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Entrevista:BEN VAUGHN | Cantautor

"Mi música no es retro porque la viví de niño"

Nadie que le divisara con su aire juvenil por el Madrid de los Austrias podría adivinar la edad de Ben Vaughn (Nueva Jersey, 1955). "Quizá por eso me comparan aquí tanto con Jonathan Richman. En mi país nunca lo han hecho". El cantautor estadounidense, cultivador del rock y el pop primigenios, es un héroe de culto con 25 años de carrera. Las canciones primarán esta noche en su concierto madrileño, pese al carácter instrumental de su nuevo disco, Designs in music (Vampisoul, 2008), una colección de pequeñas bandas sonoras imaginarias, con sabor a cine clásico, de alguien que ha saneado sus bolsillos gracias a la pequeña pantalla: "Y eso que yo nunca la miro".

Pregunta. ¿Por qué decidió componer para la televisión a mediados de los noventa?

Respuesta. Quería hacer música todos los días, con plazos de entrega. Tener un trabajo diferente al de concebir un álbum cada dos años. Así que me instalé en Los Ángeles.

P. ¿Y cómo logró entrar en el círculo de Hollywood?

R. Un golpe de suerte: intervenía en un programa de radio y la productora que preparaba la telecomedia 3rd rock from the sun llamó para contratarme. Firmé horas después.

P. Llegó a trabajar para tres series de éxito a la vez.

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R. Creo que aterricé en el momento justo: Pulp fiction acababa de triunfar y todos querían música surf en sus películas, una de mis pasiones desde que me regalaron a los seis años un disco de Duane Eddy.

P. ¿Y ahí comenzó su amor eterno por lo retro?

R. Me enamoré de The Ventures, de Chuck Berry..., artistas anteriores a The Beatles, pero no creo que lo mío sea retro porque viví aquella música de niño, cuando era algo nuevo.

P. Su versatilidad asusta: el hombre que babea con la fiereza de The Stooges, se marca ahora un disco lounge.

R. La idea para Designs in music me vino mientras conducía de noche desde Los Ángeles a mi casa en el desierto de Mojave. Lo hacía todos los fines de semana, y llegaba un momento en que la radio sólo captaba una emisora de easy listening (hilo musical). Algunos arreglos de esas orquestas de los sesenta me atraparon.

P. En el álbum une a veteranos sesioneros de Hollywood con músicos procedentes del rock. ¿Incluir a un silbador representa un guiño a Ennio Morricone?

R. Se llama Guerin Barry y es un profesional capaz de silbar dos notas al unísono, creando un acorde. Y es cierto que los italianos me parecen los mejores compositores del mundo. No paro de escuchar a Nino Rota en mi walkman..., digo iPod.

P. Usted ha colaborado con múltiples excéntricos. ¿De ahí lo de grabar su disco Rambler 65 en su coche?

R. Se trató de un reto a partir de una broma. Una vez que lo mencionas, no te queda más remedio que hacerlo. Metí en él mi ocho pistas y varios instrumentos, y luego mezclé en casa.

P. ¿Y la menos llevadera de las excentricidades ajenas?

R. Nada comparable a producir a Charlie Feathers, la leyenda del rockabilly. Le urgía el dinero del sello y me apuntó con una pistola. Le dije: "Si disparas, seguro que no cobras". Y seguimos con la grabación.

El músico Ben Vaughn.
El músico Ben Vaughn.

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