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Entrevista:Presidenta de la Asamblea de Madrid | Elvira Rodríguez

"No hay por qué hacer muchas leyes"

Soledad Alcaide

Hoy se estrena. La tercera mujer que preside la Asamblea de Madrid dirigirá esta mañana por primera vez un pleno, el del debate de investidura de la octava legislatura. Elvira Rodríguez, de 58 años, casada y con cuatro hijos, llega al segundo cargo institucional de la región (por detrás de la presidencia de la Comunidad de Madrid) cuando ya ha sido mucho en política: secretaria de Presupuestos del Ministerio de Hacienda, ministra de Medio Ambiente y consejera de Transportes la pasada legislatura. Lleva una semana en el puesto y ya anuncia un man-dato de mucha vi-sibilidad para la Cámara.

Pregunta. ¿Ha devorado ya el Reglamento de la Cámara?

Respuesta. Por partes. Le he dado una vuelta rápida, y ahora tengo que empezar con la vuelta detallada, poniendo pegatinas en las partes de más uso o más significativas. Es cierto que me había estudiado en su día el reglamento del Parlamento y tiene mucho en común.

"Con la mayoría holgada será más fácil que iniciativas de la oposición, convenientemente debatidas, salgan adelante con los votos de todos"
"La presidenta Aguirre me ha dicho que hay que poner en valor el poder legislativo, que tiene que ser tan importante como la Comunidad"

P. El mandato de su antecesora, Concepción Dancausa, fue polémico por la interpretación rígida del reglamento. ¿Va a imitarla?

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R. No seguí su mandato en este sentido y no sé si es verdad que hacía un uso que no es el que se debía hacer. Yo soy interventora de Hacienda y creo que las normas que se tienen son para seguirlas, porque es muy bueno tener una especie de código de circulación. Si vemos que alguna cosa está antigua, se trabaja para que a lo mejor sea más moderna.

P. Es verdad que llegó usted ya comenzada la legislatura al Gobierno regional, pero Dancausa fue muy criticada por restringir el acceso del público a los plenos, ¿mantendrá la medida?

R. El Parlamento es la casa de todos. Pero en las casas particulares también debe haber normas. El público puede venir a ver los plenos, no puede manifestarse, hablar... Hay otros foros para eso. Esta casa merece mucho respeto.

P. ¿Mantendrá la restricción?

R. Por supuesto.

P. En una legislatura en la que el PP tiene mayoría holgada su papel es crucial para defender la participación de la oposición. ¿Cómo se lo plantea?

R. Lo dije el día que juré mi cargo: el presidente de una institución como ésta, plural, es el presidente de todos. Pero no debe ser sólo un árbitro. En términos químicos debe ser un reactivo que ayude a cómo se funciona. No es que el presidente sea el garante de la oposición. Yo creo que con la mayoría holgada va a ser más fácil que iniciativas de la oposición, convenientemente debatidas, puedan salir adelante con los votos de todos.

P. En otras autonomías el presidente de la Cámara regional tiene un papel más relevante, quizá porque en Madrid se compite con otras instituciones. ¿Qué planes tiene para cambiar esto?

R. Hay que trabajarlo. Han funcionado muy bien las jornadas de puertas abiertas. A mí me gustaría, con este edificio tan atractivo que tenemos, hacer otro tipo de actividades que permitan que los madrileños se sientan más vinculados a su Asamblea. Además, que se vaya transmitiendo que es una institución básica para la vida de Madrid y para la vida democrática. Tienen que aprender a apreciarnos, conforme vayamos haciendo iniciativas y se vea qué papel tenemos, que se ha explicado menos. Una de las cosas que me ha dicho la presidenta Esperanza Aguirre es ésa: que había que poner en valor el poder legislativo, que tenía que ser tan importante como la Comunidad de Madrid.

P. ¿De algún modo específico?

R. No, porque estoy empezando. Lo que tendremos es que transmitir hacia afuera todo lo que estamos haciendo y quizás hacer foros, seminarios, tener relaciones con las universidades... Me queda todo por diseñar porque estoy recién llegada y hace muy poquito que me dijeron que iba a estar aquí.

P. La legislatura pasada esta Cámara que preside sólo aprobó 14 leyes. ¿Es vagancia?

R. La Cámara puede hacer muchas cosas, y luego están las leyes: a iniciativa popular y del Gobierno. A la presidenta le hemos oído, y estoy de acuerdo con ella, que no hay por qué hacer muchas leyes. Hay muchos países demócratas que desde hace tiempo funcionan muy bien sin leyes formales.

P. Consenso fue la clave de su discurso y la oposición recogió el guante. ¿Es la panacea?

R. No. El consenso por sí solo es una palabra que está en el diccionario. Cuando hay una buena negociación la mejor es la que se llega a un acuerdo en el que nadie gana ni nadie pierde. Lo cual quiere decir que se encuentra uno en un punto del trayecto. En una situación en la que un grupo no necesita a los demás para llevar a cabo determinadas cosas, pero está de acuerdo con que intervengan... eso le da riqueza a la discusión. No tenemos que tener miedo ni recelo a la discusión. Aunque se suba un poco la voz, no pasa nada. Lo peor es que salgamos al pasillo y nos demos la espalda. Un buen debate no es una pelea.

P. Su paso por la Consejería de Transportes fue...

R. Duro...

P. ... Criticado, sobre todo por los problemas en el metro. ¿Alguna autocrítica?

R. Las circunstancias que vivimos en la Consejería de Transportes no sé cómo se hubieran podido evitar por la propia consejería. Metro es una sociedad estatal que tiene un esquema de gobierno y un funcionamiento que, por otra parte, en los últimos meses no fue muy diferente de lo que había sido en los últimos años. Es cierto que hubo un problema concreto con una línea, la 6; se pusieron los medios y se resolvió. Estadísticamente las incidencias no eran superiores a otras épocas.

Y no va a ser autocrítica, sino mirada hacia atrás. La cantidad de horas que dediqué en reuniones, hacer seguimiento, preguntar por qué había habido un incidente, va a ser un recuerdo que me quede de mi paso por la consejería. Junto al otro, positivo, de que se consiguieron todos los objetivos previstos.

P. La Comunidad de Madrid ha dado asilo a muchos antiguos altos cargos de los Gobiernos de José María Aznar y usted es uno de ellos. ¿Esta concentración es por amiguismo?

R. La presidenta, con muy buen criterio, ha sido capaz de ver los activos que había y que podía utilizar. A eso no le llamaría asilo, porque la gente que se ha incorporado lo ha hecho con una mochila estupenda. Ha sabido enriquecerse con ello y eso demuestra lo inteligente que es nuestra presidenta.

P. Es la tercera mujer que preside la Asamblea regional. ¿Le pesa la responsabilidad?

R. No me da más que si hubiera sido varón. Es la segunda autoridad de la región y es una labor muy importante. Eso es lo que me da la responsabilidad.

La presidenta de la Asamblea de Madrid, Elvira Rodríguez, el viernes en el hemiciclo.
La presidenta de la Asamblea de Madrid, Elvira Rodríguez, el viernes en el hemiciclo.RICARDO GUTIÉRREZ

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Soledad Alcaide
Defensora del Lector. Antes fue jefa de sección de Reportajes y Madrid (2021-2022), de Redes Sociales y Newsletters (2018-2021) y subdirectora de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS (2014-2018). Es licenciada en Derecho por la UAM y tiene un máster de Periodismo UAM-EL PAÍS y otro de Transformación Digital de ISDI Digital Talent. 

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