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Los bomberos denuncian descoordinación en la extinción de incendios forestales

Los mandos de la Comunidad critican que los retenes de Medio Ambiente no les obedecen

F. Javier Barroso

Los oficiales e inspectores de los Bomberos de la Comunidad de Madrid han dado la voz de alarma. Han remitido una carta al vicepresidente segundo y consejero de Justicia e Interior, Alfredo Prada Presa, en la que exponen una serie de problemas en la extinción de incendios forestales. Estos mandos aseguran que existe "falta de control y la consiguiente descoordinación sobre los recursos de [la Dirección General de] Medio Natural". La situación puede resultar tan grave, según estos oficiales, que en la región podría repetirse la tragedia del incendio de Guadalajara del pasado mes de julio, en el que murieron abrasados los 11 componentes de un retén forestal. Por eso, piden soluciones urgentes.

La carta fue remitida el 29 de julio por los jefes supervisores, oficiales e inspectores de bomberos de la Comunidad a Alfredo Prada. En la misiva le recuerdan que la legislación hace responsables de la extinción de los incendios al cuerpo de bomberos. El plan de incendios forestales de la Comunidad de Madrid (Infoma) lo deja claro, según los mandos.

La realidad resulta muy distinta, ya que los retenes de la Dirección General de Medio Natural, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, no están controlados por los bomberos. Esto degenera en "una descoordinación sobre los recursos" de esta dirección general y motivan "una grave falta de seguridad sobre los medios actuantes". "¿Cómo podemos ser los responsables -como jefes de extinción- de unos recursos que se activan o desactivan unilateralmente, se ubican y actúan sin la adecuada coordinación por nuestra parte, imposible de aplicar con el modelo actual de campañas de incendios forestales?", se preguntan los mandos de bomberos.

Ubicación en el terreno

Los oficiales apuntan a que estos problemas se originan en la fase de planificación de los recursos y su ubicación en el terreno. Además, los retenes no están preparados en opinión de los bomberos para extinguir incendios forestales, ya que carecen de la formación y del equipamiento necesarios. "¿Qué control podemos tener ante esta situación? La única probable: ninguna. El desgraciado accidente de Guadalajara sólo ha puesto en evidencia una situación potencialmente posible en la Comunidad de Madrid, afectando a toda la escala jerárquica que compone esta consejería, incluidos usted [el consejero Alfredo Prada]", critican los mandos de bomberos.

Los bomberos han mostrado estas graves carencias reiteradamente en los partes de servicio, sin que ningún responsable de la Consejería de Justicia haya tomado cartas en el asunto, según los denunciantes. Otro problema es que las comunicaciones de ambos cuerpos (bomberos y retenes forestales) son distintas, por lo que los bomberos no pueden dirigir los medios de forma adecuada para extinguir las llamas.

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"Estas evidencias no hacen más que comprometer la intervención de los actuantes, lo que puede generar situaciones en las cuales no podemos garantizar su seguridad", añaden los oficiales e inspectores, quienes han solicitado una reunión "a la mayor brevedad" con el consejero de Justicia e Interior para atajar estos problemas. "Si en este plazo de tiempo no contamos con una respuesta satisfactoria a tal respecto, adoptaremos las medidas oportunas con el único objetivo de evitar males mayores", amenazan los firmantes.

Una fuente de CC OO apoyó la denuncia de los mandos y aseguró que esta descoordinación entre los bomberos y retenes genera "una gran inseguridad". "La competencia entre ambos cuerpos es muy grande y el enfrentamiento se hace patente día a día", comentó esta fuente.

Una portavoz de la Consejería de Justicia reconoció que este departamento ha recibido la carta y que la legislación reconoce como mando ejecutivo y responsable al cuerpo de bomberos. Eso sí, negó que existiera descoordinación entre los retenes forestales y los integrantes del servicio de extinción de incendios. "En 2004 fueron aprobados unos protocolos de actuación que reconocen que la dirección y la gestión en un siniestro corresponde al inspector de bomberos que esté de guardia", señaló la portavoz.

En 2005, esos protocolos fueron mejorados, según Justicia, de forma que el mando único estará ubicado en el Centro de Coordinación de Operaciones (Cecop) de bomberos, cuya sede física está en el edificio del teléfono de emergencias 112. "También se han revisado la organización, los planes estratégicos de intervención y los medios y recursos disponibles para los incendios forestales", comentó la portavoz.

Justicia incidió en que las reuniones previas para redactar el Infoma de este año han hecho hincapié en la mejora y en la rapidez del primer ataque en los primeros minutos de que se inicie un fuego. Así se quiere evitar que los fuegos en los bosques alcancen cotas inabarcables y puedan arrasar centenares de hectáreas.

La portavoz institucional no pudo precisar cuándo se llevará a cabo la reunión entre el consejero y los bomberos, ya que el titular de Justicia está de vacaciones y no se prevé que vuelva hasta finales de agosto. La campaña de incendios forestales de verano termina el 15 de septiembre.

Unas 2.600 personas están dedicadas a luchar contra los incendios forestales. De ellos, 1.400 son bomberos que se ven reforzados con la contratación de otros 400 efectivos en verano. Medio Natural aporta cerca de 800 personas, entre agentes forestales (250), técnicos y retenes (500).

Los bomberos, apoyados por un helicóptero, trabajan en un incendio en Bustarviejo.
Los bomberos, apoyados por un helicóptero, trabajan en un incendio en Bustarviejo.SANTI BURGOS

El precedente de 1992

Los incendios registrados en Guadalajara han sido claros precedentes para los problemas que se pueden producir en la región, según los mandos de los Bomberos de la Comunidad de Madrid.

Además del reciente siniestro de mediados de julio, en el que murieron los 11 integrantes de un retén forestal en el municipio de Riba de Saelices, los oficiales e inspectores se refieren en su carta a un incendio ocurrido en 1992 en el límite entre Madrid y Guadalajara, en la sierra del Rincón. En este siniestro perecieron los cinco empleados (cuatro hombres y una mujer) de la Agencia del Medio Ambiente (AMA) de la Comunidad de Madrid. Un cambio repentino de viento originó la tragedia al envolver en llamas a las víctimas.

La fiscalía acusó a tres técnicos de Castilla-La Mancha y a otros tres de la Comunidad de Madrid. Entre ellos estaban Enrique Jiménez, el entonces jefe del servicio de extinción del Gobierno regional; José Luis Lacalle, otro jefe del servicio de extinción e ingeniero de montes, y el también ingeniero de montes de la Comunidad Luis Mata.

El caso quedó archivado en aquella ocasión porque los jueces que instruyeron la causa entendieron que los delitos habían prescrito y que los acusados no habían sido informados de sus derechos correctamente cuando prestaron declaración. A pesar de que los delitos prescriben a los tres años, según el Código Penal, a algunos acusados se les tomó declaración en 1997, cuando ya habían transcurrido cinco años del siniestro.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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