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Tres menores de entre 8 y 13 años, detenidos en Coslada tras huir de la policía en un coche robado

La policía local de Coslada se llevó una gran sorpresa la madrugada del domingo cuando consiguió abortar la accidentada huida de un BMW sospechoso tras 10 minutos de persecución. Hasta entonces habían pensado que los ocupantes podían ser los ladrones que acababan de asaltar con intimidación una pizzería en Mejorada del Campo con un vehículo de la misma marca. Pero no, el conductor resultó ser un muchacho de 13 años. Sus acompañantes, eran dos críos de 10 y 8 años.

A las tres de la madrugada, una patrulla de la policía local de Coslada advirtió un BMW 318i circulando por el barrio de la Cañada de la ciudad, cerca del límite con San Fernando de Henares. Era el coche que buscaban.

El aviso que habían recibido los agentes poco antes procedente de la Guardia Civil de Mejorada sobre dicho robo les puso en alerta, y un brusco giro del coche al advertir su presencia para huir del lugar precipitó una persecución por la Cañada Real de Merinas y caminos adyacentes, en dirección a la zona de Vicálvaro. La zona, de calzadas sin asfaltar, repleta de baches y badenes, no arredró a los niños, que "mostraban una pericia para conducir y una habilidad fuera de lo normal", según fuentes de la policía local de Coslada.

La peripecia de estos émulos de Juan Carlos Delgado, El Pera, el niño de Getafe que emprendió una carrera criminal con nueve años y conducía como un corredor de rallies, terminó con cuatro coches aparcados dañados con las puertas del vehículo al intentar saltar en marcha.

Los chicos fueron interceptados justo antes de entrar en la M-45, tras perder el control del volante y chocar contra una de las patrullas movilizadas. Allí mismo detuvieron a los dos acompañantes, milagrosamente ilesos, al igual que el conductor, puesto que ninguno viajaba con el cinturón abrochado. Los dos policías que les persiguieron sí resultaron heridos levemente por los golpes en las cervicales por culpa de los baches y estuvieron ayer de baja, aunque en breve se incorporarán al servicio.

El muchacho que estaba al frente de la escapada logró huir a pie del lugar, pero fue detenido después de correr "cerca de 800 metros", según la versión facilitada por los agentes municipales.

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Zona acordonada

Al dispositivo iniciado en la persecución se unieron varios vehículos más de la policía local, que acordonaron la zona, ya que con la arriesgada persecución, que duró unos 10 minutos, se pensó que pudiera tratarse de peligrosos delincuentes. La incredulidad de los agentes fue aún mayor cuando comprobaron que el responsable de la persecución "era más bajo de lo habitual para su edad". "Por lo que creemos que los otros niños pudieron ayudarle a conducir, ya que casi no le llegaban los pies a los pedales", explicaron.

Los críos, de aspecto desgarbado, dijeron vivir en el poblado chabolista de La Jungla, cerca de Vicálvaro. Tras localizar a sus padres, los pequeños conductores fueron puestos a disposición de la Fiscalía de Menores.

El coche, robado el día anterior cerca del parque de naturaleza Faunia, tenía, según la policía, la cerradura forzada y un puente hecho para poder arrancarlo. En el interior había restos que llevan a la policía local a pensar que pudo supuestamente ser utilizado para el transporte de chatarra.

En la parte trasera del vehículo también se hallaron restos metálicos y abolladuras que pueden ser indicios de su uso para alunizajes. Durante la persecución por Coslada, digna de una película de acción, los menores causaron daños en cinco coches, uno de policía.

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