_
_
_
_
_

Los niveles de ozono se disparan en Alcalá, Coslada y Alcobendas

El contaminante se concentró, sobre todo, en torno al Corredor del Henares

El calor, el intenso tráfico y la falta de viento volvieron ayer a disparar los niveles de ozono troposférico en algunas localidades madrileñas. Alcobendas y Coslada se sumaron a Alcalá de Henares, municipio éste donde los niveles de ozono ya habían superado el día anterior, viernes, el umbral de aviso (180 microgramos por metro cúbico de aire). La Comunidad de Madrid avisó a los tres municipios para que alertasen a la población de riesgo (ancianos, niños y personas con enfermedades respiratorias, como asmáticos), para que no salieran a la calle. Este tipo de ozono se forma principalmente a partir de la descomposición de los óxidos de nitrógeno que emiten las industrias y los automóviles a causa de la luz solar, y se mantiene hasta los 10 kilómetros por encima del suelo.

Alcobendas registró, entre las cuatro y las siete de la tarde, de 182 a 208 microgramos de ozono; mientras que Coslada llegó a los 186 microgramos; y Alcalá alcanzó los 184.

El ozono troposférico u ozono malo -no debe confundirse con el estratosférico o bueno que protege al planeta de los rayos ultravioleta- es un gas que se sitúa entre el suelo y unos 10 kilómetros de altura. Se forma principalmente a partir de la descomposición de los óxidos de nitrógeno que emiten las industrias y los automóviles a causa de la luz solar. En los días calurosos y soleados -como ayer, por ejemplo-, la luz desencadena una reacción fotoquímica que convierte los contaminantes en ozono troposférico.

En el caso de la Comunidad, la contaminación de la capital, a causa de los vientos dominantes, se desplaza casi siempre hacia el este y sur de la región, por lo que las localidades situadas en estas zonas sufren directamente los efectos del aumento de la concentración por ozono.

Las moléculas de ozono oxidan rápidamente los elementos químicos, por lo que causan efectos irritantes sobre las mucosas de los seres vivos. Cuando se supera el umbral de 180 microgramos, las personas alérgicas, asmáticas o con problemas respiratorios, así como niños y ancianos, pueden sufrir dificultades respiratorias. La normativa europea sobre la salud aconseja que, en tales circunstancias, estos colectivos no se expongan al sol ni hagan ejercicios físicos intensos.

Umbral de alerta

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Sin embargo, hasta que se superan los 360 microgramos de ozono por metro cúbico como valor medio en una hora -el denominado 'umbral de alerta a la población'-, no existe un riesgo para la salud humana.

En la tarde de ayer fueron los municipios de Alcobendas, Alcalá de Henares y Coslada los que alcanzaron concentraciones de ozono por encima del denominado 'umbral de aviso a la población' (180 microgramos de ozono por metro cúbico), según admitió un portavoz de la Consejería de Medio Ambiente.

La estación fija de control atmosférico que la Comunidad tiene en Alcobendas para medir los niveles de contaminación registró, entre las cuatro y las cinco de la tarde, un valor medio de 182 microgramos de media. En la hora siguiente la media fue de 198 microgramos, y de 208 entre la seis y las siete de la tarde. En esta última franja horaria también se dispararon los índices de ozono en las estaciones de Alcalá de Henares (184 microgramos) y Coslada (186 microgramos).

La Administración regional, en virtud de un real decreto de 1995, debe informar a la población afectada cuando se supera el umbral de 180 microgramos de ozono por metro cúbico de aire como valor medio en una hora, por lo que los responsables del Medio Ambiente de la Comunidad activaron los protocolos de aviso a la población y a los ayuntamientos afectados.

El día anterior, la estación de Alcalá de Henares superó el denominado 'umbral de aviso a la población' durante cuatro horas, entre las cinco y las nueve de la tarde, llegando a alcanzar un pico de 215 microgramos de media entre las seis y las siete. Por el momento, las estaciones medidoras se encuentran lejos de alcanzar los 360 microgramos de ozono, por lo que, según fuentes de la Comunidad, no existe riesgo para la población.

En abril del año pasado se alcanzaron en Fuenlabrada 1.133 microgramos. El Gobierno regional abrió una investigación que concluyó que la nube de ozono fue causada por un compuesto químico del que se desconocían sus causas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_