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La capital multará por el ruido durante el botellón

La Policía Municipal multará con hasta 600 euros a quienes alboroten mientras beben - La Comunidad solo tramita un 10% de las sanciones

María Martín

Llega la última medida del Ayuntamiento de la capital para combatir el botellón. La iniciativa viene de la mano de la concejal de Medio Ambiente, Ana Botella, que incluirá en la nueva Ordenanza del ruido sanciones de entre 300 y 600 euros para aquellos que además de beber en la calle molesten a los vecinos. "Trataremos de hacer compatible el ocio nocturno, el descanso y la limpieza de la ciudad", afirmó Botella.

Tarea nada fácil porque la misma Ana Botella reconoció que el fenómeno del botellón, no solo no mengua, sino que se está ampliando a nuevas plazas del centro de la capital.

Con la nueva norma, que tipificará como falta leve el alboroto que impida el descanso en zonas residenciales, el trabajo de la Policía Municipal se multiplica. Los agentes, sin el apoyo de técnicos de Medio Ambiente y sin medidores de niveles de ruido, tendrán que poner dos multas cuando entre en vigor la ordenanza: una por beber en la calle y otra por hacer ruido. Y si los sancionados son menores serán los padres, como ya contempla la llamada ley antibotellón, los que asuman la responsabilidad del jaleo de sus hijos.

La Policía impuso este año de enero a septiembre 23.000 multas por botellón
La Comunidad tenía en 2008 unas 45.000 sanciones sin tramitar

Además, Botella ha propuesto a la Consejería de Sanidad, que ejecuta las sanciones, que permita al Ayuntamiento asumir esa competencia, según adelantó ayer El Mundo. Nuevas fórmulas para superar una asignatura pendiente desde 2002.

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Hace ocho años que la Comunidad de Madrid cuenta con una normativa específica para acabar con las copas en la calle. Desde entonces, además de la mayor presencia policial, se ha prohibido la venta de alcohol en todas las tiendas de alimentación del distrito de Centro, se ha experimentado con programas de ocio nocturno alternativo y se ha optado por perseguir a los vendedores ambulantes. Sin éxito. Las medidas, según la oposición, no han conseguido limitar el fenómeno.

- Ley antibotellón. Un año antes de ocupar la alcaldía, Alberto Ruiz Gallardón impulsó como presidente de la Comunidad de Madrid la llamada ley antibotellón con la intención de poner coto al consumo masivo de alcohol en las calles. La norma establece sanciones de 360 euros por beber en la vía pública que pueden sustituirse por cursos de concienciación; prohíbe venta de alcohol a partir de las diez de la noche; y multa hasta con 600.000 euros a los locales que sirvan copas a menores.

La ley regional ya nació con la oposición del PSOE e IU, que dudaron de su aplicación y criticaron que había sido fruto de un trabajo "precipitado y no consensuado" ni con los jóvenes ni con el resto de fuerzas políticas y que atendía sobre todo a "las molestias de los vecinos más que a las causas que generan el abuso del alcohol".

- Acción policial. Ocho años después, el botellón ya ha conquistado espacios como la Puerta del Sol o la plaza Mayor.

La policía sigue poniendo multas por consumir alcohol en la calle -22.850 de enero a septiembre de este año- aunque menos que en 2008 (28.624) y mucho menos que en 2009 (46.438). "Estamos pasando del botellín al botellón", dijo el Coordinador General de Seguridad, Javier Conde, para explicar que el descenso se debe a que de las grandes concentraciones de personas se ha pasado a la proliferación de "pequeños grupos en muchos sitios", más difíciles de controlar.

Pocos son, además, los que llegan a pagar un euro por su infracción. Las multas las tramita la Consejería de Sanidad que, según el Ayuntamiento, cursa una ínfima parte de las miles que recibe. Los datos de 2008, ya que la Consejería no ofreció ayer nuevas cifras, reflejan que de las 50.000 sanciones que se emitieron solo se gestionó un 10%.

- Ocio alternativo. Una de las principales críticas del PSOE es que el gobierno municipal no ha acertado con una oferta alternativa de ocio nocturno. Y tampoco el Ayuntamiento asegura haber dado con la fórmula.

El último ejemplo: la eliminación del programa La Noche más Joven, que abría los polideportivos de varios distritos para juegos y prácticas deportivas. "Dos evaluaciones externas nos advirtieron de que no cumplía los objetivos", explica una portavoz municipal que añade que, a cambio, se han incluido Domingo de Deporte y ¿Sales hoy? "Estos programas son informativos. No tienen nada que ver con el otro que sí daba una alternativa", critica la concejal socialista Almudena Fernández, que asume las materias de juventud. "Tiene que haber programas complementarios que prevengan el consumo de alcohol para que deje de verse como la única opción por las noches. No puedes hacer una política para los jóvenes a base de multas".

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Sobre la firma

María Martín
Periodista especializada en la cobertura del fenómeno migratorio en España. Empezó su carrera en EL PAÍS como reportera de información local, pasó por El Mundo y se marchó a Brasil. Allí trabajó en la Folha de S. Paulo, fue parte del equipo fundador de la edición en portugués de EL PAÍS y fue corresponsal desde Río de Janeiro.

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