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Entrevista:NACHO VEGAS | Cantante

"Si te llaman 'cultureta' es que algo estás haciendo mal"

Su madre, que le conoce bien, se lo repetía de chavalín: "Hijo, eres un desastre manifiesto". Hoy, a los 34 años, este cantante y rockero gijonés asume el diagnóstico con El desastre manifiesto, cuarta entrega de una trayectoria solista singular, poética y moderadamente torturada, aunque a él le gusta pensar que sus canciones también tienen un trasfondo luminoso, "como los viejos blues". Hoy ha tocado "una de esas noches de insomnio" y Vegas a veces requiere que se le repitan las preguntas, pero la inyección matinal de cafeína le mantiene a raya los efectos colaterales de las ojeras.

Líder durante los años 90 de Manta Ray, ahora prefiere alternar los trabajos en solitario con discos compartidos junto a Enrique Bunbury, Xel Pereda (el proyecto Lucas 15, que revitaliza la tonada tradicional asturiana) o Christina Rosenvinge, su pareja.

Pregunta. Eso de ser artista de culto, ¿constituye una responsabilidad muy fatigosa?

Respuesta. Ése es un factor coyuntural, pero carezco de tal vocación. Supongo que si Dylan irrumpiera ahora con esos discos de letras densas y canciones largas también lo catalogarían como artista de culto. No me parece mal que me lo digan, pero procuro centrarme en hacer buenas canciones.

P. Le inspiran Pessoa u Oscar Wilde. ¿Es un rockero 'cultureta'?

R. La literatura es una influencia con un peso específico importante entre la gente de mi generación, pero no me gustaría que me consideraran así. Pessoa puede asomar por mis discos igual que afloran las conversaciones que escucho en los bares. Todo lo que te atañe acaba trasladándose a las canciones. Me gustaría quedarme cerca de Supone Fonollosa, de Albert Pla, un disco que me impactó en los años 90. Y a él no le catalogarían como 'cultureta'; si te llaman así, es que algo estás haciendo mal.

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P. Pero su repertorio mantiene una densidad notable.

R. Cierto, pero con los años la mirada se va relativizando. Todas las canciones de mi primer disco estaban escritas en primera persona, un pecado de cuando empiezas. Ahora estoy aprendiendo a mirar con distancia y perspectiva. Me sigo tomando en serio, pero con una sonrisa.

P. ¿Al hablar de sus angustias infantiles o de prácticas sexuales poco convencionales, no se le va la mano con las confesiones?

R. Es algo contra lo que lucho. Por muy crudo que sea lo que cuentes, la realidad debe transformarse en una forma de ficción. La realidad no dice ninguna verdad por sí misma, así que debes hacer algo con ella.

P. ¿Se considera un buen analista de la condición humana?

R. No, no. Procuro observar y permanecer atento, pero el ser humano es un mundo que nunca llegaré a comprender bien. Todo se complica cuando tomas conciencia de ti mismo. Por eso los inconscientes son más felices que aquellos a los que nos asaltan las dudas y las incomprensiones.

P. Lo de ser un desastre, ¿es pose o autocrítica?

R. Es una expresión de irracionalidad; justo lo contrario que se les supone a los manifiestos. Pero la perfección no me interesa en absoluto. El primer disco de la Velvet Underground no tiene nada de perfecto, pero está maravillosamente vivo. Sucede algo parecido con el amor. Por alguna extraña paradoja, siempre las relaciones más maravillosas son un desastre.

P. Rosenvinge dijo que ustedes eran Caperucita y el Lobo Feroz, pero no dejó claro qué papel desempeñaba cada cual.

R. A mí me gusta ser Caperucita de vez en cuando. Ella es mayor y me influyó muchísimo con discos como Mi pequeño animal cuando yo aún era un crío.

P. Los discos más vendidos del año en España son de El Canto del Loco, Bosé, Sabina y Serrat, Amaral, Manolo García y Amaia Montero. ¿Hay margen para la esperanza?

R. Sí, porque ésa es una clasificación industrial, pero no artística. Aunque Papito haya vendido muchos ejemplares, nunca será un disco tan importante como uno de la Velvet para un chaval de 15 años. Las discográficas generan insatisfacción porque sólo piensan en el corto plazo.

P. A ver si ahora va a resultar que es usted un optimista.

R. En la vida, la música constituye siempre un argumento para el optimismo, porque emociona. Y luego puedes pensar en alguna cantante rubia por ahí que también merece la pena...

Nacho Vegas. Sábado 31 y miércoles 4 a las 21.00 en Joy Eslava. Entradas, 15 euros. www.ticktackticket.com

El músico Nacho Vegas.
El músico Nacho Vegas.

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