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Los 'fans' vigilan a los vigilantes

Los devotos del revolucionario cómic 'Watchmen' reciben con escepticismo la versión cinematográfica, que pareció maldita durante veinte años

Se rompió la maldición. Watchmen, la serie que revolucionó el cómic en 1986, la que muchos consideraron inadaptable al cine, la que dejó por el camino a Terry Gilliam, a Paul Greengrass y a Darren Aronofsky, esperada por una legión de lectores devotos y a la que un litigio judicial entre productoras casi deja en la cuneta a última hora; la gran obra, en fin, que durante veinte años pareció maldita, llegó ayer a los cines y hoy se estrena en todo el mundo.

Casi daba la vuelta a la manzana la cola para asistir al preestreno ayer en el cine Palafox, en Madrid, en la apertura a la VI Muestra Sci-Fi de Cine Fantástico. Fueron cerca de 820 espectadores (llenazo) entre los que había tanta curiosidad como escepticismo. Y que no les hablen de los 120 millones de euros invertidos en la producción, ni de que Zack Snyder, el director, era la persona adecuada para adaptar Watchmen después de mostrar olfato para llevar a la gran pantalla la fantasía mitológica 300, de Frank Miller. Nadie parecía muy convencido de que Snyder saliera airoso de poner en fotogramas la densa obra de Moore y Gibbons, un canto de cisne fatalista sobre los justicieros enmascarados. "¿Quién vigila a los vigilantes?", que advertía el cómic, citando al poeta romano Juvenal.

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"Es imposible. Es como adaptar El Quijote, la gracia está en el medio en el que se escribió", advertía ayer Vicente Díaz, redactor de 33 años, desde la última fila del cine, minutos antes del preestreno. "Y no estoy diciendo que Snyder sea un blasfemo o algo así, ni nada de eso, pero es que es una obra demasiado compleja", añadía para referirse a un relato que incluye varios niveles narrativos y decenas de referencias a la historia, la filosofía, la literatura, la música y la política.

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"Watchmen es un ejercicio de estilo impresionante", opinaba ayer desde Cádiz Rafael Marín, guionista y crítico de cómics y autor del ensayo W de Watchmen (Dolmen), en el que disecciona a fondo la obra magna de Moore y Gibbons. "Watchmen es una reflexión sobre las convenciones del género de superhéroes, sobre lo que los lectores aceptan a pies juntillas cuando leen un tebeo", agregaba. Quizá algo no muy diferente de lo que hizo Cervantes con las convenciones de los libros de caballerías. "Es una obra inagotable; por su estructura, con capas dentro de capas, por su juego de simetrías, por la profundidad de los personajes, por su uso de los recursos narrativos", enumeraba Marín, que a pesar de todo irá a verla en cuanto pueda. "Es una obra que no terminas nunca de leer, porque cuando parece que lo captas, descubres algún otro significado imprevisto".

La mayoría se revolvía inquieta ayer entre las butacas a la espera de ver si el controvertido Snyder había retratado bien esa enjundia del cómic original. Antes incluso de verla, algunos ya estaban convencidos de que iba a ser un fracaso. "Soy fan del cómic pero no me apetece verla en el cine porque creo que se la van a cargar", sentenciaba Raquel García, actriz de 28 años. "Nunca han adaptado bien un cómic al cine", añadía. Raquel echaba por tierra un estudio de mercado sobre asistencia a los cines, citado hace unos días en Los Angeles Times, que aseguraba que la película, a pesar de la fanfarria desplegada y de las campañas de marketing viral lanzadas en internet, no interesaba para nada a las mujeres. "A mí sí me interesa, y leo muchos cómics; clásicos sobre todo, como Conan o La Patrulla X", aducía.

Y no era la única con dudas. El debate sobre la adaptación de Watchmen ha hecho hervir la blogosfera. Ante el temor que le infunden los fans del cómic, Snyder ya prometió, como de si una unión matrimonial se tratara, fidelidad absoluta al cómic. Pero esa fidelidad no ha resultado una gran garantía. "En internet puedes encontrar ya muchos comentarios que dicen que quizá no está mal como película pero que como adaptación ha sido un fracaso", comentaba ayer Ismael Contreras, responsable de la cadena de librerías de cómics Genración X. De momento, la crítica no ha acompañado. Los dos mayores medidores de reseñas cinematográficas de internet, Rottentomatoes y Metacritic, le dan un aprobado raspado. Y algunos de los críticos más solventes, hasta un suspenso. Quizá el escepticismo campaba a sus anchas entre las butacas. Quizá justo después de que se encendieran las luces, todos corrieron al blog para ensalzar o destripar la herejía de Snyder.

Anoche, sin embargo, en cuanto apareció el Comediante en los primeros compases de la película, se hizo un silencio sepulcral absoluto. Luego vinieron chanzas sobre esta o aquella toma, pero el primer minuto es clave. Conclusión: la reverencia a 'Watchmen' es incuestionable, incluso en una pantalla de cine.

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