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Entrevista:JULIO BOCCA | Director del Ballet Nacional SODRE de Uruguay

"El ballet está globalizándose"

El gran artista argentino del ballet Julio Bocca (Munro, Buenos Aires, 1967) sigue siendo el mismo de siempre, Julito, ese tipo afable y cercano siempre disponible que a la vez es un astro mundial muy reconocido en el mundo de las artes escénicas globales. Julio colgó las zapatillas hace casi cuatro años con un espectáculo masivo en que el decorado era el Obelisco Porteño de Buenos Aires: 300.000 argentinos le vitoreaban; un Maradona de la danza, pero mucho más respetado que el futbolista por su disciplina y su entrega. Ahora su primera escala europea es en Madrid, al frente del Ballet Nacional de Uruguay (SODRE), una de las compañías de más solera de Latinoamérica (se fundó en 1935) y que está conociendo una verdadera resurrección estética y funcional desde el 1 de junio de 2010 cuando Bocca aceptó ponerse al frente de la compañía.

"Queremos que el SODRE vuelva a ser lo que era y llevarlo un poco más allá"
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Pregunta. ¿Dudó de aceptar el puesto en el SODRE de Montevideo?

Respuesta. Ni un momento. Pensé que les podía aportar toda mi experiencia, no solo como bailarín, sino como director y a la vez yo también podría aprender de una compañía que tiene tan larga trayectoria.

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P. Pero la situación del SODRE no es fácil.

R. El SODRE ha tenido momentos muy difíciles, no tenía ni un teatro propio. Yo quise desde el principio transmitir mi aprendizaje, mi vida con las diferentes escuelas. Es un desafío, si pensamos en una institución estatal muy burocratizada. Tenemos al mismo tiempo el apoyo de mucha gente, pues está claro que todos queremos que el SODRE vuelva a ser lo que era y llevarlo un poco más allá.

P. ¿Qué incluyen sus planes inmediatos?

R. Estructurar la agrupación de manera activa; mantener y potenciar el gran repertorio clásico a la vez que a los coreógrafos de ahora. Ya hicimos Giselle con la orquesta en el nuevo teatro, 10 funciones (2.000 localidades) a teatro lleno a diario. Se trata de recuperar a ese público del ballet que existe. Luego vendrán obras de Forsythe, Duato, Kilian...

P. ¿Y después de Giselle?

R. Hicimos El lago de los cisnes, que fue mucho mejor pues tuvimos un poco más de tiempo. Dimos una primera gira por el interior del país, la primera después de 50 años.

P. ¿Qué opina de la polémica surgida por un largo artículo del The New York Times donde se vaticinaba poco menos que el fin del ballet clásico?

R. El repertorio no va a perderse. Es muy difícil de montarlo bien, y lo que sí es verdad es que quedará solo en las grandes compañías con grandes recursos propios. El público lo demanda. Dependemos mucho también de los artistas que tengamos, de ese magnetismo del solista principal.

P. ¿Cómo ve el ballet hoy en Latinoamérica?

R. La danza está cambiando. La técnica se está modificando. Esto es una realidad objetiva que palpamos cada día no solo en el escenario, sino en la sala de trabajo. Hay mucho potencial en todo el continente.

P. Profundice en eso de la técnica del ballet.

R. La técnica se está unificando, llamemos globalizándose progresivamente, es algo natural. Estamos en la era de Internet. El panorama se abre.

P. ¿Diría internacionalización de los métodos?

R. En parte. Las escuelas antiguas y los métodos tradicionales son importantes en cuanto han tenido su momento, pero hoy ya no se baila así, todo es más ágil. Hay una competencia y una dinámica propia de nuestra época. El ritmo de la vida de hoy no es ajeno al ritmo propio del ballet.

P. ¿Cómo ve la relación entre su compañía y la escuela nacional?

R. Imprescindible. Es la cantera, y es precisamente en la escuela, a través de ella, que se debe verificar ese cambio estético, esa actualización en las maneras. Es importante que los maestros acepten esta nueva óptica.

P. Póngame un ejemplo.

R. Wilhelm Burmann es un buen ejemplo, creo que debe estudiarse, cimentarse y analizarse su método, que es nuevo, muy fructífero, y usa lo bueno de los grandes métodos tradicionales.

Ballet Nacional de Uruguay. Hoy lunes 11: teatro de Conde Duque, Madrid. Coreografías de Vicente Nebrada, Óscar Araiz y Ana María Stekelman. Entradas: 22 euros. En www.entradas.com.

El bailarín y director argentino Julio Bocca trae a Madrid al Ballet Nacional de Uruguay.
El bailarín y director argentino Julio Bocca trae a Madrid al Ballet Nacional de Uruguay.JULIO VILLANUEVA

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