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Tribuna:SANIDAD
Tribuna
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¿Qué ocurre con los nuevos hospitales?

Ninguno de los ocho centros sanitarios prometidos por Aguirre en la pasada legislatura está todavía en funcionamiento, mientras hay infraestructuras obsoletas, escasez de medios diagnósticos y demoras

La pasada legislatura, la presidenta Aguirre prometió la construcción de ocho hospitales y su puesta en funcionamiento al concluir la misma. Era una promesa muy ambiciosa y parecía razonable que estuviese basada en un estudio riguroso de necesidades; estos centros se han construido bajo la modalidad de concesión de obra pública (salvo Valdemoro, que es una concesión administrativa). Ello significa que se ha adjudicado a diversas empresas privadas la construcción y el mantenimiento durante 30 años de estos hospitales (en Valdemoro, también la asistencia sanitaria); como contrapartida, el Gobierno regional deberá pagar un canon anual en ese periodo.

En términos coloquiales, podríamos decir que el Gobierno regional está comprando hospitales con hipotecas a un alto interés, utilizando un mecanismo de financiación que estamos seguros no utilizaría ningún inversor privado por su alto encarecimiento. En el Reino Unido, único país donde hay suficiente experiencia en esta modalidad, se están planteando seriamente abandonarla. En todo caso, la situación económica española y madrileña en 2003 y sus perspectivas de futuro no hacían necesario asumir tal encarecimiento del coste.

"Convertir los nuevos hospitales en empresas no sirve para paliar las deficiencias sanitarias"

Volvamos ahora a la situación actual: ¿dónde estamos a fecha de hoy?

Veamos:

- No se ha puesto en funcionamiento ninguno de los nuevos hospitales, suponiendo un claro incumplimiento de la promesa realizada; siendo ello grave, lo sería aún más si hubiese que proceder a pagar el primer canon con hospitales cerrados. Es exigible que el Gobierno regional informe sobre esta cuestión.

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- Es obvio que la puesta en marcha de los nuevos hospitales va a significar un impacto importante sobre la actividad de un número significativo de los actuales hospitales, y es razonable preguntarse:

¿Qué tipo de reestructuración va a abordarse en los hospitales en cuyas áreas de influencia se ubican nuevos centros?

¿Cuál va a ser el futuro de los llamados hospitales de apoyo: Virgen de la Torre, Santa Cristina y Carlos III?

¿Qué papel va a tener en el futuro el hospital Niño Jesús?

¿Cuándo va a ver la luz la nueva configuración de las áreas de salud, imprescindible, tras la aparición de los nuevos hospitales?

Las preguntas planteadas tienen gran trascendencia, pues de una deficiente respuesta a las mismas se derivaría un desorden asistencial que afectaría gravemente a la calidad de las prestaciones. La reciente medida de convertir los nuevos hospitales en empresas públicas no sirve para paliar la falta de planificación racional que a nuestro juicio existe en el sistema sanitario público madrileño.

La actuación del Gobierno regional ante estas cuestiones está presidida por un completo oscurantismo; ni la ciudadanía ni los profesionales han recibido información al respecto, y ello es impropio en un sistema democrático.

- Es asimismo muy preocupante el hermetismo del Gobierno regional en relación con los recursos humanos necesarios para la puesta en funcionamiento de las nuevas instalaciones. No conocemos las plantillas ni las carteras de servicios de los nuevos hospitales, no se ha producido ninguna convocatoria oficial para cobertura de plazas y no se ha dicho nada en relación con las consecuencias que la apertura de los nuevos centros puede tener sobre los recursos humanos de los hospitales afectados.

Frente a la pretendida innovación y modernización que el Gobierno regional publicita en sus campañas informativas, la realidad es otra: infraestructuras obsoletas y escasez de medios diagnósticos, colapsos continuos de numerosos servicios hospitalarios e incumplimientos manifiestos en las demoras asistenciales.

Tenemos la percepción desde hace tiempo de que la actuación de los máximos responsables de la Consejería de Sanidad se caracteriza por una absoluta falta de planificación y por un desconcierto e improvisación en sus actuaciones. La situación actual en relación con los nuevos hospitales es buena prueba de ello.

Desde nuestra posición de profesionales de la sanidad pública, estimamos que la falta de información y transparencia que ha acompañado todo el proceso de los nuevos hospitales no es de recibo, y exige ya una información veraz y rápida a los profesionales y al conjunto de la ciudadanía.

(*) Firman conjuntamente este artículo Carlos Barra Galán, otorrinolaringólogo del hospital de Móstoles y especialista en Gerencia de Áreas de Salud; Ana Cabello Fernández, jefa de sección de anatomía patológica del hospital 12 de Octubre; José Andrés Cambronero Galache, jefe de sección de medicina intensiva del hospital Príncipe de Asturias; Julio de Miguel Prieto, jefe de sección de medicina interna del hospital Príncipe de Asturias; Inés Fernández Valderrama Martínez, cirujano vascular del hospital 12 de Octubre; Carmen Ortiz Ibáñez, radióloga del hospital Severo Ochoa, y Leopoldo Piñango Angulo, urólogo del hospital Severo Ochoa.

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