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Tú, al colegio payo, y yo, al gitano

Los padres de una escuela con el 42% de alumnado calé, en contra del traslado

El gitano, menudo y recio, abre los brazos, mira al cielo, y grita con ganas: "¿Por qué no venís aquí, si cogemos todos?". Él mismo se contesta: "¡La mayoría no queréis que vuestros hijos se junten con los nuestros!". El gitano vociferaba ayer en el patio del colegio que toda la vida se ha llamado San Roque, en Villaverde. Pero ayer, primer día de curso, un letrero indicaba que el San Roque es ahora el Cristóbal Colón. La Consejería de Educación ha permutado las instalaciones -distan 300 metros- de los dos colegios, es decir, ha trasladado a profesores y alumnos de uno a otro.

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Entre 30 y 40 padres gitanos, disconformes con el cambio, se plantaron ayer con sus hijos en su antiguo colegio, que tiene el 42% de alumnado gitano y el 45%, inmigrante. Hubo gritos, discusiones acaloradas e insultos -"¡sois unos racistas!"- tanto por parte de los padres gitanos como de los payos que, acatando la orden de la consejería, habían llevado a sus hijos al centro que les toca (el antiguo de los gitanos). Según Educación, el cambio obedece a que el Cristóbal Colón estaba saturado -tiene capacidad para 300 y se habían matriculado 450 para este curso- y el San Roque -con 200 alumnos cuando caben 600-, medio vacío.

Ayer a las nueve sólo había un par de policías municipales en la puerta, que dejaron entrar a las familias gitanas. Los padres subieron a sus hijos a las clases, donde siguieron las discusiones. Algunas madres payas optaron por llevarse a sus niños, que salían con cara de susto. "La dirección dijo que habría dotación policial y que no nos preocupáramos, y mira. Los que lo están pagando son los niños", aseguró una, que no quiso identificarse.

Un rato después llegaron ocho policías nacionales, que desalojaron a los alumnos no matriculados y a sus padres, sin incidentes. Los gitanos, asesorados por la FAPA Giner de los Ríos, van a presentar un recurso contencioso-administrativo contra la resolución de la consejería, al que se sumará el fiscal jefe de Madrid, Eduardo Esteban. "Puede haber algún derecho fundamental en conflicto", aseguró ayer a EL PAÍS.

Por otra parte, los 460 niños que se quedan al mediodía en el colegio Meseta de Orcasitas, en Usera, este curso no comerán, engullirán. El comedor sólo tiene capacidad para 150 personas. La consejería tendría que haber ampliado las instalaciones el curso 2006-2007, y no lo hizo. Se comprometió a hacerlo en junio de 2007 y tenerlo listo en septiembre. Y tampoco. "Previsiblemente la ampliación empezará en octubre", explicó ayer un portavoz de Educación, a pesar de que en abril otro portavoz oficial de la misma consejería aseguró que las obras empezarían en junio. Los alumnos deberán comer con prisa y por turnos.

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Llegada de alumnos al nuevo San Roque.
Llegada de alumnos al nuevo San Roque.CRISTÓBAL MANUEL
Vídeo: BEATRIZ RUBIO / ÁLVARO DE LA RUA / L.RIVAS

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