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Reportaje:

La ermita que quiso ser plató

Un libro recoge la historia del rodaje de 'El Cid' en Colmenar Viejo en 1961

Si Sofía Loren regresara hoy a Colmenar Viejo, probablemente no reconocería lo que para ella fue el monasterio burgalés de San Pedro Cardeña, y que en realidad era la Ermita de los Remedios de la localidad durante el rodaje de El Cid. Los pequeños arbustos sembrados ante la puerta ahora son dos enormes palmeras, las tres naves que aparecen en la película han dejado abandonada la portada y la espadaña, y la puerta del cercado por la que salía triunfante Charlton Heston a caballo tras dejarla para volver a la batalla ha sido tapiada.

Sin embargo, Víctor Matellano tiene en su memoria grabada la estampa de la película de Anthony Mann. Aunque hayan pasado 50 años, ha visto tantas veces a Heston encarnando a Rodrigo Díaz de Vivar, que es capaz de reconocer los campos de Colmenar en los que se libraron sus batallas, el risco culminado por el Pico de San Pedro que protegió a su caballería y la Ermita de los Remedios en la que se despidió dos veces de una Jimena de acento italiano. "Charlton Heston era un tío muy pesado, pero porque era muy metódico y quería que cada escena saliera muy bien", explica Matellano, que junto a Miguel Losada ha escrito El Cid (T&B Editores), un recorrido por el rodaje por toda España con motivo del 50º aniversario.

La Ermita de Los Remedios hizo del monasterio de San Pedro Cardeña
Sofía Loren se cayó el último día de rodaje en el hotel y se luxó el hombro
En el pueblo no veían a Charlton Heston, sino a Ben- Hur y a Moisés

"Rodar en España era la única manera que tenía la industria de Hollywood de invertir los beneficios que obtenía por la reproducción de las películas aquí. Como no se podía sacar una peseta de España, por el régimen autárquico franquista, lo que sí sacaban era rollos de película", explica Matellano. Un negocio que le salió rentable a Hollywood, y que cambió la vida de los habitantes de los pueblos de la sierra de Madrid. "Antes de El Cid, en Espartaco, hubo 5.700 extras entre soldados, vecinos de Colmenar y de otros pueblos", explica el autor, que es también director de cine -es un amante del género de terror- y miembro de la Academia. Precisamente su abuelo Benito actuó como soldado en El Cid y de las historias que le contaba, le entró el gusanillo del cine. "Me asombraba estar viendo una película en la tele y ver el mismo paisaje de la ventana en la pantalla, pero con Alain Delon o Anthony Quinn", comenta.

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El autor sabe anécdotas de aquellos siete días de rodaje que ni siquiera ha vivido, como el último día de grabación en el que Sofía Loren se luxó un hombro al caerse de camino al hotel en Madrid o el camión que "se coló" en una de las secuencias. "Es como un destello que se ve al fondo, como el reflejo del sol en el parabrisas", comenta.

El impacto en el pueblo de aquel rodaje fue enorme, sobre todo por lo que supuso para la gente de un pueblo pequeño ver a grandes actores a escasos metros. "Los habitantes de Colmenar no veían a Charlton Heston el actor, sino al mismísimo Ben-Hur y a Moisés el de Los diez mandamientos", explica Matellano.

Entre los personajes ilustres que participaron en el rodaje están el jefe de la Policía Armada, Jesús Luque, que enseñó a Heston a montar a caballo -cuentan que uno de los Babiecas que montó Heston por poco lo tira al suelo-; Félix Rodríguez de la Fuente, que le ayudó con las escenas con halcones; y el torero Domingo Ortega, que le enseñó a manejar la espada.

A pesar de los rumores, Matellano desmiente mientras observa los fotogramas del rodaje que Heston y Loren se llevaran tan mal. "Sofía estaba helada y Heston le dio su capa para cubrirse, y cuando llegó a Barajas fue a recogerla él mismo", concluye.

Las secuencias que en la obra literaria supuestamente transcurren en el exterior del monasterio de San Pedro de Cardeña (Burgos) se grabaron a las afueras de Madrid, por la dificultad de trasladar a todo el equipo tantos kilómetros cada día.
Las secuencias que en la obra literaria supuestamente transcurren en el exterior del monasterio de San Pedro de Cardeña (Burgos) se grabaron a las afueras de Madrid, por la dificultad de trasladar a todo el equipo tantos kilómetros cada día.

Rodaje relámpago

- En Colmenar Viejo se rodaron cinco secuencias de la película, de las que tres eran solo de figuración.

- El rodaje se prolongó durante una semana y, a pesar de que pretendía reflejar un clima primaveral, se grabó en noviembre.

- La escena de la Ermita de los Remedios fue la última que grabó Sofía Loren en toda la película.

- Se necesitaron entre 200 y 300 figurantes, que era gente del pueblo que se iba convocando por el boca a boca en los bares y a través del bando municipal.

- A los terrenos aledaños se trasladaron 20 camiones que transportaban desde Madrid diariamente a todo el equipo. Los actores dormían en el hotel Castellana Hilton, que era el único que aceptaba a actores.

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