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Reportaje:

Un escaparate para las lesbianas

El festival de cine gay presta especial atención a las mujeres homosexuales

"La vida de los gays en los pueblos es difícil. Es más fácil ser gay en Chueca o en una gran ciudad". La afirmación es de Andrés Fernández-Rubio, periodista y director de Campillo,quiero, un documental con el que hoy arranca el 13º Festival Internacional de Cine Lésbico y Gai de Madrid. Una cita a la que está previsto que acudan unas 15.000 personas, y donde hasta el 9 de noviembre se proyectarán más de 100 películas.

Las reivindicaciones de esta edición han cambiado: "Hoy el cine gay va más allá de los tópicos, las comedias, las tramas eróticas y el sida. La producción se ha diversificado y las pantallas internacionales ofrecen trabajos más variados", opina Lucas Casanova, director del festival. Buen ejemplo de ello es Campillo, sí quiero. "Sigue la historia de un pueblo de Guadalajara que se llama Campillo de Ranas. Su alcalde, Francisco Maroto, es gay. Cuando se aprobó la ley de matrimonios homosexuales, hubo alcaldes del PP que intentaron boicotearla. Entonces, el alcalde de Campillo dijo: 'Yo caso'. En ese pueblo se ha asentado una pequeña comunidad gay que vive en paz con el resto de vecinos. Es un ejemplo de integración", cuenta Casanova.

Cuando LesGaiCineMad nació en 1996 su propósito era ser "una herramienta para el cambio social". El director del festival insiste en la necesidad de seguir haciendo pedagogía a través del cine. "Cuando me preguntan si la permanencia de LesGaiCineMad es oportuna en un país con igualdad legal entre gays y lesbianas, contesto que sí. Porque igualdad legal no es igualdad social. La mujer conquistó el voto en España hace casi un siglo. Pero hace un par de años se tuvo que aprobar la ley de violencia doméstica para protegerla. Además, las parejas lesbianas de más de 30 años siguen siendo invisibles".

Uno de los platos fuertes del cartel lleva nombre de mujer. Está prevista la retrospectiva del cine experimental y disidente de la feminista Barbara Hammer (Hollywood, 1939). "Es importante proyectar historias sobre lesbianas. No tienen derechos ni libertades y hasta que sus voces no se escuchen en la sociedad seguiremos necesitando cine lésbico", afirmaba Hammer el martes por teléfono. Y apuntaba: "Una vez tuve que enseñar mis películas a unos policías. Decían que era porno infantil. En Superdyke aparecen dos niños. Les expliqué que la mujer desnuda era su madre y que el filme trataba sobre rituales naturales".

Otras estrellas del festival serán Bruce LaBruce y su filme sobre zombies gays Otto, y Tom Gustafson y su musical Were the world mine.

Entre los éxitos de LesGaiCineMad está haber servido de trampolín a filmes que se han estrenado en pantallas comerciales españolas como Fucking Amal o Goldfish memory. "Nuestra apuesta son los directores noveles y los cortometrajes", comenta Casanova. "A nivel europeo han aparecido una o dos distribuidoras especializadas. Y España no ha sido una excepción. Karma Films o Vértigo han incorporado muchos títulos gays porque su calidad responde a sus rigurosos criterios de selección. Pero la relación con los exhibidores no termina de cuajar. Parece que les da miedo que ese material llegue a las salas".

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LesGaiCineMad. Del 30 de octubre al 9 de noviembre. http://www.lesgaicinemad.com/

Una escena de la cinta <i>Dos miradas,</i> que se proyecta en LesGaiCineMad.
Una escena de la cinta Dos miradas, que se proyecta en LesGaiCineMad.

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