_
_
_
_
_
Reportaje:

Un despacho abierto a los problemas de los vecinos

La portavoz municipal socialista, Trinidad Jiménez, lleva un año recibiendo a los vecinos en su despacho del Ayuntamiento. Más de 1.033 residentes se han dirigido ya a ella

Soledad Alcaide

Cuatro años llevaba Ana, una vecina de la calle del Áncora (junto al paseo de las Delicias), yendo de despacho en despacho en Gerencia de Urbanismo. Su reclamación era simple: los vecinos del ático de su edificio cerraron las terrazas que pertenecen a la comunidad y habían instalado allí unos apartamentos. A pesar de que no tenían licencia para hacerlo y de la denuncia de los vecinos, Urbanismo no actuaba contra ellos. Y el tiempo de Ana se iba de ventanilla en ventanilla.

Hasta que optó por pedir cita con Trinidad Jiménez, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento. "Después de que la concejal se interesara han tomado cartas en el asunto", explicó ayer Ana. "Estoy contentísima. Ves que te han cerrado todas las puertas y en tres meses llega una solución. Porque siempre te dicen: denuncia; pero a la larga nadie te hace caso".

Jiménez cuenta que a todo el mundo le parecía sorprendente ser recibido por ella
La concejal ha solucionado 312 asuntos según el programa 'Cita con los vecinos'

Desde hace un año, Jiménez recibe personalmente cada lunes a los vecinos de Madrid. Por su despacho han pasado ya 143 personas, hay 344 en lista de espera y en ese tiempo ha recibido 1.033 peticiones de ayuda, a través de cartas, teléfono o por correo electrónico, de las que se ha encargado su equipo. Las cifras que ofrece el programa Cita con los vecinos afirman que se han solucionado 312 asuntos sin necesidad de una entrevista personal.

Muchas de esas peticiones las ha trasladado el grupo municipal socialista al pleno del Ayuntamiento. Uno de los casos solucionados de los que Trinidad Jiménez está más orgullosa es la queja de los vecinos de los edificios situados junto al Circo Estable. Las obras de remodelación de este último provocaron grietas y desperfectos en sus casas. Tras entrevistarse con la concejal, el caso se trató varias veces en el pleno. Con el apoyo del PSOE también se llevó al Defensor del Pueblo. Y, finalmente, el Ayuntamiento aceptó el pasado noviembre hacerse cargo de las obras de reparación de las viviendas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

"A casi todo el mundo le parecía sorprendente que yo les hubiera concedido una cita. Sólo el hecho de poder contar directamente el problema ya era importante para la gente", aseguró ayer Jiménez en una rueda de prensa en la que hizo balance de lo que ha supuesto este programa. Además, explicó que la iniciativa ha puesto de manifiesto que hay un enorme número de personas que no saben cuál es la Administración adecuada para resolver sus problemas. "Cuando han venido a verme, simplemente querían que alguien del Ayuntamiento les oyera y lo trasladara. En muchas ocasiones he tenido que hacer gestiones al Ministerio de Interior o a la Comunidad de Madrid", agregó.

Uno de los casos más dramáticos que se escucharon ayer fue el de Mercedes, una mujer maltratada que no pudo contener las lágrimas al relatar su odisea, tras huir de su marido. "Me vi en la calle con mi niña. Fui a todo tipo de sitios para pedir ayuda, pero me negaron hasta la leche porque mi hija pasaba de un año", explicó entre lágrimas.

Todo eran inconvenientes para que entrara en una casa de acogida o para acceder a un piso, porque a pesar del maltrato no se consideraba en su caso que hubiera amenaza inminente y, por lo tanto, ni siquiera tenía derecho a protección policial. A ello se unió la precariedad. "Yo gano 535 euros y la guardería me cuesta 225", afirmó. Tras su paso por el despacho de Jiménez, continuó, le han adjudicado una vivienda, un trabajo y una guardería para su hija.

La portavoz socialista llamó la atención sobre el hecho de que, como en el caso de Mercedes, las administraciones no están preparadas para atender los casos de extrema gravedad por falta de empleo. "Muchas personas vienen a verme simplemente para buscar un trabajo. Hemos recurrido a empresarios y conocidos cuando eran situaciones graves, pero yo no puedo hacer este tipo de cosas, sino que debe ser la Administración", afirmó."Es especialmente grave el caso de las mujeres separadas, cuya vida se ve notablemente empobrecida y no hay mecanismos de solución".

Pero por las manos de su equipo han pasado todo tipo de problemas. Una gran parte de ellos, un 35%, eran quejas por la subida del impuesto de bienes inmuebles. Y hasta un 16% le llevó cuestiones de incumplimiento de la Empresa Municipal de la Vivienda, el Ivima o de la vivienda en general. Ha habido problemas médicos y problemas sociales. Y muchos que se salían del ámbito de trabajo del grupo municipal socialista.

Como los que ayer explicó Agustín González Plasencia, que habló en nombre de la Federación de Asociaciones de Inmigrantes Rumanos. Precisamente, es una organización nacional, pero con amplia actividad en Madrid, pues es donde vive la mayor comunidad de rumanos. "Cuando hay una administración que te abre la puerta y te invita a sentarse, es fundamental", explicó. "Nuestras reivindicaciones se escapaban del ámbito local, pero eso no ha quitado para que nos hayan ayudado, nos dieran apoyo moral y a hacer gestiones".

Así, afirmó, han conseguido resolver cuestiones como la homologación del carné de conducir de algunos inmigrantes rumanos, que era fundamental para que consiguieran un trabajo.

También han logrado tener una línea telefónica 900 de ayuda e información específica para los rumanos, así como un equipo de personas que se traslada a la estación de autobuses de Méndez Álvaro, adonde llegan los autocares con inmigrantes procedentes de Rumania. "Se les presta apoyo, pues a veces por desconocimiento les engañan las mafias", explicó. Por último relató el caso de Laura Catoi, una joven asesinada en Móstoles cuyo cadáver no puede ser repatriado porque el coste es excesivo para su familia. "Pero nos han escuchado y han hecho todo lo posible", afirmó.

También contó su situación Javier Santerra, en representación de la Asociación de Transplantados y Enfermos Hepáticos. "En tres meses, Trinidad Jiménez y su equipo solucionan o marcan las vías de solución de cada caso", dijo. El suyo consistió en recibir ayuda para arreglar un local en estado ruinoso que les habían concedido.

"Nunca pensamos que este programa iba a ser tan útil como está siendo. Nos ha dado la medida exacta de lo que debe ser el trabajo de un político", afirmó Trinidad Jiménez. "La gente tiende a pensar que los políticos no sirven para nada. Y tienen razón, porque en algunos casos es así. Los ciudadanos tienen derecho a exigirnos y, si nos quieren ver, que nos vean".

En su opinión, la política municipal es la única que permite el trato directo con los vecinos. Eso sí, tiene claro que no puede recibir personalmente a todos los madrileños. "Pero si no soy yo, puede ser alguien de mi equipo".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Soledad Alcaide
Defensora del Lector. Antes fue jefa de sección de Reportajes y Madrid (2021-2022), de Redes Sociales y Newsletters (2018-2021) y subdirectora de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS (2014-2018). Es licenciada en Derecho por la UAM y tiene un máster de Periodismo UAM-EL PAÍS y otro de Transformación Digital de ISDI Digital Talent. 

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_