Un barrio se levanta contra una pasarela hasta El Ruedo

Ya hay una zanja en el suelo y obreros trabajando al sol. Una nueva pasarela peatonal unirá el barrio de la Estrella (Retiro, 24.528 habitantes) con el de Media Legua (Moratalaz, 20.190 habitantes) por encima de la M-30.

Pero los vecinos de una de las orillas están en contra. Oficialmente, porque es un "derroche innecesario" de 1,7 millones de euros con otro puente ya construido a menos de 300 metros. Es lo que defiende la plataforma vecinal Estrella Verde de Roma, que ayer congregó a unos 400 residentes en una manifestación contra la pasarela y que ha recogido 3.000 firmas.

Dos preguntas al azar a una veintena de vecinos del barrio de la Estrella -"¿Está usted a favor / en contra de la pasarela? ¿Por qué?"- sacan a flote un segundo argumento más espinoso. No quieren "gitanos ni drogas" en el parque de Roma, según la mayoría. Al otro lado, en el edificio de pisos sociales conocido como El Ruedo, defienden que tienen tanto derecho al parque como el que más.Dos horas antes de la manifestación, María Jesús Nogueroles, de 63 años, es la primera que lo nombra. "Yo no digo que sean buenos ni malos los gitanos, habrá de todo, pero es que en ese sitio hay mucha droga, el puente me parece fatal". Marta Nombela, de 41, cuenta sentada en una cafetería que "la gente está que trina" porque les van a conectar con "un foco de delincuencia". "Los gitanos son muy conflictivos", opina. Y Paula, de 15 años, lo repite: "Van a echar para acá a todos los gitanos".

La plataforma de La Estrella ha recogido 3.000 firmas contra el puente "No nos deben aislar como maleantes", dicen en El Ruedo

De 22 vecinos o trabajadores de La Estrella con los que habló este periódico antes y durante la manifestación, 15 rechazaron la pasarela por miedo a la delincuencia y a los gitanos, cuatro por el gasto y uno aseguró que le daba igual. Sólo tres estaban a favor. "No veo razón para que no lo hagan, el otro puente está algo lejos", asegura Marta Ontañón, de 37 años. Pasea justo por el parque de Roma con su hijo y su pareja, Juan Madoz, que considera que el cercano puente de Moratalaz (por donde circulan coches y peatones) tiene "poco espacio para el que va a pie".

Marisa Alonso, portavoz de la plataforma, defiende una lista de prioridades "antes que una pasarela por la que nadie ha preguntado al barrio". Reclama al Ayuntamiento un centro de mayores, una biblioteca, un ambulatorio o una línea de autobús que se adentre más por sus calles. Ni ella, ni las pancartas, ni los lemas ("Gallardón, ponla en tu salón" o "Si haces la vía, te va a votar tu tía") incluyen nada políticamente incorrecto. Pero durante la marcha, de nuevo el miedo. "Esto va a dejar de ser un lugar seguro", comenta Lourdes, que no da apellido. A su lado, María Jesús (también a secas) asiente: "Las drogas y los gitanos van a llegar antes y más rápido". Ninguna, aseguran, ha estado nunca en El Ruedo. Lo han visto en la tele. En la acera, sin mezclarse con la marcha, está Pilar Heredia, de la asociación gitana Yerbabuena. La habían invitado para unirse a la plataforma. Pero, tras un sondeo entre la gente, no quiere participar en "una farsa racista". "Rechazan a los gitanos y a todo un barrio; lo vergonzoso es que encima lo disfracen de que es por el gasto económico".

Nadie en el Ayuntamiento quiso ayer hacer ningún comentario.

Al otro lado de la M-30, seis de siete vecinos dicen sí a la pasarela. Alrededor de un poyete de El Ruedo, surge el debate. Pedro Muñoz, de 62 años, cree que es un gasto innecesario. A Leocadio Peláez, de 72, sí le convence. "No nos deben aislar como maleantes, porque no lo somos", protesta mirando enfrente. Cuando el puente esté hecho, dice, dará paseos para disfrutar "de un parque que es de todos".

El Ruedo es un edificio circular con 347 pisos, terminado de construir en 1990 y que sirvió para realojar a los habitantes del poblado chabolista del Pozo del Huevo. El Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) se quedó con parte de las casas para adjudicarlas como vivienda social.