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La crisis económica dispara las peticiones del salario social

La mayoría de las 8.610 personas que cobra la prestación son mujeres con hijos

"Es poco dinero, pero peor es estar en la calle". Serafín tiene una visión optimista de la vida y de lo que puede esperar de ella. Quizás porque ha visto su lado más oscuro. Después de vivir 14 años en la calle, los 370 euros que recibe de la Comunidad le sirven para tener una cama, comida y algún vicio: "Café, tabaco... y escuchar al Atleti en la radio".

Serafín es uno de los 8.610 residentes en Madrid que el año pasado recibieron la Renta Mínima de Inserción (RMI) a la que pueden optar los ciudadanos en riesgo de exclusión social. Son 700 menos que en 2007. Los perceptores bajan, pero la demanda de esta ayuda económica mensual sube. El año pasado la pidieron 3.467 personas (un 30% más que en 2007). La lograron 1.434, mientras que muchas no llegaron a término y 780 fueron denegadas (la mayoría por superar los ingresos máximos). En lo que va de 2009, la cifra de solicitudes prácticamente se ha triplicado: de "cerca de 300 a casi 1.000 mensuales", según dijo ayer la consejera de Familia y Asuntos Sociales, Engracia Hidalgo. La consejería, que está estudiando todavía las peticiones de este año, asegura que, en caso de agotarse por la crisis el presupuesto (44 millones de euros) se aumentaría. Hidalgo recordó que esta ayuda "es un derecho".

En los tres primeros meses de 2009 hubo 1.000 solicitudes al mes

La renta de inserción tiene, desde su creación en 2001, un doble objetivo: dar el dinero suficiente para "las necesidades básicas de la vida" y ofrecer apoyos "para la inserción laboral y social" de los beneficiarios. Por eso los perceptores de la renta participan en programas de inserción laboral. Este año, como en 2008, funcionan 69 proyectos de este tipo. El segundo objetivo, dicen los sindicatos, no se cumple. "Se han olvidado de la reinserción", opina Ana González, secretaria de Política Social de CC OO. "Ha habido una aplicación perversa de la renta, que se ha circunscrito a situaciones excepcionalmente negativas". El 15,06% de las personas que recibieron la ayuda en 2008 eran "sin hogar", según el balance anual de la Comunidad. Un 16,08% vive en una casa cedida.

Es el caso de Carlos Jiménez, que percibe la RMI desde hace seis años. Vive con su mujer y sus cuatro hijos en la casa de sus suegros, junto con una de sus cuñadas. "Si no, no llegaríamos", confiesa en el local que el colectivo La Calle tiene en su barrio, Orcasitas. Este colectivo es una de las 45 entidades de iniciativa social sin ánimo de lucro que desarrollan programas de reinserción. Allí 80 familias reciben la renta mínima, en su gran mayoría personas de etnia gitana. Algunos, como Carlos, tienen "la suerte" de completar los ingresos de la Comunidad (él recibe 527 euros, el máximo posible) con lo que sacan de la venta ambulante. "Pero hay muchos que sólo tienen la remi y andan muy apurados...", cuenta. Blanca San José, coordinadora del programa de renta mínima de La Calle, asume que "hay pocas inserciones laborales".

Uno de los que ha conseguido un trabajo es Miguel Ángel, de 58 años. Tras pasar temporadas viviendo en la calle y estar tres años percibiendo la RMI, Miguel Ángel está trabajando desde enero como jardinero. "No me quería estancar con la remi", cuenta, "aunque sólo tengo contrato hasta junio. Luego buscaré otra cosa". Acaba de entrar a vivir en una casa del Ivima, después de compartir habitación durante mucho tiempo. "Por lo menos tenía comida y un lugar donde ducharme". Un total de 2.209 familias dejaron de percibir la renta en 2008 porque lograron mejorar su situación. Pero los que tienen que volver a echar mano de esta ayuda después de dejar de percibirla también aumentan. Un 32,5% de los receptores en 2008 ya la habían recibido antes. Este porcentaje era del 22% en 2006. "La renta se cronifica", denuncian en CC OO. "Hay un mantenimiento de los beneficiarios, aunque la situación económica es mucho peor que antes", explica Ana González, "la RMI da la espalda a la crisis".Una mujer de menos de 45 años y con niños a su cargo. Ése es el perfil medio de los receptores de la renta, que apenas ha variado en los últimos años. Los requisitos tampoco han cambiado: tener entre 25 y 65 años, menos ingresos que la pensión no contributiva de la Seguridad Social (336 euros en 2009), un patrimonio inferior a los 22.000 euros y llevar un año empadronado en Madrid.

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Este año hay un aumento de peticiones. También el año pasado hubo más, sobre todo a partir de agosto. Se denegaron 780, la mayoría por superar los ingresos máximos. "No tienen en cuenta si se superan en 50 euros o en 200", se queja Ana González. En la consejería creen que, al solicitar unos requisitos objetivos, los que no los cumplan "tienen otros subsidios".

Las ayudas, precisó ayer la consejera, Engracia Hidalgo, están concebidas para familias en situaciones "absolutamente excepcionales", por lo que rechazó la propuesta sindical de ayudar económicamente a las familias que terminan de recibir la prestación por desempleo y no tienen otro sustento. "Es una responsabilidad del Estado", afirmó. Esta "excepcionalidad" es la que critican desde CC OO, ya que "se ha devaluado el derecho y se ha transformado en una ayuda de beneficencia".

"Nosotros sabemos valorar las pequeñas cosas", asegura Serafín. "Tener alguien que te escuche", explica, "es más importante que la remi". Aunque el dinero, dice, "te quita de tentaciones".

Serafín, que antes vivía en la calle, lleva seis años manteniéndose con la renta mínima de integración de la Comunidad.
Serafín, que antes vivía en la calle, lleva seis años manteniéndose con la renta mínima de integración de la Comunidad.GORKA LEJARCEGI

El perfil de los beneficiarios

- Los requisitos son: tener entre 25 y 65 años, menos ingresos que la pensión no contributiva de la Seguridad Social (336 euros en 2009), un patrimonio inferior a los 22.000 euros y llevar

al menos un año empadronado en Madrid.

- La prestación varía desde los 370 euros para las personas solas a los 527,24 para familias con tres hijos o más.

- El 74% de los receptores vive en Madrid capital.

- El 32,15% corresponde a personas solas y el 28,74%, a mujeres con cargas familiares no compartidas.

- El demandante medio es una mujer menor de 45 años, parada, con menores a su cargo y que vive de alquiler.

- El nivel de instrucción de los solicitantes es bajo: el 14,91% es analfabeto y el 56% no tiene el Graduado Escolar.

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