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Reportaje:HOSPITAL DEL SURESTE (ARGANDA DEL REY) | Radiografía de los nuevos hospitales

Un escrito para pedir un zumo

El hospital del Sureste terminó de levantarse sobre una colina de Arganda del Rey el 28 de febrero de 2008. En su inauguración se destacaron sus "infraestructuras modernas, funcionales y dotadas de todas las instalaciones necesarias para que los ciudadanos tengan los mejores servicios".

Si se pregunta a los pacientes sobre esas "infraestructuras modernas, funcionales y dotadas de...", la mayoría contesta que "muy bien" y que es estupendo que haya un hospital cerca del pueblo, que además tenga peluquería, bollería y panadería y una tienda de plantas. Sólo se quejan de lo complicado que es pedir cita; unas dos horas de espera para que aparezca el número en el marcador digital.

Los problemas más graves los sacan a la luz los médicos, enfermeros y auxiliares. El que les da más quebraderos de cabeza es el de la falta de personal. Durante las guardias de algunos servicios como pediatría y ginecología hay una sola persona. Hace dos semanas, una señora se puso de parto y hubo que hacerle una cesárea urgente. La mujer empezó a desangrarse. Aunque sólo había un médico de guardia, los demás miembros del equipo estaban en el hospital y pudieron ayudar. La mujer se salvó, pero los médicos del servicio de ginecología se quedaron con la sensación de que el caso habría tenido un final distinto si hubiera ocurrido por la noche, con un solo facultativo. El jefe del servicio de ginecología alertó de esos riesgos a la dirección del hospital en varias ocasiones. Sus demandas acabaron con una carta en la que se le comunicaba su destitución, según fuentes hospitalarias el relato de varios médicos que prefieren no dar su nombre por temor a represalias. La gerencia no quiere hablar sobre ese tema. "El puesto es de libre designación y desde el hospital queremos tratar con respeto su cese", señala un portavoz. Sí opinan sobre la falta de personal: "En el hospital hay una media de tres a cuatro partos diarios y el personal es suficiente, como en el resto de servicios del centro".

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Los médicos se quejan de que no están dando la mejor asistencia a los enfermos. Como en el área de psiquiatría, que está situada junto a la de pediatría. Sus miembros se consideran incapaces de contener a los pacientes si éstos tienen un mal día y denuncian que las habitaciones no están bien acondicionadas. La comunicación entre la parte pública del hospital y la privada tampoco es fluida. Una enfermera tuvo que pedir por escrito un zumo para un paciente con una bajada de azúcar. Tardaron tanto que tuvo que ir ella misma a otro departamento y cogerlo de extranjis.

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