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La brecha socialista se ahonda en Leganés

La futura dirección del PSM deberá resolver la crisis abierta por cuatro ediles

La quinta ciudad más poblada de Madrid no gana para sustos. Y el Partido Socialista Madrileño (PSM), tampoco. "Me faltan cuatro". Tres palabras en el oscuro pasillo que lleva al salón de plenos reabrieron el martes la crisis en el gobierno de Leganés (187.400 habitantes). Las pronunció Rafael Gómez Montoya (PSOE), media hora antes de su primer pleno como alcalde. Y suspendió la sesión para no perder las votaciones. Los cuatro ediles socialistas críticos con su proyecto (Santiago Llorente, Laura Oliva, María José Banegas y Juan Antonio González) no estaban. Sólo Gónzalez avisó de que no iría por "motivos laborales". El equipo de gobierno espera aún las explicaciones del resto.

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Pero ya no corre prisa, al menos en los despachos del socialismo. El asunto ha quedado en suspenso hasta el lunes. Hasta que esté elegida la nueva ejecutiva del PSM, que celebra su congreso mañana y pasado con la intención de cerrar la crisis abierta tras la derrota electoral cosechada el pasado 27 de mayo.

En Leganés, como también en el congreso, se libra un pulso entre las dos corrientes principales que aspiran a dirigir el socialismo madrileño: los seguidores del alcalde de Parla, Tomás Gómez (que cuenta con el respaldo del anterior responsable, Rafael Simancas) y los de José Cepeda (representante de los seguidores de José Acosta).

Los cuatro ediles que faltaron al pleno pertenecen al sector acostista y Gómez Montoya los ha dejado fuera de su equipo de gobierno, por lo que tampoco cobrarán sueldo. "Están fuera por su apoyo explícito a José Cepeda", asegura Juan Antonio Ruiz Castillo, portavoz del aspirante acostista a dirigir el PSM. Acusa al regidor de Leganés de "no tener cintura política" para dialogar.

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La gestora que dirige el PSM hasta este fin de semana pidió ayer silencio a todos los implicados. Convocó y desconvocó una reunión con los cuatro ediles críticos, según dos de ellos, y anunció después que no tomaría ninguna medida disciplinaria. "A 48 horas del congreso no es lógico darse prisa para tomar una decisión", justificaron en la gestora.

El mismo mensaje desde Ferraz, sede de la dirección federal del PSOE. "Actuaremos con rigor si es necesario", indicó ayer a Efe el coordinador de Política Municipal, Carlos Daniel Casares. Contactarán con los cuatro ausentes "para escuchar su explicación y, después, actuar en consecuencia", pero no dio fecha para ello. Ferraz sólo llamó ayer a consulta al alcalde y miembro de la gestora del socialismo madrileño, Rafael Gómez Montoya. Fue una reunión "rápida y descriptiva", según los socialistas leganenses, que atraviesan una crisis larga y complicada.

Larvada desde 2003, la herida en el socialismo leganense se abrió con fuerza en septiembre de 2006. El entonces secretario general del PSM, Rafael Simancas, impuso a Gómez Montoya como candidato a suceder al entonces alcalde del municipio, José Luis Pérez Ráez. Sin primarias y sin considerar que la agrupación socialista de Leganés (dominada por los acostistas) respaldaba a otro aspirante, Luciano Represa.

En mayo llegaron las elecciones, que en Leganés dejaron el siguiente reparto de poder: PP, 12 ediles, PSOE (11), IU (3) y uno para el grupo independiente, ULEG. Se esperaba una nueva alianza de izquierdas que no se produjo. En la sesión de investidura, IU votó en blanco. Las direcciones nacionales de PSOE e IU llamaron al orden y 23 días después el pacto se produjo. La izquierda recuperó Leganés con una moción de censura.

