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El hospital Infanta Leonor convierte en dobles las habitaciones individuales

El centro, situado en Vallecas, instala una segunda cama en 16 de sus estancias

Elena G. Sevillano

Sólo han pasado dos años desde que se inauguró y el hospital Infanta Leonor, en Vallecas, ya se ha quedado pequeño. No en espacio físico, porque muchas zonas de la tercera planta están completamente vacías, pero sí en las condiciones de "confort inigualable" de las que suele presumir el consejero de Sanidad, Juan José Güemes. Las famosas habitaciones individuales, quizá la característica de los nuevos hospitales más reiterada en las sucesivas inauguraciones, están dejando de serlo. El Infanta Leonor ha empezado a instalar una segunda cama en las estancias. Ayer ya había 16 habitaciones convertidas en dobles. Y, según admitió el hospital, pueden llegar a ser 30 en función de las necesidades. De hecho, en un pasillo del sótano se alineaban ayer 13 camas nuevas, listas para ser instaladas.

Los sofás para acompañante han desaparecido porque ya no caben

Felipe Bécares, de 46 años, y Antonio Espejo, de 81, compartían ayer la habitación B-216, en la segunda planta. Una habitación de la que había desaparecido el también célebre "sofá cama para el acompañante" que Güemes ha mostrado a los fotógrafos en tantas ocasiones. Simplemente, no cabe. Felipe merendaba ayer bajo un cartelito con la letra B. Su compañero Antonio era la A. Sólo en su zona, la que agrupa 30 habitaciones con el color violeta, este periódico contó ayer una decena de habitaciones dobles.

"Y gracias a que ayer nos pusieron la cortina", decía Daniel Alonso, ingresado en la B-203 desde el 16 de febrero, mientras su mujer le ayudaba a sentarse en un sillón. "Aquí antes había un sofá grande", recordaba ella. "Y ahora no hay ni una silla para que me pueda sentar yo, que estoy operada de hernia. La hemos pedido varias veces y nos dicen que no hay". En la cama de al lado, separado por la cortina blanca, Luis Usero se acordaba de las enfermeras y auxiliares: "Se han encontrado de golpe con más trabajo y andan retrasadas. Cuando las llamas tardan mucho en venir".

El hospital explicó ayer que la conversión en habitaciones dobles responde a un "plan de invierno" puesto en marcha por la "elevada presión asistencial" en el servicio de urgencias. "Todas las habitaciones, aun siendo individuales, están preparadas para tener uso doble", aseguró en un comunicado, en el que afirmó también que ha contratado personal eventual extra. Una auxiliar de enfermería confirmó que, en el turno de tarde, han pasado de tres a cinco personas por planta (30 habitaciones).

Esperanza Aguirre inauguró el Infanta Leonor, que atiende a 325.000 personas de Villa y Puente de Vallecas, el 29 de febrero de 2008. Era el primer hospital público que se construía en la capital en 31 años. "Dispone de 264 camas, todas en habitaciones individuales", decía la nota de prensa oficial. Pocas, según la Coordinadora Anti-Privatización de la Sanidad Pública, que denunció la situación el lunes pasado: "La Comunidad sabía que Vallecas necesitaba entre 700 y 800 camas, que era la media que ocupaban los vecinos de Vallecas en el Gregorio Marañón, pero construyó un centro con sólo 264".

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Felipe Bécares y su madre Higinia compartían ayer la habitación B-216 con otro paciente, Antonio Espejo. Sobre sus camas, dos carteles les identificaban con las letras A y B, puesto que la numeración de las habitaciones está pensada para un único paciente.

Esperanza Aguirre inaugura el Infanta Leonor. "Dispone de 264 camas de hospitalización, todas ellas en habitaciones individuales, 11 quirófanos...", decía la nota oficial. Aguirre ya mencionaba las habitaciones individuales de los nuevos hospitales en campaña electoral.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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