_
_
_
_
_

La compañía 10&10 Danza sucumbe al ritmo del amor y el agua en el Centro de Nuevos Creadores

El amor y el agua son los pilares sobre los que se asienta el último espectáculo de la compañía 10&10 Danza. Mónica Runde y Pedro Berdäyes presentan desde ayer en el Centro de Nuevos Creadores, en la sala Mirador, sus nuevas coreografías: Ellos y yo y Azul purísima, respectivamente. Mónica en plan seductor y tierno, y Pedro entre metáforas y sueños, demostrarán, hasta el día 28, por qué se hicieron merecedores del Premio Nacional de Danza del año 2000.

Mónica Runde pretende transmitir con la danza 'la complejidad de ese sentimiento que se ha dado en llamar amor'. Con tal propósito ha preparado un cóctel tan variado y contradictorio como la vida misma: lo llama Ellos y yo y está hecho de 'ternura, erotismo, celos, juego, soledad', por emplear las palabras de la artífice. Como envase ha elegido la seducción. La coreografía es 'una revisión de una de las manifestaciones del amor, la seducción, un recorrido por el entramado secreto de la atracción amorosa'. Para conseguir el milagro en el escenario, Mónica se rodea de toda su compañía de bailarines, del violonchelista Luis Felipe Serrano y de la música de Bach.

La otra mitad principal de la compañía 10&10, Pedro Berdäyes, aspira a hacerse de agua a la hora de bailar, porque ha elegido este elemento para su composición Azul purísima. 'No quería hablar del agua de lluvia o del grifo, sino de la lágrima, la sangre, el líquido amniótico; agua que no es sucia, pero que está oculta', explica, metafórico. Berdäyes define su nueva coreografía como 'más física, con un 90% de baile y menos teatro', y ha recurrido a la Sinfonía del Santo Sepulcro, de Vivaldi, y a Borja Ramos, para darle cuerpo musical a la creación.

La compañía 10&10 se aloja en el Centro de Nuevos Creadores como compañía residente. A ellos, según confiesan, les atrae esta sala como el principio de un proyecto más poderoso: 'Poner en marcha un centro en el que la formación, la investigación, la producción y la difusión estén estrechamente entrelazadas, para favorecer el resurgimiento de una nueva generación de creadores'. En trío con el grupo Nuevo Repertorio y la Escuela de Cristina Rota están labrando 'un nuevo espacio para la danza', que se materializará en un teatro con 450 butacas, una sala-estudio de 200, una escuela de arte dramático y danza contemporánea y una programación 'estable' tanto teatral como dancística.

Con este plan pretenden colocar a la danza 'en el puesto que merece'. 'Seguimos esperando las ayudas de las administraciones, y no me refiero a dinero, sino a posibilidades de trabajo; puede tardar cincuenta años en llegar, la danza contemporánea en este país está abandonada', sentencia el coreógrafo de 10 & 10 Danza. Después de celebrar el estreno absoluto de las dos piezas en la sala Mirador, la compañía mostrará su trabajo fuera de España.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_