Superado el escollo, llegaron las negociaciones para el reparto de carteras. Y de nuevo los problemas, pero esta vez sólo entre socialistas. El pasado 13 de julio, el alcalde ofreció cuatro áreas a los concejales críticos: Sostenibilidad, Salud y Consumo, Seguridad Ciudadana y Desarrollo Local. Les garantizó además que tendrían cuatro directores de servicio y otros cuatro asesores más con una condición: el propio Rafael Gómez Montoya debía dar el visto bueno. Según el equipo de gobierno, porque "se buscaban perfiles profesionales". Según la otra parte, para vetar la entrada en el gobierno del ex secretario de organización del PSOE en Leganés, Luis Martín Sierra. Fuentes cercanas al alcalde admitieron el veto, sin aclarar los motivos.

La cuestión quedó aparcada porque urgía elegir a los delegados para el congreso extraordinario del PSM. El sector que apoya a Cepeda asegura que hicieron "un gesto de buena voluntad" para pactar la lista a pesar de su mayoría: Gómez Montoya elegiría a 18 y los críticos, a 23.

Cerrada la lista de delegados el pasado día 13, los socialistas retomaron la negociación de las carteras. No hubo acuerdo, según los acostistas. Tres días después, el alcalde firmó el decreto del equipo de gobierno y dejó fuera a los críticos. Y entonces llegó el "faltan cuatro". Estos ediles querían, con su ausencia, hacer una "llamada de atención" a la gestora, según fuentes próximas a estos concejales. Pedían así al PSM una solución a la fractura de Leganés. Tendrán que esperar.

Gómez Montoya saluda a Simancas ante la mirada de Cepeda, a su izquierda, en el pleno de moción de censura.
Gómez Montoya saluda a Simancas ante la mirada de Cepeda, a su izquierda, en el pleno de moción de censura.B. P.

Lo que quedó sin aprobar

Todas las cuestiones previstas para la sesión plenaria del martes pasado quedaron en el tintero en medio de la batalla de los socialistas. Si todos los ediles hubieran acudido al pleno, si el alcalde no hubiera decidido suspenderlo en el último momento, el Ayuntamiento de Leganés tendría hoy menos asuntos pendientes que hace una semana. Entre ellos, los precios para las escuelas infantiles, el programa de subvenciones para la rehabilitación de edificios o la aprobación de permutas de terreno y de convenios urbanísticos.La constitución formal para este mandato de dos empresas municipales del municipio - EMSULE (vivienda) y LEGACOM (comunicación)- también estaría al día, después de dos meses de retrasos. Si los 14 ediles del equipo de gobierno (11 del PSOE y 3 de IU), hubieran podido juntar sus votos, se habría resuelto también la composición de las comisiones informativas, la periodicidad de los plenos, la designación del personal eventual o la dedicación de los concejales.

CRONOLOGÍA DEL DESENCUENTRO

Septiembre 2006. El secretario del PSM, Rafael Simancas, impone a Rafael Gómez Montoya como candidato socialista a la alcaldía de Leganés. La agrupación socialista del municipio lo rechaza. No hay primarias.27 de mayo. Elecciones municipales. En Leganés, el PP consigue 12 ediles, los socialistas, 11, IU (3) y ULEG (1).16 de junio. Sesión de investidura. IU vota en blanco. La popular Guadalupe Bragado es elegida alcaldesa.17 junio- 19 junio. IU quiere retomar el pacto con el PSOE, que inicialmente rechaza negociar. Median las direcciones federales de ambos partidos.19 junio. IU cita a Narbona, presidenta de la comisión gestora del PSM, para resolver la crisis de Leganés.26 junio. La izquierda se reconcilia. PSOE e IU acuerdan una moción de censura contra el gobierno de Bragado.8 de julio. Se celebra el pleno de la moción de censura.13 de julio. El sector mayoritario socialista en Leganés (acostistas) acuerdan con el otro sector una lista conjunta de delegados para el congreso del PSM. Empieza la negociación para el reparto de concejalías.16 julio. El alcalde firma el decreto del reparto de concejalías. Los cuatro ediles críticos quedan fuera.24 julio. Primer pleno con Gómez Montoya como alcalde. Los cuatro ediles críticos no se presentan. el regidor suspende la sesión.

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