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Un hospital investiga las quemaduras sufridas por un bebé en el nido

Los padres acusan de negligencia a la clínica Montepríncipe

Oriol Güell

El hospital privado Montepríncipe y los padres de un recién nacido llevan dos meses tratando de averiguar, sin conseguirlo, las causas de las quemaduras de segundo grado que el bebé sufrió en la espalda, costado y brazo izquierdos. Los padres acusan al hospital de negligencia y aseguran que las quemaduras se produjeron cuando el bebé dormía en el nido por la noche. El hospital afirma que eso es imposible y asegura que el niño amaneció bien.

Las misteriosas quemaduras sufridas por Alejandro E. en su segundo día de vida no han logrado ser resueltas por una investigación interna del hospital, según admite la dirección. Los padres del bebé han denunciado al hospital y el caso amenaza con convertirse en una larga batalla en los tribunales.

Alejandro nació a las 20.55 del 2 de febrero en el Montepríncipe. Es el primogénito de Enrique Javier E., de 27 años, y Eva H., de 31. El parto transcurrió sin problemas y la salud del bebé y la madre eran excelentes según los partes médicos.

Alejandro pasó la primera noche de su vida durmiendo en el nido bajo la supervisión de las enfermeras. Su primer día de vida también fue apacible y, a las 0.10 del día 4, las enfermeras "se vuelven a llevar al bebé al nido para que la madre pueda descansar", según la denuncia.

Seis horas más tarde, las enfermeras devuelven a Alejandro. Poco después sus padres le notan "nervioso e intranquilo". "Lloraba mucho y, aunque pudo tomar el pecho y dormir algo, no estaba bien", explica el padre. Éste añade: "Poco después vimos que tenía una mancha amarillenta en el brazo y también en las sábanas. Como somos padres primerizos, pensamos que era algo normal o que quizá había vomitado".

Pero cuando llegó otro familiar, los padres se alarmaron. "La mancha estaba mucho peor. Le levantamos la ropa y nos quedamos espantados", recuerda el padre. El pequeño Alejandro tenía en su espalda, en el lado izquierdo y desde las nalgas hasta el hombro, unas espeluznantes quemaduras a carne viva que recuerdan a las de una parrilla, admite el propio hospital. La mancha amarilla del brazo se había convertido en una gran ampolla.

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Los padres alertaron a las enfermeras y éstas se lo llevaron inmediatamente. Pasó cinco días ingresado en la UCI para restablecerse de las quemaduras, de segundo y primer grado. Su origen tenía que ser térmico (por frío o calor) o químico.

Mientras Alejandro permanecía en la UCI, sus padres y el hospital iniciaron una infructuosa búsqueda del origen de las heridas. También empezaron las discrepancias entre ellos. El padre sostiene que "las quemaduras tuvieron que producirse por la noche, mientras dormía en el nido". "Nosotros tardamos unas pocas horas en darnos cuenta porque somos primerizos y porque la ropa le tapaba las quemaduras".

El hospital sostiene que el niño estaba bien cuando fue entregado a sus padres y, aunque admite que en cualquier caso las heridas se produjeron en el centro, hasta el momento "ha sido imposible determinar su causa". "Pasaron siete horas hasta que los padres nos avisaron", añade el centro. "Lo hemos mirado todo. Las cunas del nido, las mantas eléctricas, los sistemas de calefacción... Es materialmente imposible. Tenemos todos los certificados y los propios fabricantes lo descartan porque ningún componente es capaz de causar tales quemaduras", afirma José Antonio López, abogado del hospital.

Manuel Alonso, abogado de la familia, asegura que en cualquier caso la responsabilidad "es de la clínica, que por las heridas es evidente que ha tenido una actuación negligente".

El hospital afirma que se ha ofrecido a asumir todo el proceso de recuperación de Alejandro y mitigar en lo posible las secuelas que puedan quedarle. "Pero no estamos dispuestos a atender la desorbitada indemnización que nos exige la familia. Empezaron pidiendo 300.000 euros y han ido bajando hasta 50.000", afirma el abogado del hospital.

La familia niega estas cifras y afirma que ha denunciado al hospital porque quiere "que se aclare lo que ha ocurrido y el hospital asuma su responsabilidad".

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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