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El fiscal pide 16 años para cinco 'ñetas' que apuñalaron 12 veces a dos 'latin kings'

Cuarenta jóvenes rodearon y atacaron a los integrantes de una banda contraria

El fiscal reclama 16 años de cárcel para cinco miembros de la banda latina de los Ñetas, acusados de acuchillar 12 veces a dos supuestos miembros de la banda rival Latin Kings. La agresión se produjo cerca de las diez de la noche del 14 de septiembre de 2005, a la salida del metro de Sainz de Baranda. Fue una brutal trifulca en la que intervinieron 40 miembros de los Ñetas que ese día se fijaron como objetivo "matar" a miembros de los Latin Kings, según describe el fiscal en su escrito de acusación. El juicio se celebrará la próxima semana.

Según el fiscal, los procesados trataron de matar a latin kings "como venganza" por trifulcas anteriores en las que miembros de los Ñetas habían resultado heridos en peleas con los anteriores. Y también con el objetivo de ascender "en la escala piramidal de mando" por la que se rigen tanto una como otra banda.

El ministerio público asegura que en estas bandas existe un sistema piramidal de mando, según el cual se asciende a medida que los aspirantes cometen mayores atrocidades y, mediante la fuerza, defienden al grupo de otras bandas e imponen su "hegemonía" sobre otras tribus urbanas.

Para ello, los clanes "practican actos de represalia extremadamente violentos contra el considerado grupo enemigo", en este caso, el de los Latin Kings.

Tres de los 16 años de cárcel que demanda la Fiscalía de Madrid son, y esto es novedoso, por un delito de pertenencia a asociación ilícita. El fiscal jefe de Madrid, Manuel Moix, dio instrucciones a la policía sobre cómo debían actuar y el tipo de pruebas necesarias para poder acusar de asociación ilícita a miembros de bandas urbanas. Éste es uno de los casos en que el fiscal ha entendido que existe una organización criminal y por ello les acusa, además de los delitos de homicidio en grado de tentativa y lesiones, de asociación ilícita.

Relato de la agresión

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Según el escrito del fiscal, la actuación de los Ñetas fue por venganza frente a agresiones anteriores de los Latin Kings. Detalla que los dirigentes de los Ñetas decidieron y planificaron matar a latin kings y que encomendaron ese cometido a los cinco procesados: Raúl Sebastián Cadena, Óscar Milton Cruz, René García Torrelonge, Mario Rodolfo Romero y Luis Alejandro Bravo. La misión homicida también fue encomendada a otro ñeta, que se halla en paradero desconocido.

En unión de otros 40 miembros de la banda, los acusados se presentaron el 15 de septiembre de 2005 en la boca de metro de la calle de Sainz de Baranda, donde sabían que solían reunirse los latin kings. Iban provistos de cuchillos, navajas y destornilladores.

Al llegar a la zona se toparon con Danny Paul Macas, de 22 años, y con José Fernando Tipanguano, de 15. Les rodearon y comenzaron a darles cuchilladas. A Danny Paul, nueve navajazos; al menor, dos.

Los agresores vieron llegar a la policía y se dispersaron, momento que aprovecharon las víctimas para huir, malheridas. En ese momento, los agentes detuvieron a tres de los procesados y más tarde, a los otros dos. Todos ellos se hallan en prisión.

Danny sufrió nueve heridas de arma blanca en la cabeza, tórax, abdomen y rodilla. Una de ellas le provocó una laceración hepática, mortal de necesidad. Se salvó gracias a la urgente intervención quirúrgica a la que fue sometido. El menor fue acuchillado dos veces, aunque sólo tardó en curar de las heridas ocho días.

El fiscal entiende que en la conducta de los acusados concurre la agravante de abuso de superioridad. Eran unas 40 personas rodeando a las dos víctimas. Por el delito de homicidio en grado de tentativa, el fiscal pide para ellos nueve años de cárcel y otros cuatro por el de lesiones. Por la asociación ilícita, tres.

Los acusados, reclama también el fiscal, deberán indemnizar a las víctimas con casi 29.000 euros por las graves heridas que les provocaron. El fiscal pide que se aporten al juicio dos cuchillos: "Uno de 15 centímetros de hoja con mango de madera" y otro "de 16,5 centímetros", ambos decomisados a los agresores en el lugar, así como una barra de hierro y varios destornilladores.

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