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Entrevista:SISINIO HERNANDO | Afectado por las obras

Una grúa en el balcón

"Hay menos movimiento y parece que han terminado con las inyecciones de cemento". No habla un ingeniero. Ni un capataz. Es la voz aliviada de Sisinio Hernando, jubilado de 82 años y vecino del número 164 de la avenida del Manzanares, en Carabanchel. Un experto en obras: su sofá está a unos dos metros de la ventana y a unos cuatro de las grúas y perforadoras que han estado durante tres años taladrando los túneles de la M-30. En casa de Sisinio se abren las ventanas un cuarto de hora "para ventilar la casa".

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Ese maldito soniquete

Es lo bueno del invierno, aunque según éste, "siempre hay ruido desde hace tres años". Mucho ruido: más de 100 decibelios. Con la inauguración del túnel ha llegado la paz al barrio. Pero aún queda mucho.

Durante muchos meses las molestias fueron continuas. Los mastodontes de hierro que trabajaban en turnos de 24 horas reposan casi al alcance de las manos de Sisinio, ocupante de un primer piso. Él, optimista y positivo, dice que aunque "ruido sigue habiendo, se ha reducido bastante".

La avenida del Manzanares está cercada por maquinaria pesada. Los callejones que conducen hasta la avenida están cerrados, menos un carril para el acceso de los camiones que ahora limpian la ribera del Manzanares. Además, con la apertura de los túneles en dirección a la carretera de Extremadura, se ha intensificado mucho el tránsito de coches ruidosos que justo a la altura de la calle respiran en superficie antes de volverse a meter bajo tierra.

Sisinio Hernando, en su domicilio de la avenida del Manzanares.
Sisinio Hernando, en su domicilio de la avenida del Manzanares.ULY MARTÍN
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