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Un hogar sobre el fango

Un grupo de cooperativistas de Moraleja de Enmedio acampa desde hace una semana sobre los terrenos sin construir de lo que debían ser sus viviendas

Juan Diego Quesada

El cielo, por ese gris plomo que asoma, amenaza con lluvia. No les importa al parecer a este grupo de personas que han montado desde el viernes de la semana pasada medio centenar de tiendas de campañas en un secarral, a las afueras de Moraleja de Enmedio (4.700 habitantes). No tienen intención de moverse de aquí. "Ni aunque caiga el diluvio universal", asegura Carmelo, el que lleva la voz cantante. El infortunio les ha privado de tener hogar, precisamente en este suelo donde han clavado las piquetas. En 2001, año desde el cual lleva paralizado el PGOU de este pueblo, formaron una cooperativa, La Tenería, y compraron el suelo rústico con la promesa de que iba a ser urbanizable, pero eso no ha ocurrido en estos nueve años. Todo está parado.

En total son 1.200 personas, en su mayoría rozando la treintena, que de media han invertido 40.000 euros. Sus historias, relatadas a pie del campamento que han improvisado y que no piensan levantar hasta que aprueben el proyecto, son las de gente con ilusión que querían tener su primera vivienda. No ha sido así y muchos de ellos aún viven con sus padres. "Tengo 35 tacos y sigo en mi casa. Eso no es plato de buen gusto", cuenta una mujer desesperada. A su lado, Miguel Ángel Giganto, padre de uno de los afectados, enfundado en una camiseta que bromea con el personaje de Wally, aquel tipo tan difícil de encontrar, casi tanto como sus casas. "Mi hijo ha puesto 63.000 euros. Aún estamos a la espera", añade.

El Plan lo tiene que aprobar la Comunidad. "Siempre nos dan un plazo, primero diciembre del año pasado, y ahora diciembre de este año. Esperamos que, por fin, esto que está destrozando nuestras vidas salga adelante", explica Carmelo, el más activo de los que protestan.

Los presentes caen en la cuenta de que el cielo está encapotado y algunas gotas han empezado a caer. Se resguardan con chubasqueros, gorros, lo que sea, pero lo que es seguro es que de aquí no les mueven. Su hogar, el que les pertenece, está sobre este solar pedregoso que en unos minutos estará enfangado.

Varios de los cooperativistas que han acampado en Moraleja de Enmedio.
Varios de los cooperativistas que han acampado en Moraleja de Enmedio.CRISTÓBAL MANUEL
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Sobre la firma

Juan Diego Quesada
Es el corresponsal de Colombia, Venezuela y la región andina. Fue miembro fundador de EL PAÍS América en 2013, en la sede de México. Después pasó por la sección de Internacional, donde fue enviado especial a Irak, Filipinas y los Balcanes. Más tarde escribió reportajes en Madrid, ciudad desde la que cubrió la pandemia de covid-19.

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