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Reportaje:

El microteatro se da un homenaje

El novedoso formato toma la calle para celebrar su primer aniversario

El Microteatro Por Dinero nació con la sencillez propia de las buenas ideas. O de las buenas microideas. Cinco salas pequeñas, para menos de 15 personas, en las dependencias de una antigua carnicería del centro de Madrid, en las que representar obras de menos de 15 minutos a precios igualmente recortados. Seis pases diarios de cada función para hacerse un menú al propio gusto. Los 21 socios (que no cabrían como público en una de las microfunciones), liderados por el dramaturgo y cineasta Miguel Alcantud, no tenían nada claro qué recepción iba a tener la propuesta. Sin embargo, ha pasado un año desde su fundación y puede decirse que ha sido un éxito.

"El año pasado abrimos las puertas y nos pusimos a actuar en los sótanos sin saber quién iba a venir. Empezamos con obras de los socios. En noviembre hemos recibido 89 propuestas para el tema Por qué me asusto", explica la directora Verónica Larios. Por dinero fue el eje temático alrededor del cual giraron las obras el primer mes, y que se quedó como nombre del local. Luego siguieron otros, uno por mes: Por Venganza, Por Dios, Por los Superhéroes... En octubre, y a modo de autohomenaje el tema es: Por Nosotros. Recibimos textos de todo tipo de gente, continúa Larios, "también de creadores muy establecidos, pero tratamos de mantener un equilibro en el que haya nombres más consolidados y gente más desconocida".

La calle Loreto y Chicote se convierten en un micropaseo de la Fama
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¿Qué nos quedará de la microcultura?

El microteatro salió ayer de sus cubículos, al caer la noche, para copar la calle de Loreto y Chicote, en cuyo número 9 se encuentra el local. Los organizadores colocaron algunas estrellas por el suelo simulando al Paseo de la Fama de Hollywood Boulevard. Era el Micropaseo de la Fama: como celebración se representaron algunas de las obras de este año (hubo un váter en la calle, un tiroteo o una parodia de un director de cine de arte y ensayo), que pudieron disfrutar los actores de la casa y quien pasaba por allí. A cinco microobras mensuales en las microsalas, más cuatro sesiones infantiles, más una en la sala grande, más las sesiones golfas (de madrugada), echen ustedes cuentas de cuántos artistas han pasado por el microteatro.

Muchos de ellos acudieron ayer a actuar o brindar con los participantes. Algunos resumieron cómo es la experiencia del microteatro. "El espacio reducido, la cercanía con el público, eso es lo que caracteriza a esto del microteatro", dijo Álex Jiménez, intérprete de la obra Asesinos. "Tiene algo de voyeurismo", explicó Rosana del Carpio, de la obra La espera, "además hay muchas microfunciones seguidas y muy poco tiempo entre función y función. El público que baja cada vez es diferente y no sabes lo que te vas a encontrar, cada experiencia es diferente a la anterior". "Algunos espectadores entran en el juego que se les propone", convino Mariona Martínez, de En la cola del baño, "pero otros no entienden bien lo que tienen que hacer y se bloquean. Este es un gran escaparate para le gente que empieza, ya que aquí vienen muchos guionistas y directores".

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Álex Jiménez y Bruno Silva interpretan su microfunción <i>Asesinos</i> en la calle de Chicote.
Álex Jiménez y Bruno Silva interpretan su microfunción Asesinos en la calle de Chicote.CARLOS ROSILLO

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