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Crítica:ROCK | Bunbury
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

En misión divina

Hay canciones e interpretaciones que te destrozan la garganta. La laringe se contrae, se hace un nudo y empieza a dar latigazos de ansiedad y emoción. Uno de esos momentos se vivió anoche, sobre las 21.30 de la noche, en el Palacio de Deportes cuando Enrique Bunbury cantó Frente a frente, una canción sobre lo doloroso de las separaciones cuando se acaba el amor, que popularizó Jeanette en los ochenta. En su último disco, Las consecuencias, el aragonés la ha redimensionado y en directo suena escalofriante.

De negro riguroso, sombrero tejano, pantalón acampanado, sin boa de plumas y erguido como un roble, el cantante quiso quitarse pronto la presentación de las nuevas canciones. Ella me dijo que no, Los habitantes o la emocionante De todo el mundo sonaron en los primeros minutos del concierto. Sus nuevos temas son menos guitarreros, más profundos e intimistas, así que el público no se levantó de sus asientos hasta que Enrique bajó de la tarima redonda que dominaba el escenario, se quito el sombrero y se arrancó con Enganchado a ti, de su disco Flamingos, o El extranjero, de Pequeño. Empezó así un lustroso recorrido por toda su discografía en solitario y hasta -¡sorpresa!- de su grupo Héroes del Silencio. Lo grande de Bunbury es la pasión que le imprime a casa sílaba, a cada acorde, a cada golpe de batería, a casa solo de guitarra. Incluso su mimetismo Raphaeliano le queda de lujo. "Os voy a hacer una petición, un ruego, una exigencia", dijo Bunbury antes de los bises. "Estamos en misión divina: apostar por el rock and roll". Con Lady Blue, a la que quitó ese halo a lo Bowie para hacerla más guitarrera, la caliente ranchera-blues Infinito o la intensa El viento a favor, Bunbury volvió durante dos horas a crujir gargantas y a estrechar estómagos.

Enrique Bunbury, durante el concierto de ayer en el Palacio de Deportes de Madrid.
Enrique Bunbury, durante el concierto de ayer en el Palacio de Deportes de Madrid.GETTY IMAGES
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