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Reportaje:

El corto, la estrella de Alcalá de Henares

La localidad madrileña celebra Alcine, el certamen del miniformato

Suele ser aburrido empezar por las cifras, pero es que esta ocasión lo merece: según un estudio de la Consejería de Cultura, en la Comunidad de Madrid se producen el 66% de los cortometrajes españoles. Detrás de esta hegemonía se esconden varios factores. Uno tiene nombre de certamen. Alcine, o el Festival de Cine de Alcalá de Henares, arrancó el viernes y finaliza el 15 de noviembre. Esta cita longeva (este año celebra su 38ª edición) sigue erre que erre: lo suyo son los cortos.

Luis Mariano González dirige el festival desde hace nueve años. "Existe un miedo al cortometraje. Los mayores relacionan el formato con los documentales folclóricos que se proyectaban después del No-Do. Pero el lenguaje del corto está muy cerca de los adolescentes, sus realizadores son jóvenes".

"Muchos se han pasado al digital, pero España está a la cola", dice el director

La llaman la gran fiesta de los cortometrajistas, pero también hay espacio para un ciclo de largometrajes (se proyectan seis filmes entre los que destacan Lo mejor de mí, de Roser Aguilar; Los cronocrímenes, de Nacho Vigalondo, y La zona, de Rodrigo Plà); la exposición La escena cotidiana, con fotografías de 40 actores firmadas por Óscar Fernández Orengo; el cine brasileño (48 horas Brasil, con 30 directores brasileños); un libro (La piel y la máscara, de Lola Mayo), conciertos...

Este año se enfrentan en el Certamen Nacional de Cortometrajes 31 piezas escogidas entre las 342 presentadas. En el Certamen Europeo serán 33. González saca conclusiones. "En Alemania y en los países nórdicos, la mayoría de los realizadores se ha pasado al cine digital. España está a la cola". Como razón apunta a la exigencia, en otros festivales españoles, de que los trabajos se realicen en 35 mm. (Alcine acepta el formato digital).

Este cónclave de cortometrajistas resume la evolución del formato en España. "Nadie se explica el milagro del cortometraje español. Cuando viajamos al extranjero y nos preguntan por el número de cortos, y contestamos que 202 en 2006, alucinan. Nos preguntan: ¿pero cómo se hacen? ¿Dónde se ven? Creo que gracias a iniciativas como Alcine, algunos cortos se ven más que muchos largometrajes", afirma Fernando Lara, director del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA). Sin embargo, no son pocos en la industria los que han manifestado que el cine (corto o largo) no es tanto una cuestión de cantidad como de calidad. Mas aún si se tiene en cuenta que los ingredientes de ese "milagro" son, según el director de Alcine, las subvenciones, la apuesta de las instituciones, la cantidad de festivales (sólo en la Comunidad de Madrid hay 50)... Lola Mayo, dueña de Lolita Films, una productora nacida en 1996 y especializada en cortos (han producido 20) matiza: "Las productoras de este formato viven tres o cuatro años, porque no suele haber fondos para mantener la empresa. Lo nuestro es atípico. Se debe a que trabajamos en otras cosas. Los actores ponen copas, nosotros rodamos documentales y yo escribo libros, imparto clases... No creo en un modelo basado sólo en subvenciones; hay que invertir del bolsillo". Toni Bestard (mallorquín de 35 años) presenta su sexto corto, El anónimo Caronte. "Los cortometrajistas lo tenemos difícil, no tenemos la salida de los largos. Menos mal que nos quedan los festivales e Internet".

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38ª edición de Alcine, el Festival de Cine de Alcalá de Henares (Alcine 38). Del 7 al 15 de noviembre. Información: 918 79 73 80 y www.alcine.org.

Entrada del teatro Cervantes, donde se celebra Alcine.
Entrada del teatro Cervantes, donde se celebra Alcine.SAMUEL SÁNCHEZ

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