Un nuevo habitante del zoo
En África, cuando dos rinocerontes blancos machos se enfrentan chocan sus cuernos hasta que uno de ellos demuestra su supremacía sobre el adversario. El ganador rocía luego el suelo con orín para marcar su territorio y demostrar que siempre vence la ley del más fuerte. El pequeño rinoceronte nacido por inseminación artificial en el Zoo Aquarium de Madrid y presentado ayer al público, no tendrá que verse nunca en esas circunstancias. Nació el pasado 29 de abril y el Ayuntamiento ha propuesto bautizarle con dos nombres, Olimpo o Cronos, para que los niños elijan uno de ellos. Así que el pequeño vivirá protegido de los cazadores furtivos y de los mitos que corren en torno a su cuerno. Vivirá tranquilo junto a su madre Marina. Aunque nunca pueda comportarse como un rinoceronte.