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Un modisto para héroes (y villanos)

Una 'sastrería' del centro de Madrid confecciona trajes de superhéroes para promocionar un videojuego - El atuendo a la medida puede ser virtual o real

María Porcel

Una calle estrecha, una tienda más, una puerta metálica sin timbre. Por los cristales translúcidos que la enmarcan se aprecia cierto movimiento. No queda otra que tocar con los nudillos. Y entonces aparece, detrás de una gran mesa de madera, el señor Lee, o mejor, Mr. Lee, con su metro de sastre colgado del cuello y su sonrisa deslumbrante. "¡Buenos días! Cuelgue su abrigo y su sombrero. ¿Qué va a ser, héroe o villano?". Si el visitante esperaba el clásico esmoquin a medida, aquí no lo encontrará. Si desea ser el próximo Superman, ha llegado al sitio perfecto.

En la primera planta de la tienda, decorada al estilo de los años treinta, y una vez tomada la difícil decisión de si se quiere ser héroe (o heroína) y villano (o mala malísima), el sastre toma las medidas con acento oriental.

El sastre es en realidad un actor que ayuda al cliente a 'diseñar' su traje
La adquisición real de la prenda puede costar entre 300 y 500 euros

"A ver la cabesa... Ummm, 54 sentímetros. ¡No está nada mal!", dice el afanoso Lee. Altura, pecho, medida del codo y a elegir el traje. ¿Guantes cortos o largos? ¿Traje oscuro o claro? ¿En el pecho ponen un emblema, una letra, un número, nada? ¿Malla geométrica o reforzada? Más de una docena de preguntas ante las que toma nota con paciencia y sonrisa. Ni una novia respondería a tantas cuestiones sobre su vestido.

La sastrería de Mr. Lee, situada en la calle de Quiñones, es provisional y esconde un secreto, más allá de las capas largas para poder volar y las máscaras para ocultar al villano. La tienda es una estrategia promocional de la empresa Sony, en concreto por Playstation 3 para promocionar un nuevo videojuego que ha sacado al mercado, DC Universe Online, en referencia a la clásica editorial DC Comics. Y sí, el simpático sastre es en realidad un actor.

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En el juego se recrea el mundo de los héroes y los villanos clásicos de las viñetas. El jugador puede convertirse en protagonista del juego, elegir un traje a su medida y jugar por Internet con otros héroes. Es el primer videojuego para consolas de última generación de los llamados juegos online masivos, donde muchos participantes compiten entre sí. Una iniciativa tan original que muchos seguidores de foros de videojuegos pensaban que era una broma de la compañía.

Muchos de los visitantes, fans de los videojuegos en su mayoría, ya saben a lo que van cuando llegan. Para el profano en la materia, todo queda claro al subir a la planta superior. El ayudante de Mr. Lee acompaña allí al cliente y le ayuda a diseñar el mismo traje que ha elegido. Esta vez lo hacen con la videoconsola. Y allí, entre paredes enteladas y estanterías de cristal, el entusiasta de los videojuegos tiene la oportunidad de probar la última creación de la factoría Sony. Desvelado el pastel, el que quiera el traje de verdad también lo puede conseguir, previo pago de entre 300 y 500 euros.

En la página web en la que hay que pedir cita previa para tomarse las medidas (www.sastreriamrlee.com) nada se intuye sobre el verdadero trasfondo de la sastrería. Su estética elegante, en blanco y negro, no da pistas. Una chica llegaba nerviosa a la tienda, preguntando a los allí presentes qué pasaba después de tomarse las medidas. Otros visitantes curiosos, más relajados, prefieren fotografiarse con los trajes de Batman, las láminas clásicas que cuelgan de las paredes o los frascos de cristal que contienen polvos y líquidos de colores, y en los que se indica que se contienen un supuesto "Tratamiento antigravitación" o "Pigmento repelente de tiburones". Muy de superhéroes.

Como explican los responsables de Leo Burnett Ibérica, la agencia que ha realizado la campaña, la intención era buscar una estética cuidada y con muchos detalles. "Nuestro público objetivo es gente joven, blogueros, del mundo online, gente que ama los cómics y a los que les gusta el diseño y la estética. Queríamos ir más allá de una presentación clásica, hacer una actividad que la gente recuerde, una experiencia real", relatan en el sótano del local, en el que se apilan en un cuidado desorden un par de grandes espejos con marcos de madera, perchas de las que cuelgan fundas de traje (en ambas está grabada la enseña del sastre), antiguos maniquíes de madera y cajas de botones magnéticos con fuerza de titanio.

La efímera sastrería lleva abierta desde el 14 de enero, y permanecerá abierta hasta el próximo sábado 29. Los dos últimos días serán jornadas de puertas abiertas, y no habrá que pedir cita para tomarse las medidas del traje. El domingo recogerán los bártulos y el lunes volverá a ser un local vacío más del centro de Madrid, sin la magia de Joker o la Mujer Maravilla.

El <i>sastre</i> Mr. Lee lse toma las medidas a una clienta en la sastrería para superhéroes, una promoción de un videojuego.
El sastre Mr. Lee lse toma las medidas a una clienta en la sastrería para superhéroes, una promoción de un videojuego.CRISTÓBAL MANUEL

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Sobre la firma

María Porcel
Es corresponsal en Los Ángeles (California), donde vive en y escribe sobre Hollywood y sus rutilantes estrellas. En Madrid ha coordinado la sección de Gente y Estilo de Vida. Licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual, Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, lleva más de una década vinculada a Prisa, pasando por Cadena Ser, SModa y ElHuffPost.

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