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Los enfermos de cáncer del Clínico, sin radioterapia

La única máquina del hospital lleva semanas estropeadaSanidad anuncia que va a comprar nueve aparatos de radioterapia

Elena G. Sevillano

El padre de María Ángeles García tenía cita el jueves pasado a las 10.45. Hace unas semanas le detectaron un tumor cerebral que necesita un tratamiento de radioterapia. Todos los días, de lunes a viernes. Un par de horas antes de la cita llamaron a María Ángeles del hospital Clínico. "No traiga a su padre", le avisaron. La máquina estaba estropeada. Otra vez. Lo mismo sucedió el 9 de abril, el 13, el 16, el 19... La máquina de radioterapia oncológica -acelerador lineal de partículas es como se llama- lleva fallando desde la última semana de marzo. Mientras, decenas de tratamientos contra cánceres de todo tipo se están espaciando en el tiempo, en los escasos días en que el aparato funciona. Es el único que tiene el hospital, centro de referencia de más de medio millón de madrileños.

La sala de espera de radioterapia oncológica estaba el jueves por la mañana a medias. Únicamente había pacientes esperando para que los especialistas les pasaran consulta. El personal se excusaba como podía por la nueva avería: "Hay tres técnicos ahí dentro desde primera hora, tratando de arreglarla. Es que ya no sabemos ni qué deciros", sacudía la cabeza una enfermera que hablaba con la familiar de un paciente. El padre de Francisco Nuevo, enfermo de cáncer de colon, estuvo dos semanas esperando para iniciar el tratamiento. Le llamaban, casi todos los días, y le decían que tenía que esperar para empezar a tratarse, que la única máquina del hospital estaba estropeada: "Empezó las sesiones el martes de esta semana, pero la tarde del miércoles la máquina se volvió a estropear". En una ocasión, cuenta, la explicación fue que había que traer una pieza de Alemania.

El padre de Nuevo tiene que recibir un ciclo corto de radioterapia. "Intensivo, de cinco días seguidos", explica. Acaba de empezar, pero no se está cumpliendo el calendario. "No sabemos qué consecuencias puede tener en la evolución de su cáncer. Esto no es cualquier cosa. No es una revisión que se aplaza unos meses. Hablamos de tumores. Es una cuestión de vida o muerte", añade. "Siento una impotencia y una indignación...". No acaba la frase. El padre de María Ángeles García sólo lleva 15 sesiones de las 30 que tenía programadas. Como al resto de pacientes, se las están dando espaciadas. Cuando se puede. Una trabajadora se lamentaba, con cara de preocupación, de otra consecuencia de las averías: "Mientras estos pacientes no terminen sus ciclos, no pueden empezar los Pese a la preocupación que mostraba el personal el jueves pasado, el hospital aseguró que "los enfermos que aún no han iniciado el tratamiento en el Clínico se están derivando a otros centros con su informe preceptivo". Lo cierto es que el Clínico suele derivar pacientes precisamente porque sólo tiene una máquina de radioterapia. De hecho, es el único gran hospital público de la región que no cuenta con dos aceleradores lineales. El 12 de Octubre, el Ramón y Cajal, La Paz, la Princesa, entre otros, tienen al menos dos equipos.

"Un servicio de oncología radioterápica debe tener al menos dos máquinas para tratar de evitar estas situaciones", afirma el vicepresidente de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica, Alfredo Ramos. Fuentes del hospital explicaron que en la unidad del Clínico hay una sala vacía, preparada para acoger una segunda máquina que debería estar en funcionamiento desde hace cuatro años.

"Son equipos muy estables que no se suelen estropear, pero también son máquinas muy complejas, con programas de mantenimiento exhaustivos. A veces tienen averías y puede que no se dé con el problema", añade Ramos. Cuando el equipo de un hospital tiene una avería, los pacientes pasan al otro. "En cáncer no se debe esperar. Si un tratamiento se demora en demasía, lo mejor es derivar", recomienda. Cuando se produce una parada en un tratamiento, existen "programas de compensación", de manera que la dosis perdida se puede recuperar, dando una fracción mayor un día o dos dosis en un mismo día, explica el especialista.

Cinco pruebas

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El Clínico se negó a facilitar el número de pacientes afectados por la avería. Tampoco precisó la antigüedad del aparato ni qué ha provocado el mal funcionamiento. En una nota, el jueves pasado, explicó el proceso de reparación del equipo: "Ahora mismo el acelerador lineal ya ha pasado cuatro de las cinco pruebas para comprobar que el problema ha sido solucionado. Mañana [por ayer] pasa la última", indicó. "Una vez superada esa prueba, se retomará la administración del tratamiento a los pacientes", señaló. La máquina sí funcionó ayer -pero sólo a partir de la una de la tarde; el centro citó a los pacientes más tarde-, aunque el hospital no precisó si la avería estaba solucionada definitivamente. El padre de Mª Ángeles recibió su sesión número 16. "Se suponía que terminaba el 6 de mayo, pero habrá que seguir unos días más", decía ayer.

El Clínico aseguró que "la Comunidad dotará a este centro de otro acelerador que se suma a los nueve que se adquirirán para otros centros hospitalarios". El centro, añade, "quiere pedir disculpas a los pacientes afectados".

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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