La guerra de los carteles

A las puertas de los institutos madrileños hay carteles con cuentas. Siete profesores menos para más alumnos, IES Cervantes 8,5 profesores menos. Los profesores recibieron a padres y alumnos en la primera semana de clase con folletos en los que contaban los efectos de los recortes. Desde mitad de verano se han celebrado asambleas en los institutos para debatir el cambio de instrucciones educativas que han puesto en pie de guerra al sector. La Consejería de Educación intenta atajar estas actuaciones observadas en "numerosos" institutos, por las que han recibido quejas de padres y profesores.

Los directores, según Educación, "podrían estar conculcando el deber de neutralidad e imparcialidad ideológica y política exigible" en el Estatuto Básico del Empleado Público. La Consejería deja "en manos de cada director" la decisión de retirar los carteles e impedir la difusión de "información de carácter sindical o político" en las asambleas. "En los centros públicos no caben proclamas ni lemas reivindicativos que puedan alterar o perturbar el desarrollo escolar del centro ni de los alumnos menores de edad", según la Administración. La Federación de Asociaciones de Padres (FAPA) Giner de los Ríos, mayoritaria en la enseñanza pública madrileña, lo ve de forma opuesta. Ayer acusó a Educación de "coaccionar" a los centros con estos avisos. "Se están prohibiendo asambleas conjuntas con el alumnado y con los padres", señaló José Luis Pazos, presidente de la FAPA, que asegura que esas instrucciones afectan a derechos constitucionales de padres y alumnos como la libertad de información y de reunión.

Un AMPA ha ofrecido abrir una cuenta bancaria para la huelga

La FAPA hizo ayer esta denuncia, que estudia llevar a los tribunales, en una comparecencia pública. El 6 de septiembre, en una asamblea de padres, reclamaron datos a los centros sobre cómo les afectaban las instrucciones de inicio de curso. Han contabilizado la información de 120 institutos (un tercio del total). Según sus datos, han perdido una media de 20,75 horas de desdobles semanales que permiten dividir a los alumnos en dos grupos en lengua o matemáticas, conversación de una segunda lengua o laboratorios.La Giner de los Ríos denuncia además que hay profesores que están dando materias en las que no son especialistas y que no son asignaturas afines. El "profesor comodín", según indicó ayer José Luis Pazos, es el de biología y geología, que en algunos de los centros de los que les han enviado información tendrán que impartir clases de plástica, informática, educación física o historia y cultura de las religiones este curso. La Consejería niega desde el principio de las protestas que estos casos se estén produciendo y se ha comprometido a "corregir errores" en caso de que los detecten los inspectores educativos que están revisando horarios en los centros y cuya labor concluye hoy.

La queja de la FAPA va más allá. Asegura que los recortes afectan a las guardias que hacen los profesores para cubrir bajas o atención a alumnos concretos, y que "las bibliotecas no se van a poder atender". Respecto a las clases extraescolares, "se perderán fundamentalmente las que se hacen fuera" del aula, como los viajes de intercambios lingüísticos o las visitas a museos e instituciones. Según los datos recabados por la Giner de los Ríos, no se resienten las ratios (número de alumnos por aula). "No es cierto que, como media, estén por encima de la legislación vigente", indicó ayer Pazos.

La FAPA aglutina 826 Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (AMPAS) de los aproximadamente 2.000 centros de la región. Una de esas asociaciones, la del instituto Sierra de Guadarrama (Soto del Real), celebró la semana pasada una asamblea en su centro de la que surgió una iniciativa peculiar de respaldo a los docentes. Los padres ofrecieron abrir una cuenta bancaria para sufragar los gastos de la huelga de profesores, que pierden unos 100 euros diarios por secundar los paros. El centro aún no ha decidido si aceptará la iniciativa, a la espera de que las protestas se puedan extender en próximas semanas, según señalaron fuentes del instituto.

El Sierra de Guadarrama es un instituto con 860 alumnos (25 más que el curso pasado), que este curso serán atendidos por 74,5 profesores (el medio representa media jornada), lo que supone siete docentes menos que en 2010. El recorte, según las citadas fuentes, no permitirá abrir la biblioteca y deja en el aire proyectos de convivencia del centro. Desde el inicio del curso han organizado actividades culturales "por la educación pública" como conciertos, visionado de películas o meriendas.