_
_
_
_
_
Crítica:DANZA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El paso del tiempo

La coreógrafa colombiana Lina Cruz tuvo su etapa española, tanto de formación como de profesionalización (vivió en Madrid más de 10 años), luego se fue a Canadá y allí asentó su estilo y su obra, que puede ser vista desde dos perspectivas. Una, la del eclecticismo latente de su generación; y otra, el deseo de inscribirse en las corrientes más actuales a base de incrustar elementos ajenos dentro de los propios materiales de movimiento.

Altamente expresiva y orgánica en sus evoluciones, con su físico, Lina Cruz hizo un solo como apertura del espectáculo, que sin duda fue lo mejor de la velada. Después, una obra de grupo con música en directo trató de llevar la atmósfera del Pradillo hacia un terreno surrealista, con escenas donde abundaba el sistema gestual que ya Lina había proyectado anteriormente: lo tribal se informa del movimiento moderno, hay una oralidad ritualizada y un encadenado a todas luces hoy superado por la danza-teatro de nuestros días.

MINDSCAPES / SOUPE DU JOUR

Lina Cruz / Fila 13 Productions. Coreografías, vestuario y luces: Lina Cruz; musica: Philippe Noireaut. Teatro Pradillo.

Festival Madrid en Danza. 15 de noviembre.

En el primer solo Lina se apoya en el agua y en el cuenco tibetano (lo hace sonar varias veces) en un baile iniciático con momentos subyugantes. En la segunda pieza, es el sonido de un piano electrónico y otros recursos de percusión improvisada los que conducen el ritmo; ese instrumento de teclado tiene un sonido falso y chirriante que no ayuda; la apoyatura en loops da un incesante y casi cansino tono a la obra.

Los bailarines se caracterizan en profundidad al servicio de la estética de Cruz, donde hay alusión al mundo de los ancianos, y hasta unos coturnos venecianos obtenidos a partir de unas latas de cerveza, que remiten poéticamente al ámbito de los sin techo o a la demencia. Los problemas plásticos de la propuesta se hacen evidentes desde un vestuario que carece de entidad hasta una artesanía que se muestra también trasnochada. Tanto creadora como artistas viajan en el tiempo y ese voluntarismo expresivo es el resultado de un anclaje en técnicas y búsquedas que la danza global ha saltado ya.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_