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El derribo del pabellón Raimundo Saporta da paso a la construcción de cuatro rascacielos

Tres de las futuras torres de la antigua Ciudad Deportiva cuentan ya con licencia de obras

Las obras de los cuatro rascacielos de más de 250 metros que se erigirán sobre la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid ya han comenzado. La semana pasada se inició el derribo del antiguo pabellón de baloncesto del Real Madrid, el Raimundo Saporta, lo que abre el camino para la edificación de las torres. Tres de los futuros edificios cuentan ya con licencia de obras, que está previsto que finalicen hacia 2007. Su construcción debería haber comenzado el pasado marzo, pero una orden del Ministerio de Fomento paró el proyecto hasta mayo por motivos de seguridad.

La antigua cancha de baloncesto del Real Madrid tenía unas quince hectáreas y era el último edificio que, hasta la semana pasada, obstaculizaba la construcción del nuevo parque empresarial que se edificará sobre la antigua Ciudad Deportiva del club merengue en el paseo de la Castellana, y que durante más de cuarenta años ha sido parte de la historia del club.

El antiguo Pabellón de la Ciudad Deportiva -bautizado como Raimundo Saporta en 1999 en honor del que fue vicepresidente del club y amante del baloncesto, fallecido en 1997- fue inaugurado en 1966 y era, hasta la semana pasada, un lugar histórico del club madrileño: en este recinto la sección de baloncesto del Real Madrid celebró la mayoría de sus títulos, pero también sufrió derrotas, y es también el lugar donde jugaron muchas estrellas de talla mundial como el lituano Sabonis o el fallecido Fernando Martín.

Tras la demolición del pabellón, la próxima temporada el equipo de baloncesto del Real Madrid tendrá que compartir otra vez cancha con su rival local del equipo de Estudiantes, esta vez en el Palacio de Vistalegre, después de haberlo hecho ya durante varios años en el Palacio de Deportes de la Comunidad, hasta que éste quedó arrasado por un incendio en junio de 2001.

El equipo de baloncesto del Real Madrid volvió entonces a su antigua casa, que sufrió varias remodelaciones durante su historia, la última en 1999, cuando su aforo se amplió hasta llegar a las 5.200 personas. Sin embargo, dos años después tuvo que dar paso al proyecto del presidente de la entidad, Florentino Pérez, que vendió las 7.500 hectáreas de la Ciudad Deportiva en noviembre de 2001 por 188 millones de euros para la construcción del futuro parque empresarial. Antes de su demolición, las obras respetaron lo que sería el último servicio prestado por el antiguo pabellón: el pasado 11 de julio albergó las urnas en las que Florentino Pérez fue reelegido presidente del Real Madrid.

El resto de las instalaciones de la antigua Ciudad Deportiva ya ha desaparecido bajo las excavadoras, que han comenzado a cavar los cimientos de los rascacielos. El futuro está en Valdebebas, donde la nueva Ciudad del Real Madrid dispone de 120 hectáreas para construir sus nuevas instalaciones -cuya primera piedra se colocó el pasado 12 de mayo-, entre ellas un estadio con capacidad para 7.500 personas y una cancha de baloncesto.

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Si el pasado de la antigua Ciudad Deportiva estuvo ligado a la historia del Real Madrid, su futuro lo estará al mundo de la empresa. El futuro parque empresarial, que se llamará Madrid Arena, incluirá cuatro torres de unos 250 metros de altura, que una vez terminadas, se convertirán en las más altas de la capital. El complejo estará formado por la Torre Espacio, propiedad de la constructora OHL; Torre de la Mutua, propiedad de la aseguradora y que será su futura sede; la Torre Repsol, futura sede central de la petrolera, y la Torre Vallehermoso, que acogerá un hotel de 600 habitaciones.

Los tres primeros edificios cuentan con la licencia de simultaneidad, lo que permite ejecutar las obras de edificación al mismo tiempo que las de urbanización de la zona, que incluye la construcción de un aparcamiento de 2.150 plazas y una red de accesos subterráneos. Las obras de la Torre Vallehermoso, en cambio, todavía no han comenzado, ya que carece de licencia. Según fuentes de la Gerencia Municipal de Urbanismo, ésta fue solicitada el pasado 31 de julio y se encuentra en fase de tramitación.

Las obras deberían haber comenzado el pasado marzo. Una orden del Ministerio de Fomento paralizó entonces el proyecto, ya que el terreno se encuentra bajo una de las rutas de escape o de aproximación frustrada del aeropuerto de Barajas, y la altura proyectada de las torres suponía un factor de riesgo. La Gerencia Municipal de Urbanismo no entregó las licencias de obra hasta que el pasado 17 de mayo, Fomento desbloqueó el proyecto al anunciar el desvío de la ruta aérea tras la inauguración de las nuevas pistas del aeropuerto, prevista para el final del verano.

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