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Un informe del CES reclama que vaya menos dinero a la Universidad pública

El texto presentado al Gobierno regional pide ayudas directas para estudiar en centros privados

El Consejo Económico y Social (CES) de la Comunidad de Madrid ha elaborado un informe en el que recomienda que los universitarios reciban un cheque para financiar sus estudios superiores. En el documento se sostiene que "la financiación pública de la enseñanza vaya directamente a los estudiantes y no a los centros de enseñanza" y se propone que el Gobierno regional reduzca las subvenciones a la Universidad pública en 2.000 euros por estudiante. También pide que se dé a los alumnos 2.000 euros anuales para que decidan en qué universidad, pública o privada, quiere cursar su posgrado. El estudio propone deducciones del 20% en el IRPF por los gastos de matrícula del estudiante, que sugiere incrementar.

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Los rectores creen que este sistema mataría la investigación

La próxima semana, probablemente, el Consejo de Coordinación Universitaria, el organismo en que se deciden las líneas generales de la política universitaria y en el que están representados los rectores, el Gobierno y las comunidades autónomas, difundirá su informe sobre financiación de la universidad española, con nuevos criterios vinculados a la calidad y los resultados.

El gobierno regional, a quien ya se ha enviado este estudio, aunque no es vinculante, del CES, órgano consultivo del Ejecutivo, encontrará en él elementos para el debate. Las recomendaciones que se hacen son antiguas y bien conocidas en el sistema educativo por las defensa que de ellas han hecho siempre los sectores conservadores o liberales. Es, de hecho, la teoría que defendía el economista liberal Milton Friedman.

Teorías que comparte el director del estudio, Pedro Schwartz, catedrático de Análisis Económico en la universidad privada CEU San Pablo, quien explicó ayer que "la elección de la universidad debe estar en manos del estudiante o de sus familias". Pero eso, en la práctica es inviable, porque hay universidades "prácticamente gratis [las públicas] y otras mucho más caras". Para salvar ese obstáculo, el informe del CES propone que la universidad pública "incremente paulatinamente los precios [que se cobran a sus alumnos] por la matrícula para ajustarlos al coste real", y que se conceda un cheque de dinero público por valor de 2.000 euros anuales para que el estudiante pueda con ello acceder a una universidad privada para cursar el posgrado, una vez acabada la carrera. El Ministerio de Educación ya ha anunciado en varias ocasiones que los cursos de posgrado tendrán precios públicos y que habrá becas para los alumnos de situación económica menos favorecida. También se concederán préstamos renta, con condiciones ventajosas, para estos estudios.

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El informe del CES, que no cuenta con el respaldo de los sindicatos allí representados, también propone una deducción del 20% del IRPF sobre la matrícula de la carrera. "Esto es también una especie de bono", explicó Schwartz, quien se reconoce, como Friedman, defensor de la libre competencia, algo que, a su juicio no se da en la universidad española, de tal forma que la pública está "anquilosada" y la privada "retrasada".

El estudio propone que elijan las familias. "Esto no es más que un experimento, no se trata de favorecer a los ricos frente a los pobres. Ahora la universidad no busca la excelencia, ni tampoco los alumnos, que pueden suspender dos y tres veces, dependiendo de las carreras, y seguir teniendo beca. Además, las matrículas deben incrementarse porque la gente ha de saber lo que cuesta su puesto de enseñanza", añade.

Pedro Schwartz sostiene que con este sistema de cheque universitario los estudiantes de clases humildes también podrían elegir si estudian en la privada aunque reconoce que aún es peor en España que la pública.

En el mismo informe se sugiere al Gobierno regional un sistema semejante para los niveles infantiles y las enseñanzas medias, una política que la presidenta Esperanza Aguirre ya defendía cuando era ministra de Educación. Se trata de dar dinero directamente a las familias para que elijan el centro donde estudiar. Pero financiar con dinero público la educación privada ha recibido muchas críticas en los colegios concertados, que, aunque sin cheque para las familias, se sostienen con fondos públicos. Se entiende con ello que los más humildes también podrán acceder a la enseñanza privada. Pero a estos centros concertados se les ha acusado de pedir a sus alumnos, aunque sea de forma sutil o voluntaria, el pago de tasas por distintas actividades que los alumnos más pobres no pueden pagar. Si eso mismo ocurriera en la universidad privada, ¿cabe la posibilidad de que se financien con dinero público los estudios en centros privados de familias con recursos? "Bueno, puede que se cobrara por usar las canchas deportivas, pero las públicas también pueden cobrar por actividades parecidas", responde Schwartz.

¿Elegirían los alumnos estudiar en la universidad privada, menos prestigiosa en España que la pública? "Ya se sabe que las universidades privadas atraen a sus alumnos con calificaciones generosas", dice Carlos Berzosa, el rector de la Complutense.

Las calificaciones también son necesarias para conseguir las becas de excelencia que concede la comunidad de Madrid y que en este informe se pide que se puedan usar para cubrir los gastos de los estudios "en centros públicos o privados, en Madrid, en el resto de España o en el extranjero". Otra de las propuestas es que las universidades privadas puedan suscribir acuerdos de financiación a la investigación como los firmados con la pública.

UGT y CC OO, miembros del Consejo, no aprobaron la redacción de este informe. "Últimamente hay una tendencia a que el CES proponga la elaboración de estudios que siempre concluyen con la privatización de los sectores públicos. Y nos parece escandaloso que un miembro de reconocido prestigio como Pedro Schwartz, nombrado por el Gobierno regional sea, además, quien se encargue de dirigir este informe", criticó Carmen López, de UGT. López acusó al presidente del CES, Francisco Cabrillo, de rodearse "del grupo de economistas de confianza de la presidenta regional, Esperanza Aguirre, colaboradores destacados de la Fundación FAES". Sí lo es el propio presidente del CES, que ha participado en algunos de los últimos congresos de esta fundación, que preside José María Aznar. Pero Cabrillo rehusó ayer contestar a estas acusaciones.

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Estudiantes en un campus madrileño.
Estudiantes en un campus madrileño.GORKA LEJARCEGI

EL CAMPUS MADRILEÑO

En la comunidad hay 13 universidades, seis públicas y siete privadas.

El estudio del Consejo Económico y Social señala que las universidades públicas recibirán 889.870.000 euros en 2006 para docencia e investigación, un 5,4% de los presupuestos de la Comunidad.

En 2204-2005 el precio público medio cobrado por matrícula en las universidades públicas de Madrid fue de 1.230 euros y el gasto por alumno ascendió a 7.780 euros.

Deben concederse becas de excelencia, dice el informe, "sin prescribir el centro universitario en el que deba estudiar, obligatoriamente, el becario".

Se pide que se suban los precios públicos universitarios y se conceda al estudiante un bono para afrontar ese gasto, de igual valor para todos, que pudieran emplear en los centros públicos y en los privados. "Así se reduciría la resistencia del estudiante a las subidas de los precios públicos y se abriría el camino para subidas futuras más importantes".

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