El chico sensible de la periferia

Algunas constataciones alentadoras sobre Dani Martín. El muchacho no es del mismo Madrí, como haría pensar su inconfundible deje cheli, sino de un pueblecito del norte (Alalpardo) que cuesta localizar en el mapa. No frecuenta el palco del Bernabéu ni gasta maneras chulescas de ariete portugués, aunque esos ojitos claros y la sonrisa de malote también le reporten adhesiones. Presume de hipersensible, piropea a sus papás, frecuenta al psicólogo, alguna vez se siente bicho raro y llora cuando procede, lo que nos viene fenomenal para desterrar a los abanderados de la testosterona, el eructo como saludo y el solysombra vespertino. Y lo mejor de todo: cuando canta vocaliza mucho mejor que en sus incursiones televisivas, lo que anoche, en un abarrotadísimo teatro Coliseum, nos permitió disfrutar de su debut al margen de El Canto del Loco sin dejarnos toda la agudeza auditiva en el empeño.
Martín se nos hace mayor, aun despojado de esa barbita con la que afianzaba su condición de treintañero interesante. Superados ya los traumas de aquellos garitos donde no te dejan entrar con las Converse, Dani retoma con su disco Pequeño la línea argumental que esbozaba en canciones como Peter Pan. Por eso abre su recital con un vídeo en el que ejerce de niño de ET. Y por eso entra en escena montando en bicicleta. Crecer es una jodienda, viene a decirnos, pero no queda otra: seguir creciendo y reivindicar la patria de la infancia.
Abrió la noche con algunas de las canciones más animosas del nuevo álbum (El puzzle, Eres), pero con Los valientes de la pandilla ya perfiló una primera crónica de aquellos años imberbes: tiempos de torpezas e incomprensiones, pero también de rebeldía y autoafirmación. Algo que a Dani, amigo de sus enemigos, siempre se le ha dado bien. Después irrumpe el factor de ese destino tan canalla como para arrebatarle a una hermana a los treintaytantos. Puede que El cielo de los perros diste de ser una canción perfecta, pero costaba deshacer el nudo del estómago mientras la desgranaba, completamente solo, desde el centro del escenario.
Hubo 10 temas de sus años con ECDL, dedicatorias a su "primo David y a Chema", exaltaciones de las "mujeres bonitas" y las que son "raíces de todas nuestras vidas". Y la sensación de que, con músicos como el guitarrista Javi Pedreira, no necesitará recuperar a su banda de antaño. Él se basta para enarbolar la bandera de chico sensible y periférico, una combinación irresistible entre toda esa chavalería que, cuatro semanas después de publicado Pequeño, ya había interiorizado hasta el último de sus versos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
¿Por qué Mercadona dará más vacaciones y una paga extra de un mes a sus empleados?
Trump añade su nombre al Kennedy Center, gran centro cultural de Washington, sin contar con el Congreso
El Banco de la República cierra 2025 con la tasa de 9,25% que mantiene desde abril
Guardiola culmina un cierre atípico de campaña: sin mítines y de paseo por pueblos
Lo más visto
- El Supremo condena a ‘Okdiario’ y a Eduardo Inda por intromisión en el honor de Iglesias al acusarle de cobrar de Venezuela
- Los pagos del Gobierno de Ayuso a Quirón engordan con facturas de hace una década y sin pagar desde tiempos de Cifuentes
- Más de 40 congresistas demócratas piden por carta a Trump que cese en sus “intentos de socavar la democracia en Brasil”
- Los hijos de Isak Andic negocian un acuerdo para pagar 27 millones a la pareja del empresario y cerrar el conflicto por el legado
- Irene Escolar: “Si la gente se droga es porque encuentra en ello una anestesia que necesita. Negarlo es absurdo”




























































