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Una depuradora llena de lodos tóxicos una presa del parque del Guadarrama

Medio Ambiente expedienta a dos plantas del Canal de Isabel II por vertidos ilegales

La vieja presa de Aulencia, sobre el río del mismo nombre, en pleno parque natural del Guadarrama, está colmatada de lodos, metales pesados y contaminantes orgánicos. Un estudio del Ministerio de Fomento atribuye la contaminación "a residuos de una estación depuradora". Dos kilómetros arriba del embalse está la potabilizadora de Valmayor, propiedad del Canal de Isabel II y que el pasado 18 de noviembre fue expedientada por la Confederación Hidrográfica del Tajo, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, por un vertido. La Confederación ha expedientado también a otra potabilizadora del Canal por un vertido similar en el Manzanares a la altura de El Pardo. El Canal niega los vertidos.

Carlos González-Amezúa, de Ecologistas en Acción, describe la presa de Aulencia con enfado: "En medio de un parque natural, en un lugar precioso, hay una presa que rebosa de lodos tóxicos. Se ven las burbujas de gas en el agua como en una ciénaga de película de miedo. El agua está aceitosa y apesta. Está todo muerto. Los lodos incluso han llegado a la superficie y han creado una isla".

La presa, construida en los años treinta, está en desuso y es pequeña. Se encuentra bajo el pantano de Valmayor y ya no funciona. Simplemente está llena de agua sucia.

El Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex), del Ministerio de Fomento, describe un panorama similar, aunque con menos pasión y más precisión: "En los primeros ocho metros del sondeo en la presa se encuentra una suspensión gelatinosa de sulfato de aluminio, y el resto, entre los 5 y los 14,8 metros de profundidad, se encuentra un sedimento detrítico formado por arenas finas, limos y arcillas con un elevado contenido en materia orgánica".

El estudio de Fomento, hecho en 2005, concluye que en la presa hay bario, cadmio, cromo, cobre, hierro, manganeso, níquel, plomo (así hasta 12 metales), 74 contaminantes (derivados de jabones, hidrocarburos, disolventes, productos textiles, entre otros) y 31 compuestos en el residuo sólido, como hidrocarburos o azufre.

Los ecologistas afirman que la potabilizadora de Valmayor, propiedad del Canal de Isabel II, dependiente de la Comunidad, es la responsable de los vertidos. Aunque el estudio del ministerio no está culminado, avala la teoría: "Los materiales que se encuentran en el embalse de Aulencia no corresponden a los sedimentos propios de un embalse. Su naturaleza parece corresponder más bien a residuos de una estación depuradora". Las potabilizadoras hacen pasar el agua a través de un filtro de arena antes de clorarla. En el proceso se genera un lodo con impurezas.

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El gerente del Canal de Isabel II, Ildefonso de Miguel, niega que la responsabilidad sea suya: "No nos han comunicado la existencia de ningún expediente. Si hay residuos en la presa de Aulencia no es culpa nuestra. Esa presa lleva décadas recibiendo todo tipo de vertidos y, si algún lodo de la depuradora ha ido allí, ha podido aportar algo, pero no toda la saturación". De Miguel asegura que hasta 2003 los pueblos de la zona vertían directamente. "Puede que algunos lodos de la potabilizadora hayan ido a la presa, pero no mucho. La presa acumula más de 300.000 metros cúbicos de sedimentos y no todos proceden de Valmayor", añade. La potabilizadora de Valmayor funciona desde 1975.

Los ecologistas afirman que la situación se repite en la planta potabilizadora de Santillana, junto al río Manzanares, en El Pardo, pero el caso no está tan documentado al ser una zona de acceso restringido. De Miguel niega categóricamente que la planta de Santillana vierta directamente al río.

Ecologistas en Acción denunció en octubre pasado los vertidos de la potabilizadora de Valmayor ante la Confederación Hidrográfica del Tajo, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y responsable de la presa. Los inspectores de la Confederación visitaron la potabilizadora el 18 de noviembre y detectaron "signos evidentes de haberse realizado vertidos al dominio público hidráulico". Ese mismo día expedientaron a la planta de Santillana por el mismo motivo. Como los vertidos detectados eran pequeños, el expediente es por "falta leve", sancionado con hasta 6.000 euros.

Expediente por falta leve

Fuentes de la Confederación explican que hasta que Fomento concluya su informe no pueden vincular definitivamente a las potabilizadoras del Canal con los lodos acumulados durante años; es decir, el expediente sólo se refiere al vertido puntual detectado por los inspectores de la confederación, a la espera de poder ligarlo definitivamente al resto de lodos.

Un documento de la Confederación admite que "al menos una parte significativa" de los sedimentos del embalse "se corresponden con sustancias que forman los lodos de una estación depuradora".

Aunque cesen los vertidos, limpiar la presa no será sencillo. No se puede meter una grúa y dragar porque los sedimentos están muy sueltos. El coste del tratamiento será descomunal. La Confederación intentará que lo paguen los responsables del vertido si concluye que ha sido atribuible al Canal. De Miguel afirma que está dispuesto a colaborar, pero que la presa es responsabilidad de la Confederación.

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