"Los chicos son especiales"

Encima de un pupitre hay una caja de pastas de chocolate a medio comer. Una pizarra digital permanece apagada, la de toda la vida está presidida por un crucifijo. El escritorio de la penúltima fila es un poco más grande de lo normal, y tiene una abertura de media luna hacia dentro. En las paredes, de amarillo mostaza, cuelgan varios mapamundis y una tabla de operaciones con fracciones. De los alumnos del colegio público Méjico de la capital, que han sacado la nota más alta de toda la Comunidad en la prueba de conocimientos indispensables, ni rastro. La mejor clase de sexto de primaria de Madrid está de vacaciones.

Diez chavales de 11 y 12 años son los responsables de haber colocado este año, por primera vez, a un colegio público en lo más alto de la lista (desde que se hace pública la clasificación, según la Consejería de Educación). Un total de 1.258 centros imparten enseñanza primaria en la región (entre públicos, privados y concertados), y ellos han sido los mejores.

La media de la mejor clase fue de un 9,89; la del total de la prueba, un 6,82

27 de los 120 alumnos del centro tienen alguna discapacidad motora

De la decena de pitagorines que han logrado tal éxito, cinco son inmigrantes (cuatro de Sudamérica, una de Rumania) y otro está en silla de ruedas, porque el Méjico, en la avenida de Badajoz de la capital (Ciudad Lineal), es un centro de integración de chicos con problemas motores. 27 de los 120 alumnos tienen alguna discapacidad de este tipo. Alrededor de un 25% son extranjeros.

10 en lengua. 10 en matemáticas. Y un poco menos, un 9,67, en cultura general. El pasado mes de mayo la clase de sexto se lució en los tres apartados del examen de Conocimientos y Destrezas Indispensables (CDI). Su media fue de un 9,89. La del total de 56.000 escolares evaluados, un 6,82.

Almudena Armijo, la directora del Méjico, enseña el centro vacío con la sonrisa puesta. No cabe en sí de gozo: "¡Pienso poner un cartel enorme en la fachada, la ocasión lo merece!".

La Consejería de Educación ha hecho pública la lista de los 15 mejores colegios según la prueba, y de los 100 primeros, aunque todavía no se conoce cuáles son -se sabrá previsiblemente a partir de septiembre, cuando se envíen los resultados a la Asamblea-, sí se sabe que 43 son públicos, 33 concertados y 24 privados. Y si este año la partida la gana la pública, el pasado fue la concertada la que se llevó el gato al agua: entre los 100 mejores, 33 fueron públicos, 39 concertados y 28 privados.

Almudena rechaza enseguida que el motivo del triunfo sea el escaso número de alumnos de la clase (ningún curso del Méjico pasa de 20 escolares, el máximo en primaria son 28 por aula). "Son chicos especiales", defiende. Seis chicas y cuatro chicos. Uno de ellos pasa además a secundaria con mención de honor.

No solo es cuestión de un buen grupo, argumenta. El equipo docente ha trabajado mucho para mejorar los resultados. El año pasado quedaron en el puesto 52. Este año una de las preguntas era nombrar los tres continentes por los que había pasado Alejandro Magno. Los suyos se lo sabían porque los repasaron en la semana cultural, siete días que dedican de forma monográfica a conocer otros lugares del mundo, y en los que los chicos enseñan a los demás su país de origen. Los planetas del sistema solar, otra de las cuestiones, cuelgan del techo en la biblioteca. Era fácil acertar.

La educación pública no es un camino de rosas. Falta dinero, los medios son limitados. "Al final te acostumbras. Si la conexión a Internet va lenta, piensas: ¡por lo menos tenemos Internet!" Pero los profes están implicados, comprometidos, dice la directora. Sandra Valiente, de CC OO, lo ratifica. "Del centenar de colegios que nos pidieron formación este año, solo tres solicitaron algún curso que no les puntuaba para sus sexenios [número de horas de formación que los profesores tienen que sumar cada seis años si quieren un complemento de nómina]. El Méjico era uno".

La publicación de la lista de los 100 primeros colegios ha enfrentado a la comunidad educativa madrileña. Izquierda Unida acudió en 2008 al Defensor del Pueblo para quejarse de la difusión de los resultados, y Enrique Múgica reclamó a la Comunidad que lo evitara en el futuro. El Gobierno regional solo ha facilitado este año la lista de los 15 mejores.

Con la publicidad de número uno es probable que las matriculaciones aumenten en el Méjico el curso que viene. El presidente de la FAPA Giner de los Ríos, José Luis Pazos, quita un poco de optimismo al asunto. "No es garantía de nada. El colegio público de Arroyofresno quedó el año pasado en el puesto número 12 y este ha cerrado por falta de alumnos". Las sillas de ruedas echan para atrás a muchos padres a la hora de matricular a sus hijos en su colegio -"cuando debería ser al revés, ¿no?"-, dice Almudena. Eso y que en la zona (barrio de la Concepción, en el distrito de Ciudad Lineal) hay cinco escuelas. Solo en la misma calle hay dos concertadas.

"La gente tiene la idea de que los términos concertado y religión equivalen a más nivel, pero ahora tenemos los datos en la mano", asegura la jefa, que se muere por enseñar cómo despidieron a los diez chavales: un magnífico coche rojo de cartón a tamaño real preside el salón donde celebraron la graduación. Lo construyeron para que representaran el baile del musical Grease. Era su último día en el Méjico y se lo pasaron en grande. Los brillantes alumnos de la clase de sexto empiezan este curso el instituto. "Pero cuidado, porque la clase de quinto promete", advierte Almudena.