El metro a vista de móvil

Empezaba a estar cansado. "Basta, me voy a casa", pensó. En su móvil de marca china desconocida ("compré uno barato porque ya me lo habían robado dos veces"), el mexicano César Martínez acumulaba ya más de 200 imágenes. Entre ellas, las que mostraban los pies de la gente que camina velozmente por los pasillos ("es como una pasarela de modas"), las manos que se aferran a las barandillas, los ojos que buscan libros en el Bibliometro de Nuevos Ministerios.

Empleó más de dos horas en la tarea saltándose el almuerzo. "Perdí la noción del tiempo", explica. Cuando ya se había dado por satisfecho, bajó al andén y la vio. Vio la imagen que quería. Un hombre, sólo uno, esperaba en el andén de la línea 6 mientras partía el tren del otro lado. "Nunca vi ese andén tan vacío", explica Martínez, fotógrafo aficionado de 33 años. Clic. El hombre anónimo, de espaldas, el tren que se va, el andén vacío.

La imagen, que pasó a blanco y negro y llamó El andén de la paciencia ("por la contradicción", explica) es la ganadora del primer certamen Metro desde tu móvil convocado por la empresa pública de transportes durante tres jornadas a finales de febrero. Hubo más de 2.000 participantes. Metro hizo ayer públicos los nombres de los tres ganadores y el centenar de finalistas cuyas imágenes serán expuestas en la estación de Nuevos Ministerios a partir de la segunda quincena de abril.

Una cámara de premio

El ganador se lleva una cámara Nikon, un abono anual para viajar en el suburbano y el libro Metro de Alberto Schommer. Para los dos finalistas, la recompensa son abono y libro. El resto recibirán ejemplares de la obra de Schommer. El espacio fotografiable quedó restringido a andenes, pasillos y vestíbulos de las estaciones Puerta del Sur, Moncloa, Pacífico, Chamberí, Nuevos Ministerios y Embajadores. No se podían tomar imágenes de menores o trabajadores del suburbano. Pero el resto (incluido retoques y manipulación de imágenes) quedaba al gusto del fotógrafo.

El ganador viaja a diario en el metro. Como el tercer clasificado, Feliciano Maiques, que ha encuadrado un raíl sobre el iris de un ojo verde. El segundo, Fernando Carrillo, colocó un puñado de muñecos como viajeros. Otros retrataron la salida, el momento de volver a ver el sol. O el tren que huye. Usuarios jóvenes y modernos junto a la imagen de señora mayor que camina a paso lento. Desde perspectivas hundidas de lo alto del vestíbulo al detalle del traste de una guitarra o un reloj de bolsillo tirado junto al andén. El momento, el de cada uno, es el que cuenta.