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Reportaje:

Un 'mafioso' en Malasaña

El guitarrista de Bruce Springsteen y actor de la serie 'Los Soprano' Steve Van Zandt ficha para su sello al grupo madrileño de 'surf rock' Los Coronas

Carlos Marcos

El último seguidor de Los Coronas tiene un nombre ilustre: Steve Van Zandt, guitarrista de Bruce Springsteen los últimos 30 años y la encarnación de Silvio en la excelente serie televisiva Los Soprano. Esta extraordinaria historia arranca con el timbrazo de una llamada de teléfono que se escucha en el barrio de Malasaña, zona de influencia de Los Coronas. "Hola, soy el mánager de Steve Van Zandt y me gustaría invitaros a la zona VIP del concierto de esta noche en el Santiago Bernabéu. Steve es fan vuestro y quiere conoceros".

¿Cómoooo? La mandíbula de los cuatro componentes de Los Coronas se desencajó e hizo crack contra el suelo. Cuenta la aventura Fernando Pardo, 44 años, melenas al viento, fundador y guitarrista de Los Coronas: "Llegamos al estadio y nos hicieron pasar a un bar privado. Allí estábamos nosotros, rodeados de un puñado de chicas bronceadas que no sabíamos muy bien a qué se dedicaban. Entonces aparecen dos cochazos. De uno se baja Bruce Springsteen y del otro Steve, que se dirige hacia nosotros acompañado de sus dos mánagers, uno blanco y el otro negro. Y nos dice: '¿Sois Los Corounas? Me encanta la música que hacéis y quiero editar vuestros discos en mi sello".

"Steve dijo: '¿Sois Los 'Corounas'? Me encanta vuestra música"
"Hemos pasado de vagos y maleantes a rejoneadores y banderilleros"

Hoy, seis meses después de aquel mágico encuentro, el grupo de Malasaña está intercambiando los últimos emails con Steve para concretar el contrato y que el veterano músico publique en Estados Unidos el último álbum de Los Coronas, El baile final de los locos y los cuerdos, ya editado en España y que presentan hoy en El Sol.

El buen olfato de la mano derecha de Bruce y de Tony Soprano es evidente: con mucha seguridad, Los Coronas es una de las mejores bandas de surf rock de Europa. Pero, ¿qué es el surf? Los Coronas, que cumplen ya 18 años de carrera, informan: "Es una derivación de la música instrumental que surge a finales de los cincuenta y principios de los sesenta, que se puso de moda entre los jóvenes californianos que practicaban el deporte del surf".

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Vale, esa es la definición wikipédica, pero ahí va una más popular: rock and roll primitivo y salvaje que transforma en una fiesta toga los locales donde se interpreta. "Es un baile más bien mongol, concede el cuarteto con sorna, "de estilo libre, contagioso, de dejarse llevar". Ojo, estamos hablando de canciones sólo instrumentales, alejadas de cualquier canal comercial. Más aún: por debajo del underground. Serie b (más bien z) musical.

Tres de los cuatro Coronas (el batería, Robbie Lozano, a lo suyo, se ha confundido de hora y no ha llegado a la cita) caminaban ayer por Malasaña. Conocen bien el barrio. Fernando Pardo, que compatibiliza el grupo con los infatigables Sex Museum, vive desde hace tiempo cerca de la calle Pez; y David Krahe, 38 años, el otro guitarrista, es uno de los dueños del legendario club La Vía Láctea. Y sí, es familiar del cantautor Javier Krahe: "Mi tío Javier viene de vez en cuando por La Vía, casi siempre cuando ha perdido alguna de sus partidas de ajedrez. ¿Qué si le cobro las copas? Eso ni se plantea. Él viene aquí y ya hay una copa en la barra esperándole". Javi Vacas, 37 años, el bajista, también se ha pasado muchas noches acodado en el local.

Es mediodía y La Vía ofrece una imagen inédita: totalmente vacía. Todavía no ha subido la verja. En sus pobladas paredes, carteles míticos, como ese concierto que ofrecieron los Ramones, con Nacha Pop de teloneros. Entrada: 350 pesetas.

David heredó el bar de su tío, Marcos López, ya fallecido. "Nos hemos formado musicalmente en La Vía. Todos hemos pinchado aquí canciones de nuestros ídolos, como Dick Dale

[el de la banda sonora de Tarantino, Pulp fiction], The Ventures o Link Wray", comentan.

La conversación se escora hacia terrenos surrealistas. ¿Sus temas de conversación en la furgoneta?: el dopaje en el deporte y la metanfetamina en el desarrollo de la música del siglo XX. ¿Su condición laboral?: "Hemos pasado de vagos y maleantes a rejoneadores y banderilleros, entre otras cosas porque ahora somos autónomos y cotizamos".

La peculiaridad de Los Coronas radica en el sonido, en el que mezclan las melodías de las bandas sonoras del spaghetti western, influencias mejicanas, sonidos de la frontera. "Hemos incorporado una trompeta", explican, "que la toca un tipo ucraniano, Evgeni Riecmkalov. Y nos ha salido una música muy de la España de la cabra, tremendamente cañí". Innovando.

Para el concierto de esta noche lo único que les inquieta es que sus retoños no podrán entrar. Cuentan seis entre los tres, dos por músico. Por lo demás, felicidad absoluta, como la que transmite su música surf, deporte que, por cierto, no practican. Y tienen una buena excusa: "Es que eso de hacer surf en el Manzanares, como que no".

Los Coronas actúan hoy en la sala El Sol (Jardines, 3) a las 23.00. Precio: 14 euros.

Fernando Pardo, de pie, al frente de Los Coronas, fotografiados en La Vía Láctea.
Fernando Pardo, de pie, al frente de Los Coronas, fotografiados en La Vía Láctea.BERNARDO PÉREZ

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Sobre la firma

Carlos Marcos
Redactor de Cultura especializado en música. Empezó trabajando en Guía del Ocio de Madrid y El País de las Tentaciones. Redactor jefe de Rolling Stone y Revista 40, coordinó cinco años la web de la revista ICON. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Madrid.

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