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El dinero que envían los inmigrantes baja un 4%

Disminuyen las remesas a Colombia y Ecuador mientras aumentan a Rumania

El dinero que los inmigrantes de la región envían a sus países de origen disminuyó el año pasado en un 4%. Un informe presentado ayer por la Comunidad indica que en 2007 los extranjeros enviaron a sus países de origen 2.020 millones de euros y en 2008 la cifra se rebajó a 1.939 millones, 81 millones menos.

El estudio, realizado junto con la empresa Remesas.org, también indica que mientras los colombianos y ecuatorianos han disminuido el dinero que envían en un 28% y 23%, respectivamente, Rumania las ha aumentado en un 7,5% pasando de 303 millones a 325. Además, es la primera vez que el informe, realizado desde 2006, incluye a los inmigrantes procedentes de China, que enviaron 138 millones de euros.

Íñigo Moré, de Remesas.org, le explicó a Efe que el descenso en las remesas a estos países responde, por un lado, al impacto de la crisis económica y por otro, al asentamiento a más largo plazo de muchos inmigrantes que ya han reagrupado a sus familias en Madrid.

Iván Matute de la Secretaría del Migrante de Ecuador, también asegura que la disminución de las remesas se debe en un primer punto al número de ecuatorianos en el paro. "Muchos estaban en la construcción y se quedaron sin trabajo, las mujeres que llegaron a emplearse en el servicio doméstico también están desempleadas", agrega.

"A mi esposa le dijeron que en España era como si se recogiera el dinero de los árboles, me convenció y nos vinimos", dice Edwin, un ecuatoriano que llegó a Madrid en el año 2000. Desde hace un año está en el paro y el dinero que gana su esposa trabajando los fines de semana no les alcanza para pagar las hipotecas de dos pisos, uno en Madrid y otro en Quito, Ecuador. Cuando llegó mandaba 600 euros mensuales, ahora no envía ni un céntimo. El 1,04% del producto interno bruto de Ecuador está en las remesas enviadas desde Madrid. El año pasado fueron 322 millones de euros y en 2007, 417 millones. En Colombia pasaron de 189 millones a 137.

La historia de Edwin es similar a la de Mireya, una colombiana que hace un año y medio dejó a sus hijos para trabajar en una casa de familia y hacer turnos en una farmacia. Ahora, se quedó con un solo trabajo, ya no puede girarles los 600 euros mensuales que al principio, les manda 400 o 350. "Se quejan, piensan que soy millonaria".

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