones salieron corriendo al aparcamiento, donde estaba los otros tres atracadores. Éstos efectuaron varios disparos contra el agente desde la luneta trasera del vehículo. Fueron repelidos por el policía, sin que alcanzara a nadie. En el intercambio de disparos no se registraron heridos, pese a que la zona estaba muy concurrida por ser un dia festivo con los comercios abiertos.

Los proyectiles quedaron alojados en la chapa del jeep, que fue localizado a los pocos minutos en las proximidades del centro. Tenía la luna trasera rota, el bombín forzado, el puente eléctrico realizado, varios impactos de bala y daños importantes en la parte delantera, según fuentes del caso.

Los ladrones se apoderaron de unos 5.000 euros, según confirmó ayer IKEA. Tras abandonar el aparcamiento del centro comercial, los delincuentes se subieron en un BMW negro robado. La novia del propietario de este automovil acudió a la comisaría de policía de Villa de Vallecas y, sobre las once de la noche, denunció el robo del vehículo. Lo tenía aparcado en la calle de Entrepeñas. La mujer aseguró que, sobre las ocho de la noche, oyó cómo arrancaban el motor. Añadió que, cuando se asomó a la ventana, el vehículo ya no estaba en la calle. La policía desconfía de esta versión, ya que el vehículo está a nombre de un supuesto ladrón.

La forma de actuar de los atracadores de IKEA es idéntica al modus operandi de una banda especializada en robar Media Markt (grandes tiendas de electrodomésticos) en fechas previas a las navidades. Ese grupo, armado con pistolas de fogueo y bates de béisbol, asaltó tres establecimientos de esa cadena comercial en menos de dos semanas en diciembre de 2004.

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