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Un incendio arrasa 400 hectáreas en una zona de gran valor ecológico en el pantano de San Juan

Un incendio de grandes proporciones había arrasado a las once de la noche de ayer más de 400 hectáreas en una zona de altísimo valor ecológico, junto al pantano de San Juan. El fuerte viento racheado y lo escarpado del terreno dificultaron las labores de extinción en la que participaron cerca de 200 bomberos y retenes forestales. Al cierre de esta edición (la una de la madrugada) había tres focos activos en diversos puntos de los términos municipales de San Martín de Valdeiglesias y Pelayos de la Presa, según informó un portavoz de Emergencias 112.

El incendio comenzó sobre las 15.30 en las inmediaciones del embalse de Picadas, en el paraje conocido como El Pinarejo, en la zona norte del pantano. Las llamas, algunas de 20 metros de altura, se propagaron con gran rapidez, debido a que es una zona de matorral, pinares y encinas. El viento que soplaba a rachas y con continuos cambios de dirección facilitó que se esparcieran por el aire chispas que generaron diversos focos.

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Las llamas comenzaron junto al pantano, dentro del término municipal de San Martín de Valdeiglesias, y continuaron hacia el norte por Navas del Rey y Robledo de Chavela, junto a la M-501 (Alcorcón-Plasencia), conocida como carretera de los pantanos. Esta vía tuvo que ser cortada pasadas las cuatro de la tarde, debido a que una fuerte columna de humo impedía que los conductores vieran por donde discurría la vía. El tráfico estuvo interrumpido unas dos horas. "El humo era tan intenso que parecía como si una niebla muy densa hubiera bajado en pleno verano", señaló un vecino de San Martín de Valdeiglesias.

Al principio acudieron seis dotaciones de bomberos de la Comunidad de Madrid, pero conforme se incrementaba el fuego fueron requeridos más medios que se extendieron por la zona afectada. Al final de la jornada, había 25 dotaciones de los bomberos, ocho retenes de Medio Ambiente, cinco helicópteros (uno de Castilla León) y cuatro hidroaviones del Ministerio de Medio Ambiente, además de 25 patrullas (50 agentes) de la Guardia Civil y otras seis de las policías locales de los municipios afectados.

Las altas temperaturas que se alcanzaron en la zona, que rondaban los 35 grados, también facilitaron que las llamas se expandieran con rapidez. Otro problema con el que se encontraron los bomberos fue lo escarpado del terreno, lo que dificultó el acceso a los focos del incendio. Además, en cuanto se echó la noche, los medios aéreos tuvieron que suspender los vuelos.La zona arrasada está formada por pinos de alto calado y por encinas, además de monte bajo. Todo el incendio arrasó parte de la zona de especial protección para las aves (Zepa) más grande de la región, con más de 75.600 hectáreas, en los encinares de los ríos Alberche y Cofio, al suroeste de la Comunidad de Madrid. La superficie arrasada por las llamas hasta la una de la madrugada de hoy (más de 400 hectáreas) cuadriplica el parque del Retiro (118 hectáreas).

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Santiago Martín Barajas, portavoz de Ecologistas en Acción, informó que el área devastada "está especialmente protegida porque en ella albergan águilas imperiales, buitres negros y cigüeñas negras". Y agregó: "Ecologistas en Acción presentó en agosto de 2001 un plan de gestión del uso público de los pinares y encinares del suroeste de la Comunidad de Madrid, que enviamos a grupos parlamentarios, ayuntamientos y Comunidad de Madrid. En él", agrega, "recomendábamos limitar la entrada de vehículos a los pinares; el corte de algunas pistas y la intensificación de la vigilancia, ya que son frecuentados en fines de semana, donde proliferan las fogatas para cocinar", explica. "No se nos hizo caso", añade.

Las primeras investigaciones apuntan a que una imprudencia de un visitante del pantano pudo ocasionar el incendio. Éste encendió, a pesar de estar prohibido, una barbacoa en el monte. El viento que había en la zona le impidió controlarla, por lo que las llamas llegaron a la vegetación. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil intentaba localizar anoche a este excursionista, que huyó de la zona nada más iniciarse el incendio. "El fuego no ha afectado a las copas de los árboles, aunque ha dejado arrasado el monte bajo y parte de los troncos", señaló un portavoz de Emergencias 112.

Fuentes de Cruz Roja señalaron que las llamas obligaron a desalojar la Estación Espacial de Robledo de Chavela, ya que las llamas habían rodeado este edificio desde el que se controlan las naves espaciales. Sobre las doce de la noche había tres focos activos: se encontraban en los kilómetros 46 y 47 de la carretera de los pantanos con 1,5 kilómetro de largo; junto a la estación espacial y un paraje próximo al pantano de San Juan. La Consejería de Medio Ambiente no facilitó ayer una cifra exacta de la superficie arrasada. Los técnicos esperarán a que el fuego esté totalmente extinguido para dar ese dato.

El incendio de ayer es el segundo de importancia registrado en menos de cinco días en la región. Un fuego quemó la tarde del domingo cerca de 200 hectáreas en el Parque Regional del Sureste, junto a la autovía de Valencia (N-III). El Gobierno regional informó precisamente ayer de la campaña contra los incendios forestales Infoma 2003, que está dotada con 25 millones de euros. El operativo estará formado por más de 2.300 personas entre bomberos y personal forestal.

Vista panorámica de unos montes incendiados junto al embalse de San Juan, en Pelayos de la Presa.
Vista panorámica de unos montes incendiados junto al embalse de San Juan, en Pelayos de la Presa.EFE

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