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Un grupo neonazi, sin juicio por "fallos técnicos"

Se aplaza el proceso a Blood and Honour por no poder oír unas cintas

No había un reproductor de cintas. Nadie se acordó. Las principales pruebas eran conversaciones grabadas en ese "formato antiguo". Así, la primera jornada del juicio que se celebra en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial contra 18 integrantes del presunto grupo neonazi Blood and Honour (Sangre y Honor), tuvo que ser suspendida hasta hoy. Los magistrados decidieron interrumpir la vista oral tras percatarse de que no había ningún aparato capaz de reproducir las conversaciones grabadas por orden del juez instructor entre los imputados.

Los 18 que se sientan en el banquillo, están acusados de asociación ilícita y venta ilegal de armas prohibidas. Uno de los imputados no está siendo juzgado. Ha sido declarado inimputable por haber sufrido un accidente recientemente, según informaron fuentes judiciales.

Una de sus canciones decía: "Seis millones de judíos más a la cámara de gas"

En este sentido, un portavoz del Tribunal Superior de Justicia aseguró ayer que la decisión de posponer el juicio se debió a que el minutado de las conversaciones se había hecho en un formato antiguo, por lo que era necesario un reproductor de cintas, ya que de lo contrario hubiera sido mucho más complicado oír las conversaciones de forma ordenada.

No obstante, y antes de que se decidiera interrumpir la jornada, los magistrados decidieron dar por válidas las grabaciones realizadas en la instrucción, pese a que los diferentes abogados defensores habían solicitado su nulidad.

Por el contrario, no admitieron numerosas pruebas documentales, como por ejemplo fotografías y discos compactos con canciones de carácter xenófobo que la Guardia Civil encontró en las viviendas de los presuntos neonazis.

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Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia, que ejerce la acusación popular en este caso, se lamentó ayer por la decisión de los magistrados de no aceptar las pruebas presentadas, "ya que los miembros del jurado tienen que ver qué tipo de música escuchan y qué canciones cantan".

Precisamente el informe de la Guardia Civil indica que una de las canciones del grupo incluía la letra: "Seis millones de judíos más a la cámara de gas".

A las diez de la mañana de hoy continuará la vista oral en la que está prevista la declaración de los acusados, a los que el fiscal pide penas de entre cuatro y cinco años de prisión. La organización Blood and Honour se formó bajo una apariencia legal en Getafe, aunque en la actualidad tiene su sede central en San Sebastián de los Reyes.

Según el escrito de acusación del Ministerio Público, la organización, que tiene una página web, está fuertemente jerarquizada y sus miembros obtienen la financiación de las cuotas mensuales y de la programación de conciertos y venta de armas ilegales, así como música y objetos neonazis.

En los diferentes registros realizados, los agentes intervinieron numerosas armas ilegales, como por ejemplo defensas extensibles, eléctricas y sprays prohibidos en España. También se intervino mucho material cuya finalidad, según la acusación, es la apología del nazismo.

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